En una entrevista que concedió a EL DEBER, el vicepresidente admitió que estallaron escándalos de corrupción que afectaron al gobierno

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5 de enero de 2018, 16:05 PM
5 de enero de 2018, 16:05 PM

El vicepresidente Álvaro García Linera admitió que los “escándalos de corrupción” que enfrentó el gobierno afectaron y dolieron mucho. Pero, aseveró que controlar los 56.000 millones de bolivianos que maneja el estado boliviano en un año no es tarea fácil, que hasta ahora se lo hizo alejando a familiares en los niveles altos y con una elevada rotación de personal en los mandos medios y anuncia que el Ejecutivo invertirá más en controles pre y post ejecución. 

Entre los más emblemáticos están los casos relacionados con el expresidente de YPFB, Santos Ramírez, quien fue hombre fuerte del gobierno también como presidente del Senado y se vio involucrado en una coima que provino de una empresa para la adjudicación de un contrato y cuyo principal ejecutivo fue asesinado precisamente cuando supuestamente entregaba ese dinero; el del Fondo indígena, que procesó y encarceló a dos exministras y a decenas de dirigentes porque 14 millones de dólares fueron transferidos a cuentas particulares o más reciente un millonario desfalco al banco Unión.

En una entrevista que concedió a EL DEBER, el jueves de la semana pasada, el vicepresidente admitió que estallaron “escándalos de corrupción” que estos “afectaron mucho” al gobierno, “y nos dolieron mucho. Pero, imagínese, es un estado que gasta 8 mil millones de dólares al año. Hablamos de 56.000 millones de bolivianos al año. El cuidado que se debe tener para que no lo asalten por aquí o por allá es inmenso”.

Alertó que eso también implica que el estado debe incrementar sus gastos para control, “pues ni modo, lo tenemos que hacer”. Reveló que un objetivo del gobierno es llegar al 2020 con una inversión promedio de 13.000 millones de dólares al año para mantener el ritmo de crecimiento, “casi 100.000 millones de bolivianos”.

Todo eso será destinado a pequeñas, medianas y grandes obras. “¿Quién controlará?, es humanamente imposible que en persona controlemos eso. Por ello debemos montar un aparato grande de fiscalización y control de pre y post ejecución, incluimos mecanismos antes de la ejecución. Si hay otra receta más, la vamos a adoptar. Es demasiado dinero del Estado y que le pertenece al pueblo boliviano”

Señaló que el del MAS es un gobierno que “para bien o mal en ciertas cosas tiene una elevadísima tasa de rotación de su personal. El Estado hoy es muy grande y controla el 40% de la economía boliviana, cuatro veces más de lo que lo hacía hace 12 o 13 años, es un estado con muchos recursos”.

El segundo mandatario señaló que eso tiende a generar la conformación de lo que el sociólogo y politólogo alemán Robert Michells, alumno de Max Weber, especializado en el comportamiento político de las élites intelectuales, conocido por su libro Los partidos políticos, denominó "ley de hierro de la oligarquía".

“Se formó un grupo estable, con mucho poder y con muchos recursos que comienza a usufructuar personalmente ese poder. En el caso de nuestro gobierno usted tiene una altísima rotación que ha impedido que se forme una rosca de ministros, diputados que se atornillan durante mucho tiempo. Son los que ejecutan, están en contacto con contratos y empresas. Eso disuelve a cada instante la posibilidad de generar una burocracia estable que convierta el bien público en privado, a nivel funcional”.

En el nivel Evo-Álvaro, que son de mayor decisión, “somos personas que apartamos a la familia de la gestión gubernamental, esa es la causa de los grandes robos en el estado boliviano fueron causados hermanos, hermanas, tíos y sobrinos que trabajan en el estado”. Recordó que hubo casos de esposas entrando con maletines, haciéndose cargo de aduanas, aeropuertos y peajes para recolectar el dinero “familiarmente”.

Aseguró también que son el único gobierno que transparentó las cuentas. “Entre a la web de la vicepresidencia, ahí están nuestras cuentas, el desglose de nuestros recursos. En los mandos menores, apenas tenemos un dato, ese caso va directo a la fiscalía. Nadie como nosotros mandamos ministros a la cárcel. En tema de corrupción nuestra mirada es muy tajante, lo público no se usa para lo personal y punto”.

Para ejercer más control relató que el presidente Morales ordenó que aparte de la ley de transparencia y los organismos de transparencia que están en cada ministerio y empresa, que no dependen de director de la empresa; “ahora pediremos una auditoría externa, a cargo del ministerio de justicia o de la presidencia. Aparte de auditores internos, de la Contraloría o la comisión de transparencia, esta instancia podrá ingresar y cada ministerio deberá abrir los cajones y mostrar sus resultados. De esta forma, ponemos más candados”.