Han convocado a movilizaciones en todo el país para el aniversario de la recuperación de la democracia. Dicen ser los verdaderos representantes de esta gesta. Las plataformas lo ven como un intento de confrontación

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5 de septiembre de 2018, 10:00 AM
5 de septiembre de 2018, 10:00 AM

Con unas elecciones primarias en un horizonte tan cercano como enero del próximo año, las calles se comenzarán a calentar prematuramente antes de que termine 2018. Luego de la reunión de plataformas opositoras que pretende llevar adelante un paro cívico el 10 de octubre, aniversario de la recuperación de la democracia, el oficialismo ha decidido dejar de mirar de palco las movilizaciones y medir fuerzas con la oposición.

Ayer, tras una reunión en el nuevo palacio denominado Casa Grande del Pueblo, Evo Morales y los dirigentes del Consejo Nacional del Cambio (Conalcam) anunciaron movilizaciones en todas las capitales de departamento para el mismo día. Esto es visto como una provocación por parte de las plataformas opositoras, pero para los movimientos sociales oficialistas es solo una forma de demostrar quiénes recuperaron la democracia y quiénes estaban con las dictaduras.

Hubo una conferencia de prensa en la que se leyó un manifiesto firmado por la Central Obrera Boliviana y todas las confederaciones representadas en la Conalcam. Freddy Mamani, dirigente nacional del magisterio, fue encargado de leer el documento denominado Por la defensa de la democracia y la recuperación de nuestros recursos naturales. A través de él convocan a sus bases para recordar a los “indígenas, campesinos, obreros e intelectuales caídos y torturados en la lucha contra la dictadura”. Recordó nombres como los de Rosendo García, Mauricio Lefevre, Luis Espinal y Marcelo Quiroga Santa Cruz, pero también a Domitila Chungara, Simón Reyes y Federico Escóbar.

“Hoy vemos a los que se sirvieron de la dictadura y luego de la democracia pactada, embanderarse con la lucha por la democracia, cuando su lugar estaba al lado de los dictadores”, leyó el profesor. “Enfrentaremos cualquier intento neoliberal que utilice las banderas de la democracia”, continuó.

Eso, un enfrentamiento, es lo que aseguran los representantes de plataformas que quiere buscar el Gobierno al convocar a esta movilización, pese a que para el 21 de febrero se convocaron movilizaciones simultáneas que, al final, no terminaron en violencia.

“Nos busca desanimar”, dice Eduardo Gutiérrez, de SOS Bolivia. “No se acostumbran a que son la nueva minoría y ya no tienen fuerza para movilizar a la gente”, desafía de inmediato. Gutiérrez fue uno de los dirigentes de plataformas opositoras que participaron de un encuentro nacional el último fin de semana en Sucre. Allí definieron un paro nacional o concentraciones en las capitales del país, depende de lo que puedan lograr.

Gutiérrez dice que estuvieron representadas unas 200 plataformas de todo el país y está seguro de que lograrán concertar el paro para el miércoles 10 de octubre. Hoy, en Santa Cruz de la Sierra, los comités cívicos del país se reunirán para analizar las fuerzas y el panorama, ya que también en Sucre se definió que se marchará de Caracollo a La Paz el día que el Tribunal Supremo Electoral deba definir si acepta la inscripción del binomio Evo Morales-Álvaro García Linera para las elecciones primarias de enero.

Otras plataformas, como Me comprometo con Bolivia, ven prematuro comenzar a movilizarse ahora y creen que hay que ahorrar fuerzas para cuando Morales sea oficialmente candidato, ya que, según María Belén Mendívil, allí se habrá roto el orden constitucional.

Para Juan Carlos Guarachi, ejecutivo de la Central Obrera Boliviana, sin embargo, será la oportunidad de demostrarle al país que las plataformas de la derecha y la oposición se quieren apropiar de la democracia, cuando fueron los trabajadores los que ofrendaron sus vidas para recuperarla.

Sin embargo, Álvaro Siles, de la plataforma G-21, asegura que no se dejarán intimidar y que en la reunión de Sucre han logrado una fuerte unidad.

Mientras tanto, Evo Morales ha decidido salir al paso y luchar por quién representa realmente a la democracia, si la oposición o el oficialismo. Ayer recordó largamente la implicación del MNR y la Falange en los golpes de Banzer y Natush Busch, y aseguró que fueron los obreros, campesinos, indígenas e intelectuales los que la recuperaron a fuerza de paro y movilizaciones.

Morales parece ya estar con el traje de candidato, no por convocar a movilizaciones, sino porque ya hace anuncios que parecen ofertas de campaña. Ayer, a punto seguido del anuncio de la Conalcam, prometió que desde 2019 comenzará a correr el seguro universal de salud que ofreció cuando era presidente-candidato en los comicios de 2014. Así, con un solo competidor, parece que la carrera electoral ya ha comenzado.

 

Evo critica a la ANP por ley de la mentira

El presidente Evo Morales criticó ayer el rechazo de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) a su propuesta de elaborar una ley que castigue la mentira en el país, dirigida a autoridades y medios de comunicación. Morales, mediante su cuenta en Twitter, dijo que con esa posición queda claro que en la ANP “no son periodistas de base, sino empresarios”.

“¿Cómo una institución como la Asociación Nacional de la Prensa, que representa a medios de comunicación, puede rechazar proyecto de ley contra la mentira? Por ética profesional deben defender la verdad”, escribió en esa red social.

La ANP había condenado el interés de Morales por esta norma, a pesar de las advertencias de que iba en contra de los derechos fundamentales. Le recordó al mandatario que la libertad de expresión no es una concesión de los Estados, sino un derecho que no puede tener condicionamientos previos. /ABI