El grupo de abogados fue cambiado debido a observaciones a su trabajo durante la gestión de la exministra de Defensa Legal del Estado. Pablo Menacho asegura que Dechert, el bufete que reemplazó a Foley, no tuvo ninguna derrota defendiendo otros casos

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6 de julio de 2018, 4:00 AM
6 de julio de 2018, 4:00 AM

El procurador del Estado, Pablo Menacho, en entrevista con EL DEBER, informó que uno de los cambios de abogados para asesorar en la defensa legal del país ante la controversia interpuesta por la empresa chilena Quiborax se produjo en 2010. El equipo jurídico que fue reemplazado había sido contratado durante la gestión de Carlos Mesa. 

Esta es la entrevista completa:

¿Cuántas veces cambió Bolivia sus abogados en este caso?
Nosotros tenemos un bufete con el que se trabaja desde 2010: Dechert, grandes abogados, de los mejores que existen hoy en arbitrajes internacionales.

¿Hubo cambios?
Sí, el 2009, en diciembre, hubo un cambio de la ministra de Defensa Legal. Hasta entonces Bolivia trabajaba con Foley Hoag LLP, otro de los grandes bufetes internacionales especializados. Su socio principal le ganó a EEUU como representante de Nicaragua. Ese era el nivel de abogado que siempre buscó Bolivia para no dejar al Estado en indefensión.

¿Por qué se lo cambió?
Como equipo jurídico con el ministro Héctor Arce, nunca entramos ni a cambiar ni a imponer abogados. Paul Reichler, el abogado principal de Foley, quien incluso hizo un documento crucial en el tema marítimo, el famoso memorando que lleva su apellido, es uno de los grandes en esta área. Fue contratado durante la gestión de Carlos Mesa y nosotros seguimos con él, porque la continuidad y la confianza son muy importantes. Se debe hacer un trabajo minucioso en la selección. Ese año, la ministra suscribió acuerdos que generaron observaciones y derivaron en su destitución. El bufete fue cambiado porque con ellos se llevó adelante esa gestión. 

¿Ahí entró Dechert?
Sí, y desde entonces, hasta el día de hoy, es nuestro bufete de abogados. Fueron dos y no los elegimos ni yo ni el doctor Arce.
En su trayectoria, Dechert defendió el caso Chevron, en Ecuador, por 3.000 millones de dólares. También atendió el caso Perenco y lo ganó, entre otros. Esta firma estadounidense tiene oficinas en China, París, Washington. Es muy solvente, está en todos los foros de arbitraje internacional. Patrocinó también a Colombia contra Glencore y su valor es que no representa a empresas privadas, sino solamente a Estados. 

¿Cobran muy caro?
Tiene tarifas para Estado.

¿$us 450.000 anuales?
No, eso nos costó todo el proceso de anulación, que duró desde 2015 hasta este año. El costo de un arbitraje supera los 4 millones y se discuten cientos de millones, no son pequeños.

¿Defendió en otros tres casos y perdió?
Hoy, el Estado tiene el arbitraje con Glencore, con South American Silver, con Jindal, con RVP, un caso minero reciente, que es Orlandini por temas que ocurrieron en 1998, y una notificación de controversia de BBVA.

¿Los tres perdieron?
No. Están entre los 13 casos que cerramos y arreglamos por solución amistosa. No llegaron a los tribunales de inversión.

¿Quiborax es el primero?
En este caso no se habla de victorias y derrotas, sino de compensar más o menos.

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