Un grupo de dirigentes colonizadores organizó un bloqueo en Isinuta para impedir que la comisión internacional llegue hasta Santísima Trinidad. Autoridades nacionales respaldaron el bloqueo y lo justificaron

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20 de agosto de 2018, 6:41 AM
20 de agosto de 2018, 6:41 AM

La comisión del Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza fue bloqueada, retenida e impedida de ingresar al Polígono 7 del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure.

Durante cinco horas, los integrantes de la comisión encabezada por el expresidente de la Asamblea Constituyente de Ecuador, Alberto Acosta, estuvieron casi confinados a sus vehículos en la parte cochabambina del Tipnis, el puente de Isinuta, hasta donde llega la carretera asfaltada del que debió ser el tramo I de la ruta Villa Tunari-San Ignacio de Moxos. Desde el Gobierno hay autoridades que justifican el bloqueo, pese a que el ministro Carlos Romero garantizó la seguridad de la comisión. “A ver cómo lo explican Alberto Acosta y los activistas, que representando a los intereses de las ONG, (que) quisieron pasarse por encima a los representantes indígenas legítimos, y tiene la desfachatez de acusar a nuestro Gobierno de “no tener control” en nuestro propio territorio”, escribió Cyntia Silva, viceministra de Medio Ambiente en Twitter.

Los hechos

Una vez liberada, en comunicación telefónica desde Villa Tunari, Fátima Monasterio, miembro del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (Cejis), explicó que todo comenzó minutos antes de las 10 de la mañana, cuando se encontraron con un bloqueo a la entrada de Isinuta.

Según Monasterio, a la cabeza del bloqueo estaba el expresidente del Conisur Gumercindo Pradel. Cuando la comisión trató de volver sobre sus pasos, se dio cuenta de que otros dos puntos de bloqueo, detrás de ellos, les impedía moverse. Ahí, las 20 personas que integraban la comisión -entre ellos representantes de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, abogados internacionales y activistas bolivianos- conformaron una comisión de negociación integrada por Acosta, Monasterio y el cochabambino Alfredo Revollo. “Nos dijeron que no podíamos ni hablar, que debíamos esperar a sus dirigentes. Hemos esperado bastantes horas, con varios intentos de diálogo, hasta que apareció Pradel, estaba también el exsenador del MAS Julio Salazar y se negoció la salida. Nos reunimos durante media hora y nos dijeron que no reconocen la demanda ante el Tribunal Internacional porque para ellos Fabián Gil y Marquesa Teco no son dirigentes legítimos. Eso ya es una evidencia de las contradicciones y las peleas por el poder en el Tipnis”, dijo Monasterio, que fue liberada después de las 15:00.

El momento más tenso se vivió a las 14:00, cuando un suboficial de la Policía se les acercó y les confesó que si no se iban de inmediato, no podría garantizar su seguridad. Se está juntando más gente y el cerco no se levantaba.

Las repercusiones

Desde La Paz, autoridades del Gobierno justificaban la acción. Abel Mamani, director del Servicio de Áreas Protegidas, descalificó la visita. “Imagínense, quieren controlar todas las opiniones que puedan tener los propios bolivianos, o personas del exterior. Los que aparecen son grupos de activistas motivados por una problemática. Imagínese, quieren opinar de afuera”, dijo, pese a que reconoció la presencia de coca dentro de la reserva y territorio indígena.

La viceministra Silva, por su parte, dijo que será importante saber a quién representa este grupo de activistas, porque no es un organismo internacional ni parte de ningún Estado o de alguna institución multilateral. A ella no le basta con que este tribunal trate de poner en práctica la Declaración de Cochabamba, el listado de derechos de la madre tierra surgido tras la cumbre de Tiquipaya, organizada por el presidente Evo Morales.

“Es claro que este grupo que visita el Tipnis es solamente un conjunto de activistas autoconvocados con una agenda antigobierno. Es claro que si su intención hubiera tenido un atisbo legal habrían solicitado el ingreso al Tipnis al Sernap, como corresponde a instituciones serias. Creemos que no es correcto que quieran entrar, hay que manejar las cosas con más seriedad y responsabilidad”, dijo Silva.

La comisión había sido invitada por Mauricio Guaji, corregidor de Santísima Trinidad, pero, según Monasterio, después de solicitar la visita, no se ha podido comunicar. Los miembros de la comisión mostraban una carta en la que Jacinto Noza, cacique mayor del Conisur, pide a diputados del MAS y a asambleístas departamentales que los represente ante el Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza, pero, según un comunicado difundido ayer, se habría realizado una reunión extraordinaria de corregidores en la que determinaron prohibir el paso a la comisión por no haber pedido permiso a las autoridades del Conisur.

En ese mismo comunicado, aseguraron que no existe ninguna vulneración de los derechos de los indígenas, ya que la decisión de la construcción de la carretera se la tomó a través de la consulta previa, libre e informada, luego se abrogó la ley 180 que establecía la intangibilidad del Tipnis y se aprobó a través de la Consulta Previa Libre e Informada, la abrogación de la ley 180 y la promulgación de la ley  969, las comunidades del Tipnis decidieron de forma mayoritaria la ejecución de proyectos al interior de sus comunidades.

Lo sucedido en Isinuta ya tiene repercusiones en todo el mundo. Pino Solanas , cineasta y congresista argentino, se mostró preocupado por el destino de la comisión, que contaba con el presidente de la Asociación de Abogados Ambientalistas de ese país. Así mismo, la noticia fue publicada en varios países. Así, un bloqueo que impidió a una comisión ver lo que pasaba dentro de la zona colonizada, hace más visible el conflicto.