Asegura que el fallo de la CIJ fue uno de los momentos más difíciles de la historia del mar y plantea una nueva era de relaciones bilaterales con Chile.

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24 de marzo de 2019, 13:42 PM
24 de marzo de 2019, 13:42 PM

El expresidente y candidato presidencial Carlos Mesa admite su responsabilidad en el fallo de la Corte Internacional (CIJ) que rechazó la demanda de Bolivia contra Chile y asegura que el 1 de octubre del 2018 constituyó uno de los momentos más difíciles de la historia del mar boliviano.

Bajo el título "Mi posición ante el fallo de la CIJ", este domingo publica en su blog personal un texto de más de 20 páginas en el que detalla los hitos y argumentos más importantes de los cinco años del juicio en La Haya.  "Este texto es mi interpretación de porqué Bolivia tenía fundadas esperanzas de éxito y porqué la CIJ tomó la decisión que tomó", afirma.

Mesa considera que las consecuencias del fallo "están todavía por dilucidarse" y asegura que aun del párrafo del fallo que en sus consideraciones finales no niega el espacio para un diálogo bilateral es "completamente adverso a Bolivia".

"Asumo a plenitud la parte de responsabilidad que me toca ante este fallo como portavoz internacional de la demanda" dice el vocero de la demanda marítima cuyo rol fue destacado en la víspera por el presidente Evo Morales, durante la celebración del Día del Mar.

El expresidente que tuvo a su cargo la vocería de la causa marítima boliviana reconoce que el resultado del juicio ha dejado "un sentimiento de frustración y la sensación de fracaso" por lo que asume la responsabilidad de dar una explicación y realizar una interpretación del "inesperado desenlace".

Explica que se consideraron diversos escenarios, un fallo favorable o contrario, pero que "se supuso que era posible pensar en un fallo "intermedio" o "salomónico" en base a una lectura de fallos anteriores de la CIJ  especialmente tomando en cuenta las premisas y la lógica del fallo de 2015.

Mesa hace un recuento de la demanda y platea que es necesario "evaluar si Bolivia tenía o no una estrategia seria y bien fundamentada para llevar adelante una demanda de ese calado, aun conociendo los riesgos de un fallo desfavorable".

Casi al cierre del texto asegura que "Yerran quienes atribuyen este revés a la falta de argumentos y de consistencia por parte de Bolivia" y plantea "la formulación de una nueva era con nuevas personas en las relaciones bilaterales con Chile que promuevan el diálogo, la confianza y el desarrollo de una agenda amplia que resuelva varios asuntos pendientes, y que construya puentes de integración y beneficio mutuo".