Las respuestas no se dejaron esperar: Óscar Ortiz le pidió que memorice el número de los que votaron por el No, Jaime Paz le dijo que se calle por lo menos una semana tras la derrota y Víctor Hugo Cárdenas aseguró que siete de diez masistas rechazan a Evo

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30 de enero de 2019, 4:00 AM
30 de enero de 2019, 4:00 AM

La ‘resaca’ de las elecciones primarias sigue levantando polvareda. Tras haber dicho que se iba a preocupar si menos del 50% de los militantes del MAS iba a votar, ayer, Álvaro García Linera, vicepresidente del Estado, salió a mostrar que efectivamente está preocupado. Tras conocerse los cómputos oficiales del Tribunal Supremo Electoral, que habilitó a los nueve binomios en carrera, los postulantes oficialistas terminaron con una votación de 399.441 y una participación de 44,8%, al menos cinco puntos debajo del mínimo que esperaba el vicepresidente. “Es bueno pero no satisfactorio”, dijo ayer García Linera, a la salida del viejo Palacio Quemado.

Para respaldar su conclusión, el vicepresidente recurrió a los números y a la comparación con el resto: la votación del MAS representa el 90% del total de votos de las primarias, la participación de la militancia del resto estuvo entre el 3 y el 7%, el nivel de blancos y nulos del MAS se quedó por debajo del 11%, mientras que Carlos Mesa estuvo en un 20% y Óscar Ortiz trepó hasta el 26%. La cantidad de votos lo llevó a concluir también que hay un solo partido con presencia nacional, el MAS, y que el resto son partidos regionales: Bolivia Dice No es cruceño, Comunidad Ciudadana es paceño y tarijeño y Félix Patzi tiene solo apoyo en La Paz. Eso devino en una serie de adjetivos sobre los partidos: los llamó taxi y selfipartidos, partidos de ocasión que se organizan para un año y luego desaparecen, que así no habrá un sistema de partidos, ya que se necesita organización de larga duración. Cuando llegó el turno de la autocrítica, reconoció que todos, incluido el MAS, tienen una débil militancia partidaria.

Cuando se le preguntó qué pensaba de los que pedían que se baje de la candidatura junto a Evo Morales y que había sido derrotado en las elecciones primarias, García Linera apuntó hacia Bolivia Dice No: “Me río, 21-F que tiene el 6% de sus militantes han ido a votar, deberían avergonzarse. Nosotros hemos ido a votar. Cuando lleguen a 50.000 votos que me vengan a hablar, por debajo de 50.000 no existen, no son nada”, disparó.

Óscar Ortiz, postulante de BDN, recordó que habían pedido a su militancia que no votaran y que hicieron control electoral con más de 13.000 delegados. Le recomendó al vicepresidente memorizarse la cantidad de votos por el No en el referendo del 21-F, 2.682.517. Recordó que son 54 veces 50.000 votos. Para Víctor Hugo Cárdenas (UCS), el vicepresidente cambia de opinión todo el tiempo y no quiere ver que siete de cada diez militantes de su partido ya no quieren a ese binomio. También aseguró que el MAS perdió de forma rotunda, porque no tiene militantes anotados, sino dirigentes de sindicatos que se han alejado de la candidatura. Gustavo Pedraza (candidato a vicepresidente por CC), adoptó la misma línea de Mesa y decidió no comentar.

Jaime Paz Zamora (PDC), le pidió que se callara una semana tras la “derrota de las primarias” y que si de verdad quería discutir de algo, lo hicieran sobre el programa de Gobierno: “A su Estado plurinacional le proponemos una Bolivia Federal”, dijo.

Los cambios

García Linera no ve con buenos ojos ni obligar a ir a votar a las primarias ni poner un umbral de votos para ‘clasificar a las generales’, una idea que había lanzado Adriana Salvatierra, presidenta del Senado, que tiene su propia lectura sobre el voto. Ella no lo compara con los otros partidos, sino con los otros países. Recuerda que Tabaré Vázquez gobierna Uruguay tras unas primarias donde tuvo una participación del 31%.

En su opinión, el único partido de oposición serio con aspiraciones de vida orgánica es Demócratas, pero solo tuvo una votación del 6%. “A mí me parece muy poco legítimo que alguien sea candidato con solo 1.000 votos y nos venga a decir que no quisieron mostrar musculatura. Ahora, el MAS revisará la geografía electoral para tratar de reforzarse hasta octubre.

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