El hombre que fue acusado y encarcelado injustamente por un crimen que no cometió, pide ayuda a las autoridades. No tiene trabajo y peregrina para que le paguen por el daño sufrido

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1 de febrero de 2018, 9:52 AM
1 de febrero de 2018, 9:52 AM

El calvario de Reynaldo Ramírez sigue. Aquel joven que fue acusado de feminicidio y encarcelado injustamente dos años y dos meses en Palmasola siendo inocente, ahora se encuentra sin trabajo y a la espera de que continúe lo ofrecido por el ministerio de Justicia, que lidera Héctor Arce, de que se le daría la oportunidad de trabajar en alguna repartición de esta cartera de Estado.

Ramírez dijo a EL DEBER Radio que la desconfianza y la impotencia se han apoderado de él y que no es capaz de confiar en algún abogado para que lleve su caso. No oculta su tristeza al momento de hablar de lo que vivió en la cárcel y de lo que le toca afrontar ahora. Uno de sus anhelos es que el presidente Evo Morales lo reciba para explicarle de manera directa a él su caso y tratar la posibilidad de que se proceda con el resarcimiento económico anunciado y que hasta ahora no se ha efectuado.

Ramíres dice que seguirá esperando justicia y un nuevo acercamiento con el ministro de Justicia, Héctor Arce, de quien indicó, que no ha tenido ningún contacto desde noviembre del año pasado. "Tuvimos una conversación pero más como un encuentro (...) en un principio confié en sus palabras pero hasta el dia de hoy no se ha hecho nada".

"Los imputados -que procedieron mal en el caso- siguen absueltos al igual que los policías que me torturaron. Me duele porque me siento una carga para mi familia ya que ellos al igual que yo, han prestado dinero para ayudarme y ahora está igual de endeudados".

Libre, pero sin resarcimiento

Reynaldo salió libre de la cárcel de Palmasola el 3 de julio y luego trabajó casi seis meses en el Ministerio de Justicia, pero ahora está desocupado. Con su fólder bajo el brazo cargando papeles de sus trámites judiciales camina todos los días por el Palacio de Justica y la Fiscalía. 

Se vio obligado a dejar el trabajo en el Ministerio de Justicia porque para renovar el contrato se le exigió la libreta de servicio militar. “No tengo la libreta y tramitarla me cuesta Bs 4.000 con los que no cuento. Recién recibí mi sueldo de diciembre”, dijo.