El expresidente opinó sobre la muerte de Jonathan Quispe y las responsabilidades en el caso, en un artículo publicado este domingo en un diario paceño

El Deber logo
3 de junio de 2018, 16:01 PM
3 de junio de 2018, 16:01 PM

Para el vocero de la causa marítima y expresidente, Carlos Mesa, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, es responsable político de la muerte de Jonathan Quispe y de las versiones inventadas sobre las circunstancias de su muerte, por la gravedad de ambas acciones cree que la autoridad debe renunciar.

"Romero es responsable de dos cosas que en un país democrático solo tienen un desenlace. La primera, la muerte de Jonathan. Si se ha juzgado a autoridades políticas por emitir un decreto que autorizó a las Fuerzas Armadas a controlar el orden constitucional, lo que produjo muertes, ¿por qué en este caso debiera actuarse de modo diferente? La responsabilidad política es del ministro encargado de la preservación del orden", señala Mesa en su artículo publicado este domingo en el diario paceño, Página Siete.

Añade que la responsabilidad política es de Romero. "La segunda, el Ministro ha mentido al dar versiones inventadas sobre los móviles y las armas caseras que supuestamente produjeron la muerte del joven. ¿Tal mentira se soluciona pidiendo disculpas? No, se soluciona presentando la renuncia al cargo por la gravedad de ambas acciones", añade la exautoridad.

El joven universitario de 20 años murió el 24 de mayo. Una canica disparada desde una escopeta lanza gases terminó con su vida. El ministro Romero en una primera aparición y solo con un informe del Instituto de Investigación Forense "resolvió" el caso. Dijo que la canica había sido disparada desde un cartucho de petardo, desde un puente de la Avenida Juan Pablo II y acusó a los estudiantes como los directos responsables del hecho.

Una semana después cambió su versión dijo que la canica fue disparada a través de una escopeta por un subteniente quien hubiera actuado de forma "autónoma" y que no fue desde un puente como había señalado la primera vez.  

El vocero de la causa marítima cree que la muerte de Jonathan "ya no es una excepción en la secuela de actos represivos del gobierno del presidente Evo Morales", sino que en su criterio se convirtió en una "dramática regla" cuando existen movilizaciones en contra de su poder discrecional.

En su artículo señala que las autoridades pero en particular el titular de Gobierno se empeñaron en demostrar que el estudiante de la Universidad Pública de El Alto cayó herido producto de una canica y no solo eso sino que hubiera sido lanzada por sus propios compañeros, con "oscuras intenciones de cobrar una vida propia para convertirla en bandera política".

Recuerda que hace dos años murieron seis funcionarios del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto y que en esa oportunidad el Gobierno inmediatamente responsabilizó a la Alcaldesa de la propia quema de su edificio.

"Quienes detentan el poder acusaron a la propia Alcaldía conducida por Soledad Chapetón de ¡ser culpable! de esas muertes, a todas luces provocadas por hordas oficialistas que provocaron un incendio criminal en el edificio edil que atrapó a las víctimas", afirmó Mesa, al sostener que el Gobierno vive en un mundo al revés.

Pero que esta vez el "tamaño de la mentira no resistió", dice Mesa, porque el ministro Romero llegó al extremo de amenazar con acciones judiciales a quienes acusen al Gobierno de tener responsabilidad en el caso.  

¿Nos estaba diciendo a todos que -igual que con la burla flagrante a la soberanía popular expresada en el NO del 21F-, hay una CPE para el común de los mortales y otra no escrita para quienes detentan el poder?, cuestionó.

El exmandatario también puso en cuestión la versión del Gobierno sobre que el subteniente Cristián Casanova actuó sin obedecer a una cadena de mando y a una estructura jerárquica que define la actuación de los oficiales y suboficiales y no así como las autoridades afirman que en el caso de la muerte de Jonathan el policía hubiera disparado la canica de manera autónoma.

Pero también cree que a pesar de la gravedad de la situación, el ministro no va a renunciar. "No va a ocurrir, porque vivimos en el mundo al revés. En ese mundo bizarro de este gobierno el subteniente es el responsable de todo lo ocurrido. Es lo que sucede en este caso como en tantos otros en los que la CPE vale tanto como las pesadillas de quienes no pueden despertarse aún para librarse de ellas", asegura en su artículo.

Tags