Hay luto en Caranavi, una de las zonas más azotadas por este fenómeno, y se teme que la situación se agrave en los próximos días. En Beni también hay desolación. Existe un presupuesto de Bs 150 millones para atender los fenómenos extraordinarios

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4 de febrero de 2019, 4:00 AM
4 de febrero de 2019, 4:00 AM

Son 1.673 familias damnificadas y otras 4.336 afectadas. Suman heridos, 16 fallecidos y 59 viviendas destruidas, hasta el cierre de esta edición. Ocho municipios están en emergencia y otros 12 se han declarado zona de desastre. Esos son algunos números aproximados del mal tiempo. Bolivia viene siendo azotado por un temporal que no discrimina a ninguna de sus regiones.

El ministro de Defensa, Javier Zavaleta, reconoció, a tiempo de emitir este informe, que esas cifras pueden aumentar en los próximos días a causa de estos fenómenos extraordinarios, pese a los esfuerzos de los actores públicos para combatir este fenómeno, que también afectó a casi 1.500 hectáreas en el oriente.

El municipio paceño de Caranavi es uno de los epicentros de esta tragedia. Con nuevos deslizamientos ocurridos ayer, la cifra de fallecidos asciende a 16 –entre ellos varios niños– a raíz de otro derrumbe en la carretera Yolosita-Caranavi (norte de La Paz) de igual magnitud al registrado el sábado a la altura del puente Armas de Choro, donde 40.000 metros cúbicos dejó atrapados a varios vehículos y sus ocupantes.

Entre lágrimas, la asambleísta departamental Martha Choque relató que la tierra nuevamente cedió dejando sepultadas a más personas y maquinarias que hacían labores de limpieza en la zona. “Se requieren ambulancias y por favor eviten el tránsito en esta zona; están arriesgando sus vidas. La situación está empeorando”, lamentó.

Y no es la única situación. El alcalde de Caranavi, Daniel Paucara, indicó que el río Coroico quintuplicó el nivel de sus aguas desencadenando un desborde que anegó 10 urbanizaciones de la capital municipal y se llevó un puente que conecta con otras zonas. Sumado a esto, otros cinco deslizamientos tienen aislado al 80% de los 22 cantones del municipio, según el burgomaestre. También se reporta el derrumbe de cinco viviendas.

Los Bs 1,5 millones destinados para atender este fenómeno no son suficientes, ya que cuando llueve por más de 24 horas la situación es insostenible y la maquinaria no puede sacar del aislamiento a todas las familias, según Paucara, que agregó que sería declarado zona de desastre.

Por fortuna, se presume que no hay daño en la plataforma, lo que quiere decir que una vez limpiado el lugar se podrá transitar con normalidad, según el ministro de Obras Públicas, Óscar Coca. “La caída del alud fue un fenómeno ajeno a la carretera”, sostuvo.

Sin embargo, refirió que las aguas de Caranavi tomarán rumbo hacia Beni, por lo que otros de los focos de atención serán las tierras bajas de ese departamento. El Estado tiene un presupuesto de Bs 150 millones para atender desastres de esta índole.

Nuevo deslizamiento

La presidenta de la Asamblea Departamental de La Paz, Martha Choque, informó el domingo que a las 17:20 del domingo un nuevo deslizamiento ocurrió en el sector puente Armas de Choro, en la vía Caranavi-Yolosita, se habla de una persona muerta y heridos, incluso de maquinaria sepultada.

"Ha habido un nuevo deslizamiento a las 17:20 justo cuando estaban trabajando y habilitaron un paso peatonal por la plataforma (...) Hay una persona fallecida, están sacando creo que ya un cadáver, se sabe extraoficialmente que hay un muerto que están rescatando", relató en contacto telefónico con la ABI. 

Según Choque se habilitó un paso para permitir que las personas que salen de Caranavi o quieran ingresar puedan hacerlo y en ese instante es que sucedió el deslizamiento del cerro que enterró la maquinaria que se utilizaba en el movimiento de lodo. 

Desolación en Beni

El panorama en Beni tiene en vilo a las autoridades, ya que el temporal hizo sus primeras embestidas en San Borja, principal afectado. El jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos del municipio, Miguel Arana, detalló que hay 1.029 familias damnificadas y otras 1.000 afectadas, entre la cuenca baja y la cuenca central, las cuales tienen bajo el agua 1.455 hectáreas de cultivos de arroz, maíz y plátano. Hay 70 comunidades en la zona del río Maniqui.

El titular de Gestión de Riesgos de Trinidad, Arnoldo Barba, explicó que, si bien la capital no se ha visto afectada como en otros años, se teme por las crecidas y posibles colapsos de los ríos Maniqui, Beni, Ibare y Mamoré. Agregó que el departamento todavía sufre por la ausencia de caminos en buenas condiciones, aspecto que retrasa el socorro a las zonas afectadas.

Por otra parte, las calles del municipio de Rurrenabaque también se vieron anegadas. “Estamos haciendo cálculos de los daños y afectaciones”, expresó el alcalde Anacleto Dávalos, quien indicó que hay comunidades aisladas y sin energía eléctrica, por lo que se estaría declarando también zona de desastre. La situación se extiende a las zonas de Reyes y San Buenaventura.

Otros departamentos

Potosí es otro de los departamentos afectados. Las riadas afectaron al menos a 10 familias y 10 hectáreas de cultivos de papa, haba y maíz en la zona de Villazón, al igual que se registraron crecidas en el municipio de San Agustín, según el informe del diario El Potosí.

Entretanto, las lluvias también hicieron mella en Sucre, donde por segundo día consecutivo se cancelaron los vuelos en el aeropuerto de Alcantarí y se reportó el desprendimiento de un talud en el distrito 2 capitalino, y otras zonas en riesgo tienen en jaque a algunas viviendas de la ciudad.

En cuanto a Santa Cruz, los efectos no generan riesgo, pero la alerta se mantiene y los productores rezan para que el temporal no afecte a la mayor siembra del país. “Es complicado tomar previsiones de corto plazo contra eventos que son extraordinarios y por encima de los índices normales”, expuso el gerente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Edilberto Osinaga.