La muestra Lewis Hine, la fotografía como crítica social reúne un total de 86 imágenes del fotógrafo que se detuvo en la relación entre el hombre y la máquina a inicios del siglo XX

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26 de enero de 2019, 4:00 AM
26 de enero de 2019, 4:00 AM

Considerado el padre de la fotografía social en Estados Unidos, Lewis Hine (1874-1940) registró el arribo a su país, la tierra de las promesas, de cientos de familias de inmigrantes provenientes de diversas regiones de Europa. Esas personas, como las que llegan en la actualidad a las ciudades ricas del hemisferio norte, escapaban de la pobreza y de los regímenes autoritarios. Antes de convertirse en fotógrafo, Hine fue profesor de botánica y ciencias naturales. Un gran conjunto de sus fotos se puede apreciar en el Centro Cultural Borges de Buenos Aires. Otro aspecto privilegiado por las imágenes de Hine, y que se vincula con la inmigración por causas económicas y políticas, es el mundo del trabajo.

Pocos como él retrataron a trabajadores anónimos en fábricas, calles y campos. Formado en sociología en Chicago y en Nueva York, Hine tenía como objetivo la denuncia de las condiciones de explotación laboral en las metrópolis estadounidenses, en el sur profundo y en el oeste de su país. Gracias a la difusión de sus fotografías, que conmovieron a la sociedad, se implementaron leyes de protección a los niños y a los trabajadores inmigrantes.

En 1906, Hine trabajó como fotógrafo de la Fundación Russell Sage, dedicada a la investigación en ciencias sociales, sobre todo en cuestiones vinculadas con la emigración, el desempleo y la desigualdad social. Para esa institución, llevó a cabo un estudio pionero en Pittsburgh.

Dos años después inició una década de colaboración con el Comité Nacional del Trabajo Infantil, una entidad sin fines de lucro que lucha contra el uso de la mano de obra infantil en Estados Unidos. Huérfano de padre, había empezado a trabajar a los seis años de edad. Fue el primero en registrar las condiciones de explotación laboral de los niños en la ciudad, en el campo y en las minas de carbón. Según sus palabras, quería desarrollar “el lado visual de la educación pública” y “corregir lo incorrecto”. Todavía se impulsa en Estados Unidos el Proyecto Lewis Hine, que intenta localizar a los descendientes de aquellos chicos retratados a principios de siglo XX por el documentalista, para que los sujetos de las imágenes puedan ser identificados y sus biografías enriquezcan la historia social.

 

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