Juez admite objeción del alcalde orureño por el caso mochilas

El juez Sergio Vásquez admitió la objeción planteada por el alcalde municipal de Oruro,  Édgar Bazán, en contra de la querella que interpuso, en condición de víctima, el ciudadano Severo Torrez por el caso mochilas chinas de Oruro.

Según Bazán, el juez estableció que el querellante no tiene una personería jurídica o un poder que lo faculte para representar a la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) en su acusación contra el alcalde de compra de las mochilas chinas con supuesto sobreprecio y, por tanto, según el Código de Procedimiento Penal, no podría constituirse en ‘víctima’. 

Sin embargo, Vásquez le dio a Torrez un plazo de tres días –a partir de la fecha– para que demuestre que tiene personalidad jurídica para constituirse como víctima y querellante.

Durante la audiencia, que se realizó de 9:30 a 12:00, los abogados del alcalde alegaron que Severo Torrez tampoco cumplió con otra formalidad que exige el Código de Procedimiento Penal: su nombre es Severino Torrez Pinaya, según la certificación del Servicio General de Identificación Personal (Segip), y no Severo Torrez.

Consultado por EL DEBER, Torrez no supo aclarar si su nombre real es Severo o Severino, aunque dijo que ese detalle era un asunto “subsanable”. Además, señaló que la querella la planteó en su calidad de ciudadano, pues se identifica como dirigente vecinal.

Por su parte, Bazán dijo que el juez le dio la razón. “Edgar Bazán no ha cometido ningún delito; el que ha incumplido el contrato es el adjudicatario de las  mochilas, Marco Murillo, a quien hemos iniciado la querella por incumplimiento de contrato al traer mochilas chinas en vez de fabricarlas en Bolivia”, expresó el edil.

Murillo Tapia se adjudicó el proceso de confección de las mochilas como empresa unipersonal, siendo el responsable de la  provisión de cerca de 41 mil mochilas para el nivel primario, por un valor de Bs 3.053.680.