El mandatario boliviano le pidió la fórmula para ganar elecciones con el 93%, pese a que los comicios del país africano son cuestionados por su falta de libertades. También elogió su desarrollo y su alto PIB per cápita, pese a que  la mitad de su población es pobre y no tiene acceso a servicios básicos

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24 de noviembre de 2017, 4:00 AM
24 de noviembre de 2017, 4:00 AM

Teodoro Obiang Nguema es el primer presidente africano que visita Palacio Quemado y el primero que firma acuerdos bilaterales con Bolivia. Es jefe de Estado de Guinea Ecuatorial desde que el 3 de agosto de 1979 diera un golpe de Estado a su tío, para quien había trabajado como máximo responsable de la prisión  Playa Negra, por donde, según las estimaciones internacionales, pasaron entre 20.000 y 50.000 personas de una nación que para ese entonces tenía apenas 350.000 habitantes. Obiang se transformó en el primer mandatario africano en recibir el Cóndor de los Andes en su grado Gran Collar, despertando las críticas de la oposición. 

Obiang Nguema es el presidente más longevo del mundo, el que más tiempo lleva en el poder y está acusado de torturas, fraude electoral, persecuciones políticas y tal grado de corrupción que Transparencia Internacional no puede incluir a su país en su índice global porque es “demasiado opaco” como para catalogarlo. Así lo reflejó la BBC, la misma red británica de noticias que elogió la economía boliviana hace pocas semanas. 

Los actos
Todo comenzó temprano por la mañana. Tras reunirse con los jefes de bancada de su partido, Evo Morales recibió a su homólogo africano en las puertas de Palacio. Lo abrazó antes de ingresar y luego sostuvo una reunión que se prolongó hasta el almuerzo. Allí firmaron cinco acuerdos que, según la agencia estatal ABI, están referidos a los ámbitos de hidrocarburos, diplomacia, política, formación y asistencia técnica. El encuentro fue además aprovechado por Morales para regalarle a Obiang el Libro del Mar. 

Antes de que se marchara de Palacio -su visita se enmarca en el IV Foro de Países Exportadores de Gas, realizado en Santa Cruz de la Sierra-, Obiang aseguró que desde que desembarcó en Viru Viru sintió el cariño de Bolivia, se ofreció como puente para la cooperación entre América Latina y África, aseguró que los dos continentes tenían economías complementarias y abogó por la cooperación sur-sur. Guinea Ecuatorial tiene una superficie 40 veces más chica que Bolivia y una población de poco más de 1,2 millones de habitantes. También es el tercer mayor exportador de petróleo de toda África y dueño de una de las reservas de crudo más grande del planeta, lo que lo ha llevado a tener un PIB per cápita de más de $us 8.000, casi tres veces más que el de Bolivia.

Ese dato le gustó al presidente Morales, que comenzó su discurso con esa cifra. “¿En qué nos parecemos (con Guinea Ecuatorial)? Qué importante había sido ejercer el  control del Estado (sobre los recursos naturales)”, dijo el mandatario. Con ese PIB, más de la mitad de la población de Guinea Ecuatorial no tiene acceso al agua potable (el peor índice de África), su nación ocupa el puesto 135 en el Índice de Desarrollo Humano y la esperanza de vida es de 54 años para los hombres y 57 para mujeres, uno de los índices más bajos del mundo.

A renglón seguido, Morales relevó “la estabilidad política y social que garantiza el crecimiento económico”, un discurso que ha usado para describir su mandato, pero también se apega al africano. Obiang es el presidente más estable del mundo. Lleva 38 años en el poder, más que ningún otro mandatario. En las elecciones de 2017 obtuvo 69 de 70 senadores y 99 de 100 diputados. Pese a que tiene 75 años, su partido ya ha anunciado que se presentará como candidato a los comicios de 2022. Si muere antes, su hijo Teodorín lo sucederá. Es el vicepresidente y fue condenado en Francia a tres años de prisión por corrupción. En EEUU, el heredero fue obligado a entregar una mansión en Malibú, un Ferrari y una colección de objetos que pertenecieron a Michael Jackson. En las últimas elecciones presidenciales, Obiang fue reelegido con el 93,5% de los votos. 

“Quisiera que nos comparta la experiencia nuestros hermanos ministros de Guinea Ecuatorial, en las elecciones el hermano Teodoro siempre gana con más del 90%. ¿Qué acuerdos hay que hacer?, ¿hay opositores? Vamos a conversar”, dijo Evo Morales.

Según Amnistía Internacional y Human Rights Watch, Obiang es considerado uno de los mayores represores del mundo y se lo ha denunciado por las desapariciones de activistas, la tortura, la falta de libertad de prensa, la falta de garantías jurídicas reales, la manipulación de los procesos electorales y el extremadamente desigual reparto de la riqueza del país. Severo Moto, un opositor  exiliado en España, en una entrevista con el diario Mirror, lo acusó de canibalismo, de comerse el cerebro y los testículos de un comisario que no le hacía caso. El hecho nunca fue verificado.

Indignados

La oposición no tardó en reaccionar a  la condecoración. Para María Lourdes Landívar, senadora de UD, el Cóndor de los Andes no puede recaer en una persona “que lleva adelante una política del terror en su país y es considerado por todos los organismos internacionales de defensa de los derechos humanos como uno de los más grandes, corruptos y sanguinarios dictadores”.

Samuel Doria Medina, jefe de UN, usó su Twitter para decir que Morales evidencia su aislamiento y el camino que quiere transitar al condecorar “al tirano presidente Obiang”. “¿Será que no sabe quién es el invitado?”, preguntó.

Rolando Villena, exdefensor del pueblo, opinó que la condecoración es una manifestación torpe de ejercicio del poder por parte del presidente Morales, que no hace una buena lectura de la realidad. Aseguró que fue testigo de condecoraciones a gente valiosa, más allá de sus posturas políticas, pero que ahora se las entrega más por razones coyunturales, lo cual para él refleja “un deterioro profundo de la lectura política del Gobierno”.

José Alberto Gonzales, presidente del Senado, aseguró que no conocía la historia de Guinea Ecuatorial. “No conozco la historia de ese país, no sé, no tengo idea, estamos prejuzgando (el hecho que lleve 38 años en el poder)”, dijo. Gonzales calificó la condecoración a Obiang como un acto protocolar. “Si desde una postura ideológica se considera que es mala persona, es una consideración política, lo que no le quita que sea presidente y que cuando visita el país cumplan los protocolos”, añadió.  Y ese protocolo implica darle el Cóndor de los Andes.

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