Los ‘desertores’ de UN le pegan a Mesa, que es defendido por los fieles a Samuel. El expresidente los amenaza con juicio y un ministro contradice los datos de su ‘vice’

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29 de marzo de 2019, 4:00 AM
29 de marzo de 2019, 4:00 AM

Aunque oficialmente la campaña electoral ‘largará’ al día siguiente de que se registren los candidatos para las elecciones generales 2019, ayer los políticos se enfrentaron en la primera ‘batalla masiva’ de declaraciones y las ‘balas’ llegaron a las trincheras Comunidad Ciudadana, Bolivia Dice No y el MAS. Además, hubo un visitante sorpresa: En teoría, Unidad Nacional está casado ‘a la fuerza’ con Demócratas en la alianza Bolivia Dice No (quiere deshacerla, pero el Tribunal Supremo Electoral no permite el divorcio si no es de mutuo acuerdo), pero salió a atacar a su ex (aliado) en defensa del candidato de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, que terminó amenazando con juicios.

Las primeras escaramuzas comenzaron el miércoles, cuando los diputados Wilson Santamaría y Rafael Quispe, exaliados de UN que firmaron para las filas de Óscar Ortiz, revelaron que Mesa recibió -por concepto de gastos de viaje- Bs 1,02 millones durante los cinco años que fue vocero de la demanda marítima. Mesa saltó y aclaró que su trabajo en la defensa de la demanda marítima fue ad honoren y anunció juicios contra Quispe y Santamaría. Ni siquiera necesitó mostrarse en persona para lanzar la amenaza, lo hizo a través de su blog.

Nadie del equipo de Mesa salió a atacar a los nuevos aliados de Ortiz. La defensa al expresidente vino del lado de uno de los diputados que aún es fiel a Doria Medina y al UN y que -a la vez- sigue siendo aliado de Ortiz en lo que queda de UD (el ancestro de Bolivia Dice No) en la Asamblea Legislativa. El defensor fue Amilcar Barral, que les dijo a Quispe y Santa María que eran funcionales al MAS.

Barral había pedido el mismo informe sobre los gastos en la demanda marítima, que sí les facilitaron a Quispe y a Santamaría, pero a él le respondieron que era secreto de Estado. A Barral le extrañó que esta información sí se la hayan dado a Santamaría, pero a él no, aunque su excorreligionario solo pidió los gastos de la vocería marítima, no todo lo erogado para el litigio en La Haya.

Mientras esa pelea se calentaba, en Twitter, Manuel Canelas, ministro de Comunicación, amplió su rango de ataque a Comunidad Ciudadana. Esta vez no se ocupó de los dichos de Mesa, sino de su vicepresidente, Gustavo Pedraza. Cita una frase del abogado, cuando dice que “la evidencia empírica real nos muestra que quienes dicen tener la receta en 13 años nos dejan un país con: pobreza completamente irresuelta”. Canelas le responde que con Mesa presidente y Pedraza, ministro, la pobreza era del 38,2% y hoy alcanza al 15,2%.

En medio de eso salió el canciller Diego Pary y aclaró que en toda la demanda marítima se gastó $us 14,8 millones, mientras los diputados del MAS se divertían con las peleas de los opositores: “Le pongamos ritmo a la obra”, propuso el diputado masista Elmer Callejas. A eso le sumó una ‘copla’ su correligionario Édgar Montaño: “No vamos a entrar a esa interna, no es gratis que le hayan quitado la novia a los verdes oscuros”. Para el presidente de la Brigada Parlamentaria Cruceña, Quispe y Santamaría pagan su pase atacando al candidato opositor con el que Ortiz disputa los votos: Mesa.

Y si de algo sabe Quispe es de jugar al ataque: como un filoso puntero, dijo que no le temía a la amenaza de juicio de Mesa (los masistas lo han curtido en esas lides) y dejó un recadito al expresidente y candidato: “Siendo candidato nos enjuicia, me pregunto, ¿Si es presidente nos manda a fusilar?”.

Para el analista político Marcelo Silva, los opositores deberían estar muy preocupados en esbozar una estrategia para ganarle al MAS porque no están progresando en las diferentes encuestas. Mesa ha bajado en sus expectativas y no levanta más en las encuestas, mientras que Ortiz tiene una levantada, pero restando votación a Mesa. Y todo eso beneficia al MAS.

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