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19 de febrero de 2019, 4:00 AM
19 de febrero de 2019, 4:00 AM

El exsuperintendente de Información y Comunicación de Ecuador Carlos Ochoa estaría en Bolivia desde agosto del pasado año; mientras que la exlegisladora Sofía Espin habría llegado a nuestro país en enero de este año, así llegaron las dos ex autoridades ecuatorianas al país, de acuerdo con las versiones de los activistas de Derechos Humanos que asesoran a las personas que buscan refugio en el país.

Estos activistas explicaron que las cosas en el país ya no son tan fáciles como antes, desde que la Iglesia quedó marginada de la protección de los perseguidos. Hoy la denominada Casa del Refugiado está abandonada.

Ninguno de los tres activistas que conversaron con EL DEBER pudieron confirmar que las exautoridades estén en la Casa del Refugiado, ubicada en uno de los barrios periféricos de La Paz.

Recordaron también que en dos oportunidades el Estado boliviano infringió las normas internacionales de refugio y que eso puede tener consecuencias más adelante. Explicaron que cualquier ciudadano, por más delitos que haya cometido, debe gozar de la protección del Estado si solicita refugio y hasta que no haya decisión del Conare, el perseguido goza de la protección del Estado anfitrión. En el caso de dos ciudadanos paraguayos en 2006 y del italiano Cesare Battisti no se cumplió ese precepto.

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