El ultraderechista Matteo Salvini se anotó el logro político y agradeció a los gobiernos de Brasil y Bolivia por los operativos que terminaron con su detención

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15 de enero de 2019, 4:00 AM
15 de enero de 2019, 4:00 AM

El antiguo miembro del grupo terrorista Proletarios Armados por el Comunismo (PAC) Cesare Battisti llegó ayer extraditado a Italia 37 años después de los cuatro asesinatos por los que fue condenado a cadena perpetua, algo que el Gobierno italiano agradeció al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y a Bolivia. Battisti fue inmediatamente trasladado a la prisión de Oristano, en la isla de Cerdeña, a 360 kilómetros al suroeste de Roma.

Battisti, de 64 años y exmilitante de ese brazo de las Brigadas Rojas, fue repatriado directamente desde Bolivia, donde fue capturado tras huir hace un mes de Brasil, donde vivía desde 2004.

Pasado el mediodía de ayer y entre una enorme expectación mediática, el reo llegó al aeropuerto romano de Ciampino y descendió sin esposas las escaleras del Falcon 900 enviado para recogerle, rodeado de agentes, abrigado, sin bajar la mirada y esbozando una leve sonrisa.

A su alrededor se dispuso un imponente dispositivo de seguridad, con agentes armados con metralletas, helicópteros sobrevolando la zona y hasta francotiradores en los tejados del aeródromo.

Todo ello bajo la atenta mirada del ministro del Interior, Matteo Salvini, a quien el nuevo presidente de Brasil, el también ultraderechista Jair Bolsonaro, había prometido su colaboración para lograr el arresto del prófugo.

Junto al ministro de Justicia, Alberto Bonafede, Salvini asistió a la llegada de Battisti ataviado con un abrigo con la insignia de la Policía y se encargó de que su potente maquinaria propagandística en redes sociales diera cuenta de este éxito que ya ha hecho suyo.

Era una foto que no podía ni quería perderse -suspendió una comparecencia que tenía ayer también con el comisario europeo Dimitris Avramopoulos- y, en una rueda de prensa a pie de pista, el ultraderechista agradeció al presidente brasileño y a las autoridades bolivianas esta captura.

“Quien se equivoca paga e Italia es un país soberano, libre, respetado y respetable y esta captura significa que hay un cambio de mentalidad en el mundo y que después de 37 años hemos podido capturar a un delincuente, a un infame, a un asesino, a un bellaco que nunca ha pedido perdón”, proclamó el ministro.

Adelantó que se trabajará para que se sigan estos pasos y entren en las cárceles italianas “decenas de delincuentes que están protegidos en Europa y en el mundo”, sin especificar quiénes.

Battisti fue conducido a una dependencia policial del aeropuerto y será trasladado a la penitenciaría de Oristano, en la isla de Cerdeña, explicó en una comparecencia posterior Bonafede, corrigiendo así la primera elección, la cárcel romana de Rebibbia.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, explicó que había mantenido una conversación telefónica con Bolsonaro en la que se acordó extraditarlo directamente desde Bolivia y no desde Brasil, a pesar de que el presidente quería que el reo pasara por Brasilia.

Battisti cumplirá con su cadena perpetua sin beneficio penitenciario alguno, algo que no habría sido posible si hubiera sido extraditado desde Brasil, debido a un acuerdo bilateral de 2017 que conmuta esa condena a 30 años de prisión.

Conte celebró este “gran resultado” que refuerza la efectividad de la justicia italiana.

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