Quintana y Romero suenan para el Ministerio de la Presidencia

Es casi un hecho que René Martínez ya no irá más al frente del Ministerio de la Presidencia. Sus dificultades de salud obligan a que Evo Morales busque un reemplazante, que, por donde se lo vea, debe ser una figura de mucho peso político. Hechas las averiguaciones en Palacio, por ahora se puede decir que Morales maneja al menos tres nombres —nadie nuevo— para dirigir la cartera más importante de su gabinete: Juan Ramón Quintana, Carlos Romero y David Choquehuanca.   

Quintana ahora es embajador de Bolivia en Cuba. Tuvo un breve encuentro el 18 de diciembre con Morales en un salón de Cancillería. Ahí, el mandatario —en tono jocoso, como si bromeara— le insinuó su regreso. Una fuente del Gobierno explicó a EL DEBER esa posibilidad, pero detalló que el ahora diplomático pretende quedarse en La Habana. De todos modos, la última palabra es de Evo. 

También se buscó a Quintana para consultarle, pero él se excusó, dijo que hará lo que ordene el presidente, aunque no quiso descartar ni confirmar su regreso. 

Quintana fue en dos ocasiones ministro de la Presidencia. Este cargo es similar a un jefe de ministros y clave en 2018 por el tema electoral y de gestión pública. En enero de este año Morales removió a Quintana y posesionó a Martínez, quien en este último tiempo sufrió afecciones en su salud. Y en agosto de esta gestión confirmó a EL DEBER que es “muy difícil” seguir el ritmo del presidente con su cuadro médico. Se intentó contactar a Martínez hasta el viernes, pero no contestó su teléfono.  

Romero, una posibilidad
Carlos Romero es otra carta. Entre junio de 2011 y enero de 2012, tuvo un fugaz paso por el Ministerio de la Presidencia. Llegó a esta cartera porque su antecesor, Óscar Coca, sufría por problemas de salud. Luego de Romero, volvió Quintana, tras un paso para consolidar la Ademaf (Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas).  
Romero se siente capaz de volver a la Presidencia, pero sabe que la última palabra la tiene Morales. Él ahora es ministro de Gobierno. 

Sobre la cuestión, el vicepresidente, Álvaro García, dijo que el cambio de gabinete no ha sido debatido aún con Morales. “Soy honesto, es algo que no hemos debatido con el presidente”, admitió. 

Esa misma línea adoptó el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, quien detalló que los cambios de gabinete no son analizados en esta etapa y que esta cuestión la aborda el presidente pocos días antes del 22 de enero de cada año. 

Uno de los objetivos en el siguiente año es la inversión pública, pero además los temas de gestión estarán casados con el efecto de la campaña electoral previo para las elecciones de 2019. En el Movimiento Al Socialismo (MAS) quieren consolidar la repostulación de Evo Morales y evitar contaminaciones a la imagen del mandatario. 

Choquehuanca, un caso aparte
Una tercera opción para la Presidencia puede ser David Choquehuanca. El excanciller tiene el aval sindical de los sectores afines al MAS, por lo que será una sugerencia para Morales, aunque es sabido que el presidente no admite nada que parezca una imposición de sus seguidores. Cosa del poder.

El dirigente campesino Rodolfo Machaca no quiere dar nombres, pero acepta que muchos ministros no acompañaron el trabajo de los movimientos sociales. Además, ve en Choquehuanca un perfil político y con llegada a todas las organizaciones sindicales. 

Choquehuanca ahora es secretario general de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), pero hace un trabajo político en el área rural. En su última aparición, el 21 de diciembre, el excanciller dijo que acatará las decisiones del presidente. 
“Cualquier decisión que tomen las instancias orgánicas, cualquier decisión que tome el hermano Evo, yo la voy a apoyar, cualquiera que sea la decisión”, expresó el excanciller Choquehuanca. 

Por ahora, Morales busca un perfil político para la cartera de la Presidencia. Tiene opciones, aunque no las ingresó a la mesa de debate. En Palacio Quemado explicaron a EL DEBER que el presidente abordará el 15 de enero los posibles cambios en su gabinete, que por ahora se espera sea mucho más político por los dos años electorales que vienen y que serán cruciales para el MAS.