Solo uno de los cuatro fallecidos fue identificado. Una familia que vive en medio de las dos esquinas donde se produjeron las explosiones, se salvó en ambos hechos 

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15 de febrero de 2018, 4:00 AM
15 de febrero de 2018, 4:00 AM

La vivienda de Osvaldo Cayoja (37) está en la calle Rajka Bakovic, exactamente en medio de la cuadra donde en menos de 5 días, en cada una de las esquinas, ocurrieron dos fuertes explosiones. “Estoy prácticamente sordo; tengo un zumbido fuerte que no me permite escuchar nada”, asevera. El martes llegó con su esposa e hijos en su vehículo y estacionó en la esquina de la calle Caro. Caminaron unos 20 metros y de repente el impacto de la explosión los tiró al piso. Agradece que él y su familia estén con vida.


No tuvo la misma suerte la familia de Daniel Huacaña Massi (17), que a las 22:00 del martes recibió una llamada telefónica que le indicaba que sus papás y su hermano Ariel estaban muy delicados e internados en el hospital general y a su hermano Ariel (10) no lo encontraban todavía. Daniel acudió a la clínica Urme, donde sabía que había un niño internado, pero cuando llegó se enteró de que era su hermano Álex, que ese día había salido muy feliz porque sus papás lo llevaban al mercado para comprarle una mochila nueva para ir a clases. Le avisaron que había llegado a la clínica sin vida. 


Al final de la jornada de este miércoles su hermano Ariel fue dado de alta,  su madre, Demetria Massi, se recuperaba en la sección de cirugía mujeres del hospital general y su papá, Demetrio Huacaña, fue derivado a la sede de Gobierno para un tratamiento más completo.


Reporte de los heridos
Álvaro Terrazas, viceministro de Salud, manifestó que de los heridos en la segunda explosión, solo dos tienen lesiones graves, por lo que fueron trasladados a la ciudad de La Paz. Ellos son un niño de 10 años, que tiene politraumatismos y un adulto varón, Demetrio Huacaña, que presenta un traumatismo encéfalo craneano grave abierto, con lesiones en la cabeza, cráneo y cuello, por lo que está en terapia intensiva. 


Por otra parte, señaló que de las nueve víctimas de las dos explosiones que en total han sido trasladadas a La Paz, siete fueron atendidas en el Instituto Nacional de Oftalmología, y cuatro tienen pérdida de visión en alguno de los ojos.