La edificación será usada por las secretarías que no tienen espacios propios. Los ambientalistas descalifican la obra por considerarla atentatoria contra el medioambiente, pues afecta a un parque

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3 de diciembre de 2017, 23:34 PM
3 de diciembre de 2017, 23:34 PM
Desde fuera del parque urbano de la Autonomía, situado en el cuarto anillo antes del primer defensivo del río Piraí, el edificio de la quinta municipal parece concluido, pues se lo ve pintado y con todos los adornos arquitectónicos, tal como fue concebido.

Sin embargo, si se acerca y lo ve por encima de la barda que lo divide del paseo se aprecia que la planta baja está sin terminar, incluso la hierba y la maleza están muy crecidas y no hay ni un albañil en la obra. 

De acuerdo con el proyecto que se lo dio a conocer en marzo de 2013, tendría un costo de Bs 53,5 millones y el plazo de construcción era de 700 días, es decir, casi dos años calendario; pero han pasado cuatro años desde el inicio de la obra, que fue en septiembre de ese año, y aún no ha sido inaugurada.

Instalaciones

El secretario de Parques y Jardines y Obras de Equipamiento Social, Roberto Áñez, confirmó que el edificio, que desde el aire tiene la forma de una cruz potenzada, está concluido, pues la empresa constructora cumplió su contrato, pero falta lo más importante, el cableado para los equipos que lo harán funcionar de manera inteligente, pues en esa infraestructura se pretende economizar el consumo de energía eléctrica, agua, teléfono, aire acondicionado, entre otros.

“La tendencia de los nuevos edificios corporativos es que sean inteligentes, es decir, más eficientes en cuanto al ahorro de servicios y energía, es por ello que tardaremos en el colocado de los cables, estimo que entre agosto y octubre del próximo año estará listo para ser inaugurado y usado”, manifestó Áñez.

El funcionario aclaró que en la edificación, de tres plantas, funcionarán aquellas reparticiones municipales que no cuentan con un edificio propio. “Queremos reducir los gastos de alquileres a la comuna”, acotó.

Lo que no ha avanzado es la apertura de vías de acceso, pues sigue siendo estrecha la calle del extremo norte del parque, la cual es usada por las personas que poseen y alquilan carritos jalados por caballos, las que han convertido el predio en un muladar.

Áñez reveló que la Secretaría de Planificación está haciendo el proyecto de los ingresos a la quinta, que en un primer momento se habló de una avenida que bordeará el defensivo del río. 

Críticas

Igual como sucedió los días de la refriega entre los activistas ambientales y funcionarios municipales, entre septiembre y octubre de 2013, que se oponían a que la comuna use parte del parque de la Autonomía para levantar el edificio, continúan las críticas contra el proyecto. 

Para Eliana Torrico, del Colectivo Árbol, la quinta municipal será como el caballo de Troya que iniciará el destrozo el cordón ecológico del río Piraí. 

“La quinta municipal es una clara muestra de cómo los derechos colectivos son vulnerados por el capricho de nuestras autoridades en el país. Este edificio, que se ejecutó contra viento y marea, es ahora un elefante blanco dormido, como tantas obras públicas que vemos sin uso desmoronándose”, anotó Torrico. 

Hernán Cabrera, que en 2013 fungía como representante de la Defensoría del Pueblo, y que fue parte de la oposición del proyecto, asegura que vulneró las leyes medioambientales de protección del cordón ecológico del río. 

“Estamos a tiempo para evitar que funcionen oficinas burocráticas donde asistirán 1.000 trabajadores y miles de usuarios a realizar trámites, aparte de los parqueos y de los vendedores ambulantes que se apostarán en los alrededores”, acotó Cabrera.

Para el urbanista Fernando Prado, fue un error garrafal construir un edificio de estas características en un parque. “Es un atropello al Código de Urbanismo y Obras que causará impactos ambientales y urbanísticos. Para salvarlo hay que convertirlo en un museo o centro comunitario de exposiciones culturales dentro del área verde”, añadió.

 
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