Las agresiones al hijo de Albarracín y a una señora, como la gasificación y uso de la fuerza de la Policía, están en el debate

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23 de febrero de 2018, 6:00 AM
23 de febrero de 2018, 6:00 AM

La agresión de un viceministro a una mujer o la que denuncia el rector de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Waldo Albarracín; al igual que la fuerza utilizada por la Policía contra un grupo de asambleístas en la Plaza Murillo o en casos de desbloqueo en La Paz y Santa Cruz levantaron roncha el día después del 21-F y le cobran factura a un ministro, a un viceministro y a la Policía.

La diputada opositora Fernanda San Martín pidió la renuncia del viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas, quien fue filmado cuando agredió a una mujer en inmediaciones del estadio Hernando Siles de La Paz.

La legisladora envió una carta a la ministra de Culturas en la que le exige que lo destituya del cargo si él no renuncia. Además, dijo que sentará una denuncia por violar la Ley 345.

La senadora Adriana Salvatierra respondió que no se puede justificar ningún tipo de agresión y pidió disculpas, aunque mencionó también que hubo otros hechos de violencia protagonizados por opositores en contra de oficialistas que no merecieron atención de los medios.

El rector Albarracín volvió a pedir que el ministro de Gobierno revele el nombre del policía que disparó una granada de gas que lastimó a su hijo. “Si no lo hace, estaría encubriendo y eso me dará lugar a interponer una acción legal”, manifestó.

 El ministro respondió que nunca instruyó perseguir o reprimir a nadie, anunció que envió un memorial a la Fiscalía para que indague a fondo este caso, y el Ministerio Público será la instancia (no a Albarracín) a la que hará llegar el informe, que ya solicitó al Comando de la Policía.

La Defensoría del Pueblo elevó un pedido de informe a la Policía y al ministerio para que expliquen los hechos de violencia durante la jornada.

La oposición presentó una petición de informe contra Romero, por la agresión de la Policía a asambleístas de la oposición que fueron gasificados la mañana del miércoles cuando intentaban iniciar una conferencia de prensa en la plaza Murillo, como por el caso Albarracín.

El senador Edwin Rodríguez manifestó que “cómo es posible que la Policía reprima, quién ordenó, eso debe decir el señor ministro. Segundo, cómo es posible que se dispare a quemarropa a ciudadanos, como ocurrió en el caso del hijo de Albarracín”.

En Santa Cruz se produjo otro altercado entre policías y manifestantes, cuando un grupo de mujeres se resistieron a salir de la vía en la ruta al norte y fueron sacadas a la fuerza.

El comandante de la Policía de Santa Cruz, Alfonso Siles, respondió que “mientras no hubiera excesos, la Policía no iba a intervenir. Cuatro personas tozudas que habían agredido  no quisieron dialogar. Se procedió sin utilizar fuerza excesiva. La Policía hace algunas veces de villano y otras de héroe”.