El presidente Evo Morales se mofa de Carlos de Mesa porque no ve una respuesta callejera a su pedido de tumbar la ley de partidos. Los cívicos de cinco regiones medirán fuerzas con Conalcam el 10 de octubre. Costas ve que su partido está preparado y lo moviliza desde ayer

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6 de septiembre de 2018, 9:00 AM
6 de septiembre de 2018, 9:00 AM

Camino a 2019, en la lucha por el poder, Evo Morales y su equipo habían empezado a recuperar la iniciativa: con una ley voltearon un escenario latente de movilizaciones por el 21-F y consiguieron adelantar al menos siete meses la electoralización de la política; con un solo anuncio el martes –la salida a las calles de las bases del Consejo Nacional por el Cambio (Conalcam) el 10 de octubre– ‘apretaron’ al movimiento cívico que tenía planeado retomar movilizaciones contra la repostulación en esa fecha, el día en el que se recordarán 36 años de la recuperación de la democracia.

Fue entre el sábado – cuando un grupo de plataformas se reunió en Sucre para amenazar con resistencia civil si el Órgano Electoral habilita al presidente – y ayer cuando recién empezaron a concretarse las respuestas de quienes se oponen a la habilitación de otra candidatura a la reelección para el presidente: por una parte, a la cabeza del líder del Comité pro Santa Cruz, Fernando Cuéllar, los cívicos de Tarija, La Paz, Potosí y Chuquisaca definieron medir fuerzas en las calles con el oficialismo en la fecha prevista del próximo mes, rechazar la Ley de Organizaciones Políticas y exigir la inhabilitación de Evo Morales y Álvaro García Linera para candidatear, caso contrario, como ya se dijo en Sucre, promoverán la resistencia civil.

Por otro lado, ayer Rubén Costas, líder de Demócratas, la segunda fuerza electoral del país desde que en 2015 se hicieron de más de una veintena de alcaldías y de una Gobernación, apuntó a la disputa por la Presidencia en el inicio de movilización de su partido: los 100 diálogos ciudadanos que empezaron en la Villa 1.º de Mayo. Todo más allá de la crítica a la repostulación y a la nueva ley de partidos, que sí la expresó a su manera. “Este partido viene recorriendo una ruta, está preparado para todas estas imposiciones e improperios”.

Ambas expresiones contra la repostulación de Morales se dan por separado y con enfoques diferentes, aunque no necesariamente como estrategias antagónicas, ve el politólogo Franz Flores, que observa cómo se podría combinar el movimiento del 21-F con los partidos de oposición, de cara a 2019.

El exembajador de Evo Morales en Brasil Jerjes Justiniano, un veterano de la política, cree que es correcto apreciar la convergencia de los métodos con que se busca enfrentar a Morales, pero cree que la expresión callejera “tiene más riesgos”, pues genera “mayor desgaste” frente a la población en menos tiempo. “Los cívicos dependen del aparato productivo, al que pueden afectar con su paros y bloqueos, pero además no hay que olvidar que la banca y la industria agropecuaria nunca han estado mejor que con Evo. Ojo con eso”, dice. Empero, el camino de Costas y de Demócratas, al que reconoce como uno de los partidos más fuertes de la oposición, tiene una apuesta de más largo plazo.

El martes, tras una reunión en la Casa Grande del Pueblo, Morales y los dirigentes de Conalcam anunciaron movilizaciones en todo el país para el 10 de octubre. El hecho fue visto como una provocación por parte de las plataformas opositoras. Eso sí, las plataformas no habían escuchado al presidente comentar lo que él describió ayer como una casi nula reacción frente a la ley de partidos, a pesar de los deseos de líderes opositores.

“Carlos (de) Mesa, ¿qué decía? Primarias, sin Evo. Promulgada la ley ahora dice: ‘A las calles, a tumbar a la ley’. Y yo no veo a la gente, no sale la gente a la calle como quisiera él. Ahí veo que el pueblo es tan consciente”, dijo con sorna Morales, en rueda de prensa en la que –pese a los comunicados del Órgano Electoral– ratificó que fue el TSE que le habló de las primarias.

Los dos caminos

Los cívicos de cinco regiones secundaron ayer a las plataformas. Así lo dejó ver Cuéllar, tras una cita en Santa Cruz en la que él, Marco Antonio Pumari, presidente del Comité Cívico Potosinista (Comcipo); Antonio Alarcón, presidente del Comité Cívico Pro Departamento de La Paz; Roberto Balderas, vicepresidente del Comité Cívico de Defensa de los Intereses de Chuquisaca; y Juan Carlos Ramos, presidente del Comité Pro Intereses del Departamento Autónomo de Tarija, firmaron una resolución de siete puntos. “El movimiento cívico nacional exige que el binomio Evo Morales y Álvaro García no puede ser habilitado ni para las primarias”, ha dicho Cuéllar.

No es la primera vez que el movimiento cívico y las plataformas se miden en una pulseada en el aniversario de la recuperación de la democracia: en 2017, con un recuento detallado del ministro de Gobierno, Carlos Romero, el MAS reivindicó la supremacía callejera. Amén del resultado, en 2018, la medición de fuerzas se reeditará.

Los cívicos se tienen fe. Marco Antonio Pumari, de Comcipo, arengó a generar protestas hasta obligar al Gobierno a retroceder. Él defiende el punto dos de la resolución cívica: el rechazo a la ley de partidos que, en su criterio, pretende habilitar a Morales ilegalmente. El punto advierte que si se los habilita, habrá resistencia civil.

Mientras tanto, el discurso de Costas fue por un camino distinto. “Con esta ley de partidos políticos, a la cual no le tememos porque este partido viene recorriendo una ruta, está preparado para todas estas imposiciones”, desafió el gobernador, para señalar luego que su sigla unirá oriente y occidente, pues vamos a tener la capacidad los liderazgos nacionales, vamos a tener la capacidad de los jóvenes de unirnos, vamos a tener la capacidad de pensar en el bien mayor”.