Los gritos a favor y en contra de Evo Morales marcarán la jornada en Cochabamba. Las FFAA se han favorecido con Morales, pero sin que sus gastos aumenten su participación en el PIB. En tiempo de democracia pactada se gastó proporcionalmente más

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8 de agosto de 2018, 4:00 AM
8 de agosto de 2018, 4:00 AM

La tensión política se colará en los festejos de los 193 años de las Fuerzas Armadas. Los militares celebrarán hoy su aniversario, con retraso de un día, en la ciudad de Cochabamba. Allí, como todos los años desde la llegada de Evo Morales al poder, desfilarán junto a representantes de movimientos sociales afines al Gobierno y se anuncia la llegada de 10.000 cocaleros. Será otra jornada tensa, como la vivida en Potosí, ya que los miembros de plataformas ciudadanas opositoras tratarán de colarse a la ‘fiesta’, para exigirle al mandatario que respete los votos del referendo del 21-F y que no se repostule a la Presidencia pese al fallo del 28-N, que lo habilitó a tantas reelecciones como las que pudiera ganar en las urnas.

Juan Flores, presidente cívico cochabambino, aseguró que hay mucha gente con ganas de participar en los desfiles para gritar ‘No’. Flores no se animó a dar una cifra. Contó que al principio, en los actos del 6 de agosto en Potosí, eran apenas 80 o 100 personas, pero que al final el pueblo potosino se volcó por miles a las calles. “Vamos a gritar que no estamos dispuestos a tolerar una Nicaragua ni una Venezuela en Bolivia”, dijo el dirigente.

Mientras tanto, el Gobierno aprovechará también para mostrar músculo político en la Llajta. Para justificar la espera de un día al presidente Evo Morales –no estuvo ayer en el país por asistir a la posesión del nuevo presidente colombiano, Iván Duque– se ha anunciado la presencia de 10.000 cocaleros en los desfiles. A eso se suma un número no determinado de representantes de otros sectores sociales ligados al oficialismo. “De eso se encargan las Fuerzas Armadas”, dijo Celima Torrico al ser consultada sobre su número. La exministra y actual concejala del MAS en la capital del valle asegura que no está preocupada por los gritos opositores. “Que vayan y se diviertan. En Potosí se han dedicado a repartir banderitas rojas, pero en vano nomás han gastado. Acá y allá el voto será para el presidente Morales. Que griten, que se diviertan, es democrático, pero cuando les preguntas si van a votar por el Rubén Costas o por el Doria Medina, ‘nunca’ te responden. Cuando les dices si votarían por José María Leyes, ‘menos por ese corrupto’, te dicen. La gente ya no se deja engañar”, dijo Torrico.

El aniversario

Ayer, el ministro de Defensa, Javier Zavaleta, aseguró que el Gobierno invirtió desde 2006 más de Bs 5.800 millones para el fortalecimiento de las FFAA y que se invirtieron en la compra de 96 aeronaves y 269 vehículos, además de la ejecución de 481 proyectos de construcción y mejora de infraestructura de unidades militares.

Según el sitio web del Instituto Internacional para la Paz de Estocolmo (Sipri, por sus siglas en inglés), entre 1993 y 2005 Bolivia tuvo un gasto militar de $us 4.491 millones. Entre 2006 y 2018, el gasto subió a 7.136 millones. Es decir, en los 13 años anteriores a la llegada al poder de Evo Morales, entre el primer Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada y de Eduardo Rodríguez Veltzé, el gasto militar (que incluye sueldos y compra de armamento) fue $us 2.641 millones menor que en los casi 13 años que Morales lleva en el poder.

Sin embargo, proporcionalmente, Morales ha gastado menos en las FFAA que los gobiernos de la democracia pactada. Según el Sipri, entre 1993 y 2005 Bolivia gastó un sus FFAA un promedio de 2,12% de su PIB. Durante los periodos de Morales eso bajó a un 1,78% del total del PIB. Es decir, los gastos militares fueron creciendo a un ritmo menor que la economía.

Zavaleta estuvo ayer en distintas reuniones y no pudo atender a EL DEBER para opinar sobre estas cifras. Sin embargo, la semana pasada, el ministro de Defensa había asegurado que el Gobierno encontró a unas Fuerzas Armadas “sometidas en un periodo de crisis durante las décadas de los 80 y 90. Esa inanición era un estrangulamiento operativo, logístico, que no permitían actuar en ningún operativo ni de instrucción ni de apoyo a la sociedad. La primera tarea que se realizó en el Gobierno de Evo Morales fue equipar a las FFAA y dotarles de las condiciones mínimas para su existencia”, dijo.

Tampoco fue el Gobierno de Evo Morales el que realizó la mayor inversión en las FFAA en relación al PIB. Eso se dio durante la dictadura de Luis García Meza, en 1981, cuando el gasto militar se comió el 4,1% del PIB. Hay otros picos durante el primer año del Gobierno democrático de Hugo Banzer, en 1997, cuando superó la barrera de los $us 300 millones, por primera vez, y en 2003, cuando por primera vez superó los $us 400 millones. Ya con Evo Morales superó los 500 millones (2008) y 600 millones (2012). Sin embargo, para esos años, el PIB boliviano ya se había acercado a los $us 30.000 millones.

Si se compara el gasto militar boliviano con el resto de América Latina, se puede decir que el país tiene unas FFAA del tamaño de su economía: es el antepenúltimo país en gasto militar, solo por delante de Paraguay y Guyana (el dato venezolano no es considerado confiable). Bolivia gasta ocho veces menos que Chile y 45 veces menos que Brasil.