"Yo no maté, ni robé", escribió el exdictador en el mensaje que ordenó que fuera leído cuando él muriera. Una de sus preocupaciones era la presunta persecución política contra su familia

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30 de abril de 2018, 11:58 AM
30 de abril de 2018, 11:58 AM

Una "carta a la opinión pública" fue leída por el exabogado de Luis García Meza, Franklin Campero, conforme a la voluntad expresada por el exdictador antes de su muerte. A pesar de que muchos lo esperaban, en la carta no hace ninguna revelación sobre el paradero de los restos de Marcelo Quiroga Santa Cruz.

En el mensaje reitera su acusación de que fue el general Hugo Banzer, también fallecido, el principal interesado en la muerte del líder socialista, porque éste quería evitar un juicio de responsabilidades en su contra.

"Lo defendí (a Banzer) grave error, siendo que ha sido el presidente que más gente hizo matar, él aparecía muy amable, con su dicho de boca de camarada, pero ordenaba a sus seguridades de su gobierno de facto, que mataran a Marcelo Quiroga Santa Cruz", escribió García Meza en la carta póstuma.

Además reitera su inocencia: "De la manera más franca y enérgica con la mirada de frente, siempre establecí que yo no maté ni robé", señala y agrega que en el momento histórico que le tocó vivir hubieron otros responsables que nunca fueron juzgados. 

Denunció atropellos

En la misiva, el general denuncia que fue víctima de atropellos durante su encierro y que los últimos años se inició una persecución política en contra de su familia.

La carta fue escrita cuando García Meza cumplía 20 años de su condena, el 11 de marzo de 2015.

Relata que entre los abusos que sufrió estuvo el robo de varias de sus pertenencias (entre ellas $us 2.000, grabadoras, documentos y otros) durante una requisa a su celda cuando él se encontraba recibiendo tratamiento médico. Responsabilizó de este hecho al exministro de Gobierno, Sacha Llorenti y al exdirector de Régimen Penitenciario, Ramiro Llanos.

En la carta asegura que como recluso tuvo un "comportamiento intachable" y que contribuyó realizando varias obras para el penal: una laguna para criar truchas, la construcción de un galpón, un mástil para el pre-patio y otros.

En la misiva también se refiere a las acusaciones sobre enriquecimiento ilícito que pesaban en su contra y dijo que se puede investigar y comprobar que nunca tuvo cuentas personales con dineros irregulares en Bolivia ni en otros países.

Lea aquí la carta completa: