Desconfía de las encuestas y destaca que su mejor estrategia es ‘salir a la calle’ como hicieron el 21-F. Habla sobre temáticas de género, generación y participación indígena

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24 de enero de 2019, 4:00 AM
24 de enero de 2019, 4:00 AM

El momento político más feliz que Óscar Ortiz recuerda es la época de los cabildos por la autonomía. “Fueron momentos en los que sentimos esa alegría de participar de una demanda por el progreso y el desarrollo del país”, recuerda el candidato a la Presidencia por la alianza Bolivia Dice No. El más difícil, cuando fue presidente del Senado (2008-2009) y las organizaciones afines al MAS cercaron la plaza Murillo para obligarlos a votar a favor de la nueva Constitución. “No estábamos de acuerdo porque, entre otros aspectos, se introdujo la figura de la reelección. Pese a las presiones y amenazas resistimos. Mantuvimos el voto por el no”, añadió.

Comenzaron a recorrer el país desde los primeros días de enero, ¿esto responde a una lectura de la intención de votos en las encuestas?

Esas encuestas responden a otro momento. La población tenía que elegir por el continuismo o el retorno al pasado que implican otras opciones. Hoy, con nuestra candidatura, tienen la opción del cambio real. Ni mi vicepresidente (Edwin Rodríguez), ni mi persona hemos sido presidentes ni ministros, pero tenemos la experiencia. Somos de la generación que construyó el No al prorroguismo, al autoritarismo, la injusticia y la corrupción que se roba nuestro futuro. La generación que reclama su derecho a gobernar. Hemos demostrado en menos de un mes la diferencia entre las candidaturas. Una que quiere gobernar, prorrogar e imponerse. Otra que cree que se va a combatir a un gobierno autoritario desde la comodidad de un sofá y la facilidad de las redes. Nosotros salimos a las calles como hicimos en el 21-F. 

¿En qué temas centra su propuesta?

Primero el republicanismo democrático. No hablamos simplemente una forma de denominar nuestro país. La república representa un sistema de gobierno limitado con justicia independiente. El presidente no es ‘todopoderoso’, se somete a la Constitución y a las leyes y no las acomoda a su conveniencia. Respeta la elección de autoridades subnacionales. No las persigue ni buscar destituirlas. Proponemos la federalización de la autonomía. Esto significa aplicar los principios federales al desarrollo autonómico. La Constitución actualmente reconoce la autonomía, pero sus leyes son centralistas. Peor aún, se transfirieron responsabilidades, pero el Gobierno se quedó con los recursos, que es lo que pasó con la salud del país. El Gobierno se desentiende de los hospitales a través de la Ley Marco de Autonomías, pero se queda con los recursos que deberían ir para atenderlos. Hay que hacer política del siglo XXI. Esas diferencias de izquierda o derecha, campo o ciudad, oriente u occidente, indígenas o mestizos, son temáticas que se utilizaron para dividirnos y gobernar desde la división. Nosotros creemos en una gestión orientada a solucionar problemas de la gente.

¿Cómo abordan la problemática del machismo?

Tuvimos un conversatorio en Santa Cruz al que acudieron unas 300 lideresas. En ese encuentro expusimos nuestro firme compromiso para proteger la vida, la dignidad y la integridad de las mujeres. Para generar oportunidades y apoyarlas para salir adelante. Por sobre todo, para proyectar su liderazgo en la sociedad.

¿Para la participación de los pueblos indígenas?

Estamos comprometidos con una verdadera inclusión indígena. El senador Rodríguez, un líder originario, es un ejemplo. Él nació en un ayllu en el norte de Potosí. Surge de una región pobre y se supera gracias al esfuerzo de su familia. Adquirió dos profesiones y emergió como un líder de la defensa de los pueblos originarios. No es alguien creado por el marketing político. Tiene al quechua como su lengua materna y el castellano como su segundo idioma. Creemos que la inclusión es un elemento positivo de debate. Pero decimos también que el Gobierno abandonó a quienes lo llevaron al poder y a quiénes supuestamente representaba, originarios y campesinos. Un ejemplo es el Tipnis, o la corrupción del Fondo Indígena. El Gobierno prefirió privilegiar sus intereses políticos y electorales para comprar la lealtad de los dirigentes y hacer campañas, en lugar de promover el desarrollo de esas comunidades.

¿Habla un idioma originario? ¿Puede dar un saludo?

Estudié el idioma guaraní en 2015. Por supuesto: Che chere (Mi nombre es:) Óscar Ortiz, karuma (Buenas tardes) periodista.

¿Qué opina del debate sobre la diversidad sexual?

Tengo una posición clara que la expresé cuando se trató la ley de identidad de género. A la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) les expresé mi respeto como ciudadanos. Mi compromiso es que se los respete y que no sufran agresión ni discriminación. Pero al mismo tiempo digo que en temas como la unión entre personas del mismo sexo, la Constitución establece que el matrimonio corresponde a la unión entre un hombre y una mujer. Habrá temas en los que opinemos diferente por los valores que tenemos, pero se deben garantizar la integridad y la lucha contra la discriminación.

PERFIL

Formación empresarial

Nació el 28 septiembre de 1969. Es administrador de empresas. Fue gerente de la Cainco (1999-2005). Actualmente senador por Demócratas y secretario general de este partido.

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