La cineasta boliviana fue premiada en un acto que se realizó en la Embajada de Bolivia en los EEUU. "Le pido que respete mi voto", señaló en una carta en la que agradece el galardón

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1 de abril de 2018, 4:15 AM
1 de abril de 2018, 4:15 AM

La cineasta boliviana Violeta Ayala pidió respeto al voto popular expresado el 21 de febrero (21F) de 2016, cuando una mayoría rechazó cambiar la Constitución de Bolivia para habilitar una nueva candidatura de Evo Morales a la Presidencia. Este pedido lo hizo delante del Encargado de Negocios de Bolivia en los EEUU, Pablo Canedo, mediante una carta en la que agradecía la entrega de la medalla 'Jaime Escalante' de la que fue merecedora. 

La joven realizadora no pudo asistir al acto, que se realizó el pasado viernes en la Embajada boliviana en Washington -en la que se premiaron a otros 20 bolivianos destacados en el mundo el año pasado- y envió una carta que fue leída por una de sus familiares. 

“Ustedes no saben lo orgullosa que me sentí el día que Evo Morales gano las elecciones del 2006, era fruto de la democracia y la lucha social de nuestras familias, que un Aymara se vuelva presidente de Bolivia, de la misma forma que celebre el 2006, hoy le pido a Evo Morales que respete el voto del pueblo y la democracia por la que tanto hemos luchado. Le pido que respete mi voto y el de la mayoría de los Bolivianos que le dijimos no a cambiar la constitución”, dice Ayala en una de las partes de la carta.

Ayala, cochabambina de nacimiento, no asistió al evento porque según lo que dijo a través de la misiva fue avisada a destiempo por los organizadores y se encuentra en estos momentos promocionando su documental 'Cocaine Prison'. Como cineasta también estuvo detrás del corto 'The Fight' (filmado para el diario The Guardian), en el que se relata la protesta de las personas con discapacidad en 2016. 

Aquí puede leer en integridad la carta enviada por Ayala a los organizadores del premio:

“Muchas Gracias, me hubiese gustado mucho estar aquí hablando personalmente con la comunidad y recibir esta medalla, pero los organizadores me avisaron a último momento y estoy en Europa en un gira de festivales de mi último documental 'Cocaine Prison'.

Para mi, el rol del arte es el de cuestionar a la sociedad, es fundamental el cuestionarse a uno mismo y cuestionar al sistema por más incómodo que nos resulte. Espero poder seguir haciendo esto por el resto de mi vida. Como cineasta mujer, descendiente de quechuas, un pueblo que ha sobrevivido la colonización y el genocidio, hoy me siento orgullosa de representar a mi país en lo más alto del cine mundial. 

Fue gracias a un regalo que se llama democracia que recibí de la mano de mis abuelos, Vitaliano Grageda, dirigente sindical de toda una vida, uno de los fundadores de la CSUTCB, preso político, torturado y perseguido por más de 10 años y mi abuela Herminia Soto, mujer indígena, quechua parlante, organizadora y líder que siempre ha estado junto al pueblo, su casa en la zona Sur de Cochabamba fue un lugar donde se gestaron manifestaciones y revoluciones, la misma casa que casi fue destruida por una bomba de la Policía, cuando mi mamá y mis tíos eran niños. 

Ustedes no saben lo orgullosa que me sentí el día que Evo Morales gano las elecciones del 2006, era fruto de la democracia y la lucha social de nuestras familias, que un aymara se vuelva presidente de Bolivia, de la misma forma que celebre el 2006, hoy le pido a Evo Morales que respete el voto del pueblo y la democracia por la que tanto hemos luchado. Le pido que respete mi voto y el de la mayoría de los Bolivianos que le dijimos no a cambiar la Constitución. La libertad y la democracia son fundamentales para nuestro futuro. Los lemas con los que hemos crecido, Ama Sua, Ama Llulla, Ama Quella. Jallalla la libertad de expresión de Bolivia y de todo el mundo. Jallalla Bolivia y su pluriculturalidad”