No habla con Evo Morales desde poco después del 21-F. Salvo algunos alcaldes, los masistas la olvidaron en la cárcel. Asegura que es inocente y que no tiene dinero

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7 de diciembre de 2017, 6:05 AM
7 de diciembre de 2017, 6:05 AM

“La casita -un tambo de una sola agua que apoya al límite sudeste de un lote ancho y profundo- está muy bien. Estaba con unos inquilinos que la han mantenido muy bien”, dice Nemesia Achacollo, una de las exministras de más larga duración del gabinete de Evo Morales. Al fondo hay triciclos, perros y baldes que entretienen a sus nietos. En el jardín crecen hasta tres tipos de mangos debidamente podados para que den fruto sin crecer demasiado. Es verdad, la casa fue bien cuidada y, tras un año y cuatro meses en la cárcel de Miraflores en La Paz, este inmueble situado entre el segundo y tercer anillo de circunvalación de Montero, hipotecado hasta 2022 por $us 35.000, es su nueva cárcel. 

“No puedo pasar esa puerta, porque me ‘wasapean’ y ustedes lo publican”, dice. Solo puede salir los lunes y los viernes, cuando toma un avión rumbo a La Paz para firmar el libro de la Fiscalía. Esa es la forma de comprobar que no ha huido, que afrontará los cargos por incumplimiento de deberes en el caso Fondo Indígena, en el que se la acusa de falta de celo para cuidar los recursos del Estado, malversados por las cabezas de los principales movimientos sociales del país. “Me acusan de no haberlos metido presos a su tiempo”, lamenta.

¿Creyó que iba a quedar detenida cuando fue a declarar en agosto del año pasado?
Era la tercera vez que iba a declarar, porque yo era querellante, pero nos metieron por incumplimiento de deberes. 

 



Usted fue enviada a la cárcel de Miraflores, para personas condenadas, ¿cómo fue estar detenida allí? 

Éramos 70 personas, pero solo 16 tenían sentencia. En los seis primeros meses, no podía informar. No puedes tener radio ni tele. Esa es la regla interna. A partir de los seis meses pude tener una radiecito, un compañero se solidarizó y me regaló una radio. Después pude tener una tele pequeñita para informarme. 


¿Cómo pasaba el tiempo sin radio y sin tele?

Hay talleres de costura, artesanía, repostería. Más me he entretenido yo en el taller de costura, desde el tercer día entré. Primero es la celda, después de las 18:30 no puedes salir al patio y a medianoche te cortan la luz. Es muy aburrido, es un ambiente bien pequeñito, el tamaño de este lote. Medí mi celda porque pienso escribir un libro. Tenía 2,70 de ancho por tres metros de largo. Éramos cuatro personas. Entre una cama y otra había medio metro de distancia. 


¿Todas eran tratadas así, incluso Gabriela Zapata?

Ella tiene una celda especial. No sé, no le entiendo. Nunca le hablé. 


¿Se sintió abandonada en la cárcel?

Todo uno puede pensar. Es bien duro enfrentar eso.


 Fue una de las ministras más estables del Gobierno de Evo, viajaba seis días a la semana, ¿fue esa gente a visitarla?

Los únicos que fueron a visitarme fueron los compañeros de Santa Cruz, Beni y Pando. En unas dos ocasiones tuve visitas de los compañeros de Tarija. Iban compañeros alcaldes de Pando y Beni, los compañeros, amigos empresarios privados de Santa Cruz, que realmente poco esperaba, pero que estuvieron conmigo desde el inicio.

 

La meten presa por un fondo que debía ayudar a los más pobres, ¿los que fueron a visitarla fueron los supuestos oligarcas? 

Sí. Nunca voy a dejar de agradecerles porque ahí es donde uno sabe quién es quién, con quién contamos, quiénes son los amigos.

¿Su partido la abandonó?
He visto excepción aquí en Montero. No me quejo de mis alcaldes de Santa Cruz, de Beni y de Pando. Estuvieron visitándome. Otros no fueron, pero estuvieron viendo por mis papás, por mis hijos, que tuvieron que pasarla negras.

¿No tenían ingresos?
Teníamos nuestra pequeña granjita, pero la tuvimos que cerrar. Teníamos nuestro pequeño carrito, pero también lo vendimos. Estaba hace un año comenzando una granja, pero quedó paralizada. Con mi aguinaldo había comprado mil pollitos para emprender, estaban comenzando a poner huevos y ahí se acabó todo. Lo único que he podido salvar es la casa. 

Los opositores dicen que usted es un ejemplo de que la justicia no sirve, por la reducción de la fianza, ¿lo ve así? 
La oposición puede pensar lo que le dé la gana, es fácil ser oposición, pueden torcer lo que quieran. Tampoco me afecta. 

¿Uno cambia mucho en la cárcel?
Sí. En el camino uno se vuelve dura. La retardación de justicia es dura. Por eso es que para mí no hubo ningún favorecimiento. Por cada audiencia debía esperar dos, tres meses. Si dicen que la justicia es tan buena, las reglas deberían ser parejas para todos. He visto que al señor Ernesto Suárez le dieron Bs 30.000 de fianza. ¿Por qué se ensañaron conmigo? A mí no me rebajaron ni un peso. Me cambiaron las medidas sustitutivas y tuve que conseguir tres personas con una casa sin hipoteca y con trabajo estable que garanticen cada uno Bs 50.000. En esos tres garantes se suman Bs 150.000 y 50.000 más me empozan. Con eso sumaron los mismos 200.000. Yo lo veo así. Habían pasado 21 días y no encontrábamos quién nos preste Bs 200.000. 

¿De qué va a trabajar ahora?
Primero voy a trabajar con mi familia (montará en su casa un taller de costura para fabricar sábanas) y después voy a incorporarme al chaco. En un mes voy a pedir que modifiquen esa medida para poder trabajar.  

 

Usted dijo que hay responsables y que deben pagar por lo que hicieron, ¿a quiénes se refería?
Ya en su momento la justicia se encargará de ellos. Hay un exdirector del Fondioc que está prófugo. Hay gente que se ha sacado la plata que tampoco está presa -habla de Adolfo Chávez, de Cidob- ni han hecho descargos que debían hacer. 

¿Le han podido demostrar que usted se apropió del dinero del Fondo Indígena?
Desde el primer día de la investigación yo dije ahí estaban mis cuentas, para que me hagan seguimiento. No hay nada que se pueda tranquilamente ocultar. No hay ningún dirigente que haya dicho que me dio plata por aprobar un proyecto. En estas audiencias no he recibido ninguna acusación de nada ni el fiscal ha mostrado una evidencia de que tengo plata. Estoy por incumplimiento de deberes, ese es uno de los temas que dicen, estuve presa porque no metí a la gente a la cárcel en su debido momento.

¿Y debió meterlas en algún momento a la cárcel?
Pero ellos eran el directorio. Era muy grave. Le habíamos hecho en un informe al presidente porque el fondo no tenía ni pies ni cabeza. El presidente pidió una auditoría a los proyectos y así la Contraloría hizo una auditoría.

¿En qué momento se maleó el Fondioc?
Fue por el mal manejo del directorio. Esto fue un decreto de Eduardo Rodríguez Veltzé, que los hizo juez y parte, fiscalizador y ejecutor al mismo tiempo. Creyeron que la plata era de ellos y que podían hacer uso y abuso.  

¿Cometieron abusos los directores del Fondioc?
Cometieron el abuso de tomar recursos. Espero que la justicia haga la investigación, porque hay proyectos que están, pero que no tienen cierre, y parece que toda la plata fue malversada y no es así. 

¿Qué pasó con el MAS en Santa Cruz desde que no está usted?
No sé, no me he informado. No he querido saber. 

¿Y no le comentaban sus compañeros?
Tampoco han venido a verme. Unos cuantos apenas. El que ha estado permanentemente conmigo es el alcalde de Montero y también el de San Pedro. Tampoco informaban, no querían darme una preocupación más. Siempre decían que todo estaba bien. 

¿Piensa volver a la política?
Espero pensarlo con más tiempo, quiero dedicarme a mis padres, que son de la tercera edad, mi mamá es diabética, está enferma. 

¿Cuándo fue la última vez que habló con el presidente Morales?
Después del referendo (del 21-F). De la campaña hablamos. Ni sabía que me iban a detener.   

 



¿Ningún ministro la llamó?

No. Espero que vengan a visitarme ahora que estoy acá.