En un foro sobre ‘fake news’, Chávez y Dávila intercambiaron acusaciones. Él culpó a ella por la entrevista de Zapata en la cárcel que se divulgó en un canal privado. Dávila lo acusó de montar el caso y de traición

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25 de agosto de 2018, 8:00 AM
25 de agosto de 2018, 8:00 AM

Es la comidilla de la política y hay razones para eso. Primero, porque la polémica que estelarizaron la exministra de Comunicación (2012-2015), Amanda Dávila, y el ex estratega electoral del presidente Evo Morales, Wálter Chávez, el jueves, en un foro organizado por una plataforma afín al ‘proceso de cambio’ en La Paz, tuvo por foco algunos de los entretelones del caso Zapata, ese al que una parte del MAS le achaca la derrota en el referéndum del 21-F. Y, segundo, porque exhibió a dos excolaboradores del presidente –que habían sido invitados para hablar sobre ‘fake news’ (noticias falsas) y la posverdad (una cultura en la que importa más lo que se cree cierto antes que lo demostrable)– enfrentados con acusaciones mutuas sobre el mismo tema.

Dávila, periodista de profesión y conocida por ser una mujer con carácter, no anduvo con rodeos y cuando tuvo la oportunidad escrachó públicamente al estratega electoral peruano, que en algún momento de 2015 se presentó como un “conspirador desocupado”: lo acusó de ‘montar’ el caso Zapata y de traicionar al MAS.

“Es cierto: nos traicionaste, nos traicionaste Wálter… en el referéndum. Ahí montaste, tú hiciste lo de Zapata. Porque antes, es cierto, has estado apoyándonos siempre, siempre. Hasta que un momento dijiste: me voy a ir a ese grupo con Doria Medina y nos traicionaste. Eso fue”, dijo. Y Chávez la desmintió una y otra vez ante un auditorio con personalidades de la política como la senadora del MAS, Adriana Salvatierra, o la exviceministra Claudia Espinoza.

Tres semanas antes del referéndum de 2016, el periodista Carlos Valverde sacó a la luz que una alta ejecutiva de la empresa china CAMC, la boliviana Gabriela Zapata, había sido novia del presidente Morales, había anotado en el Registro Civil un hijo que le atribuyó y con menos de 30 años ya era ejecutiva de una empresa internacional que tenía más de $us 500 millones con el Gobierno. Poco después, tras una recta final de campaña marcada por el escándalo, Morales perdió el 21-F.

Por supuesto, la noche del jueves, Chávez no se quedó callado. Negó todo, pero sobre todas las cosas, se defendió atacando.

La respuesta de Chávez

El creador del desaparecido semanario El Juguete Rabioso acusó a Dávila de ser la responsable de una entrevista con Zapata en la cárcel, difundida por la Red ATB en febrero de 2017, donde la detenida dice que mintió cuando aseguró haber tenido un hijo con el presidente y que lo hizo porque el jefe de UN, Samuel Doria Medina, la usó para ese fin. Entonces Zapata también inculpó a Chávez.

Chávez contraatacó: “Tú (dirigiéndose a Dávila) y una persona cerca de ti hicieron esa grabación donde Gabriela Zapata mintió y toda Bolivia vio cómo me incluyó a mí, (pero) ese video que tú hiciste con tus amigos se cayó por meterme a mí y, al siguiente día, tú misma tuviste que decir que yo no estaba involucrado”.

Culpó a Dávila por la debacle oficialista y dijo que él regresó de Argentina porque sabe que dentro del MAS hubo “una investigación privada y la primera, segunda y tercera persona importante han dicho que este hombre no tuvo nada que ver (con el caso Zapata)”.