Pese a fricciones políticas, Evo invita a Mesa a La Haya

Cuando faltan cinco días para que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya lea su fallo sobre la demanda contra Chile, los políticos bolivianos tratan de demostrar que sus fricciones de política interna pueden quedar atrás en nombre de la causa marítima. Es así que ayer, según confirmó el canciller Diego Pary, el Gobierno anunció que el presidente Evo Morales encabezará la comitiva oficial que viajará a Países Bajos para recibir el veredicto del tribunal este 1 de octubre y que el expresidente Carlos de Mesa, vocero de la causa boliviana y el líder opositor con la mejor intención de voto de cara a las presidenciales de 2019, fue invitado para integrar la delegación.

No es el único expresidente invitado. Figura también el exmandatario Guido Vildoso, militar que propició la transición a la democracia. Tampoco es el único invitado bajo signo opositor: los expresidentes Jaime Paz Zamora, del MIR, y Tuto Quiroga, sucesor de Hugo Banzer durante el mandato de ADN, también fueron convidados por la administración de Morales, pese a sus posturas políticas.

De hecho, si en algo coinciden los tres ex mandatarios opositores es en su rechazo a la habilitación de Morales para una nueva candidatura presidencial y en defensa de los resultados del referéndum del 21 de febrero de 2016 (21-F), cuando la mayoría del electorado le dijo No a la repostulación de Evo Morales-Álvaro García Linera. Ya en el terreno de disputa por el poder, solo De Mesa se acerca a Morales, de acuerdo con diferentes encuestas de intención de voto publicadas.

La invitación a De Mesa se da una semana después de la cita entre el mandatario y sus antecesores en la Casa Grande del Pueblo, donde, según Paz Zamora y Quiroga, le manifestaron a Morales su apego al voto del 21-F. Y según contó Morales, Carlos de Mesa lo llamó ‘padre de la demanda marítima’. Como fuere, el mensaje de La Paz para Santiago es la unidad.

Paz Zamora lo rechazó. “Lo lamento, presidente. No puedo acompañarlo a La Haya. Solo el Estado demócratico de Derecho genera obligación ciudadana y unidad nacional”, escribió en Twitter.

Tranquilidad en Chile

En Chile, el presidente Sebastián Piñera ayer siguió los pasos de Morales. Sostuvo dos reuniones preparatorias para el 1 de octubre y en ellas recibió a los expresidentes Ricardo Lagos y Eduardo Frei, ambos de signo político contrario a Piñera, y a los líderes de los partidos políticos del Congreso.

Tras la cita, Lagos, que enfrentó la arremetida de Carlos de Mesa en la Cumbre de Las Américas de 2004, en Monterrey, dijo con aplomo que en La Moneda espera el veredicto “con tranquilidad”.

A su turno, Piñera, con más mesura que otros días, no descartó ningún escenario. Dijo que existe la posibilidad de que se “rechace o acepte de plano la petición boliviana” o que surja una “solución intermedia” en la que el tribunal “invite a las partes a negociar de buena fe”. Así Chile también hizo su esfuerzo de mostrar unidad.