Las críticas se concentran en una empresa minera de oro que pretenden instalar los militares en el norte de La Paz. Una fábrica de textiles fue totalmente desechada, aunque los militares ven una oportunidad

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3 de marzo de 2019, 11:00 AM
3 de marzo de 2019, 11:00 AM

Una empresa de raciones secas y otra minera para la extracción de oro, en el norte de La Paz, fueron los proyectos condicionados por el Gobierno a los responsables de la Corporación de las Fuerzas Armadas para el Desarrollo Nacional (Cofadena). “En ambos casos existen reparos en la factibilidad de los mismos”, explicó el ministro de Defensa, Javier Zavaleta. Los opositores recordaron la quiebra de una empresa militar que no tiene culpables hasta ahora.

“Si la EMI logra desarrollar esa idea de acuerdo con los estándares de manejo de alimentos en Bolivia y el mundo y si, además, es rentable, entonces sería muy interesante tener una industria dedicada a alimentos deshidratados”, dijo Zavaleta, que luego explicó que este proyecto nació en la Escuela Militar de Ingeniería.

Añadió que los proyectistas deben demostrar el tiempo de duración de los alimentos, las condiciones que podrían soportar y la temperatura.

Dijo que esa empresa tendría como únicos clientes a los militares porque son los que utilizan ese tipo de alimentación y, por tanto, estaría plenamente justificada su factibilidad material.

Lo que no está garantizado es la implementación de la empresa minera. Según Cofadena, tienen el proyecto elaborado el pasado año, luego de recuperar las 206 cuadrículas que les adjudicaron en el norte de La Paz, en la región de Mapiri, donde están asentadas la mayoría de las empresas mineras auríferas.

El ministro Zavaleta dijo que lo que no está resuelto es la factibilidad económica del proyecto y agregó que la decisión se debe tomar en este trimestre para definir qué se hará con ese terreno.

El gerente general de Cofadena, general Fernando Mejía, adelantó que concluyeron con todos los trámites para abrir la filial minera y creen que es rentable.

Pero en el Gobierno consideran hasta riesgoso abrir esa empresa porque tienen experiencia en minas menos rentables que el oro, como la mina Huanuni donde se producen asaltos e invasiones de jukus (ladrones de mineral) cada cierto tiempo y en las minas de oro es más riesgoso por el costo del mineral. En este punto existe una fuerte discrepancia entre Cofadena y el Ministerio de Defensa.

El tercer proyecto es la textilera que fue presentada como una “oportunidad de negocios” por Cofadena en su rendición de cuentas de esta semana. Sobre este punto el Gobierno es tajante y cree que no es conveniente porque las tres fuerzas tienen talleres y ya realizan sus propios uniformes, por tanto no es necesaria.

Enatex

Para los opositores, existe un afán del Gobierno de aceptar todas las ideas de los militares. El diputado Wilson Santamaría, recordó que el Estado tiene una empresa quebrada de textiles, en referencia a Enatex, y dijo que esa empresa podría ser reactivada por los propios militares si tienen tanto interés en una empresa de esa naturaleza.

Su correligionario, Amílcar Barral, indicó que los militares tienen otra empresa quebrada y recordó la Empresa de Construcción del Ejército (ECE).

Para Barral, esto demostró que los uniformados no pueden administrar una empresa y puso sobre el tapete la versión del ministro de Defensa, quien dijo que la Empresa de Municiones no es rentable y, por tanto, debe preparar otro proyecto o de lo contrario cerrar porque no puede fabricar munición para las FFAA, que era la primera prioridad de esta empresa que se dedica a la importación de armas.

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