El presidente realizó una visita relámpago para asistir a la asunción de Sebastián Piñera. No estuvo en el almuerzo ofrecido por el mandatario chileno

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12 de marzo de 2018, 6:23 AM
12 de marzo de 2018, 6:23 AM

El presidente Evo Morales realizó una visita relámpago a Chile para participar de la asunción de Sebastián Piñera. Con un tono conciliador, el mandatario llamó a las autoridades chilenas a dar un giro en las relaciones bilaterales e iniciar una negociación que permita resolver el conflicto por la demanda marítima boliviana. En un hecho imprevisto, Morales pidió disculpas al pueblo chileno por expresiones suyas que pudieran haber sido ofensivas a través de las redes sociales.

“Si alguna información está errada o es incorrecta (en los mensajes de redes sociales), quiero decirles que expreso mis disculpas al pueblo chileno. Nunca ha sido mi intención ofenderlo”, dijo Morales tras regresar de Santiago de Chile, donde estuvo por espacio de cinco horas.

Morales llamó a Chile a resolver en unidad las heridas del pasado, pero defendió que su país debe contar con un acceso soberano al Pacífico, que busca a través de una demanda ante la Corte de La Haya (CIJ).

A pocos días de que comiencen en dicho tribunal los alegatos orales de la demanda que Bolivia presentó en 2013, Morales asistió en Valparaíso a la investidura de Sebastián Piñera como presidente de Chile.

La presencia del mandatario tuvo menos relevancia que otras anteriores y solo estuvo en la ceremonia oficial, pues no asistió a una recepción que la saliente mandataria chilena, Michelle Bachelet, ofreció el sábado a las delegaciones que acudieron a la investidura, ni a un almuerzo con el que Sebastián Piñera agasajó hoy a los visitantes.

En el aeropuerto de Santiago, antes de embarcarse de regreso a La Paz, Morales leyó una declaración en la que sostuvo que lo único que busca es encontrar una solución al encierro de su país y que la única respuesta es una salida soberana al mar.

"Estamos convencidos de que un acceso de esta naturaleza será un gran beneficio para nuestros pueblos. Los mares, los océanos son patrimonio de los Estados, de sus pueblos y de la humanidad. Su identidad es completa cuando todos ellos pueden, en armonía, aprovecharlo, disfrutarlo y cuidarlo. Los bolivianos también sentimos lo mismo", manifestó.

 Aseguró que en ningún caso quiere convertir a Bolivia en un pueblo enemigo de Chile y pidió disculpas al pueblo chileno por sus mensajes en las redes sociales. "Nunca ha sido mi intención ofenderlo ni agredirlo", aseveró.

Puso énfasis en la necesidad de "superar" las "diferencias en base al diálogo y la negociación" y sostuvo que ambos países deben "asumir la responsabilidad histórica de crear alternativas mutuamente, que permitan inaugurar una nueva era de paz".

"Nuestra responsabilidad ante la historia es inaplazable", manifestó. "Necesitamos resolver las heridas del pasado, aquellas que no buscaron nuestros pueblos, pero que las sufrieron y todavía sienten sus efectos. Necesitamos estar por sobre los intereses mezquinos que las provocaron", dijo.

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Opinión: Gustavo Pedraza / Analista político

Ser coherentes, entre los dichos y los hechos

Evo Morales cambia de tono cuando está en Chile, baja su beligerancia acostumbrada con los gobernantes del vecino país. Ahora no ha sido la excepción, incluso pidió disculpas: “si alguna vez sus mensajes en redes sociales ofendieron al pueblo chileno…”. 

Hace bien el presidente en mostrarse amigable con el pueblo y gobierno chileno, es más inteligente que la agresividad discursiva, que en vez de acercar, alejan cualquier posibilidad de sentarse a negociar una salida soberana al Pacífico.

Pero el problema es que el presidente Evo  Morales es un líder político impredecible,  pues no suele ser coherente con lo que dice y lo que hace en política internacional.

Solo para citar un ejemplo, a concretarse esta semana en Madrid, cuando tenga la entrevista solicitada al Rey de España, a quien en más de una oportunidad calificó de colonialista del Siglo XXI, y ahora seguramente le estará dando un trato más amistoso que el acostumbrado en sus discursos.

Más allá de su estilo personal, el primer mandatario boliviano necesita ser coherente con lo que dice y con lo que hace cada día, eso ayudará mucho a que  el Estado boliviano no pierda el respeto y la credibilidad  en el escenario internacional, que es muy distinto al escenario político interno.

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Alojarán la bandera en un museo en Sucre

El presidente de la Cámara de Senadores, José Alberto Gonzales, aseguró ayer que la bandera de reivindicación marítima de 196,5 kilómetros de extensión, que fue extendida por más de 100.000 personas, el sábado, en la carretera La Paz-Oruro, fue una expresión simbólica de la unidad de los bolivianos en torno al anhelo de retorno al mar. 

El Regimiento Calama, acantonado en Patacamaya, provincia Aroma de La Paz, verifica el estado de la bandera de reivindicación marítima que se extendió en la vía La Paz-Oruro, antes de trasladarla al museo militar de la ciudad de Sucre, informó el comandante de esa unidad militar Edison Iraola.

Iraola explicó que hasta el momento se recibieron 87.000 metros de bandera del Ejército, 20.000 metros de la Fuerza Aérea y 25.000 m de la Naval.