Tras la estela de Morales, Romero llamó a los críticos corifeos de la oligarquía chilena. Para el gobernador Patzi, el presidente pasará a la historia por enterrar las posibilidades de Bolivia. Doria Medina lo conmina a disculparse

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6 de octubre de 2018, 4:00 AM
6 de octubre de 2018, 4:00 AM

Conforme pasan los días, la oposición toma más distancia de Evo Morales por el fallo de la Corte de La Haya, que por 12 votos contra tres señaló que Chile no tiene la obligación de negociar con Bolivia. Por ejemplo, el gobernador de La Paz y exministro de Morales, Félix Patzi, se animó a decir que su antiguo jefe será recordado como el que enterró la aspiración boliviana hacia el mar. Samuel Doria Medina, jefe de UN, les pidió al presidente y a Carlos de Mesa, vocero de la causa marítima, que rindan cuentas al país y que se disculpen.

Todo esto ha enojado al presidente, que ayer, desde Cobija, cuestionó a quienes hablan de una derrota de Bolivia en La Haya en la demanda marítima contra Chile, además de otros comentarios. Para Morales, se puede pensar que se trata de ‘prochilenos’.

“He visto algunos mensajes: ‘Nos han derrotado’, ‘al Evo hay que colgarlo’, ‘al Evo hay que meterlo a la cárcel’, toda clase de comentarios; quienes comentan de esta manera yo puedo pensar que son prochilenos”, manifestó Morales, enojado, en un acto público en Pando.

Morales eligió negar la adversidad del resultado. Y tiene un argumento. Se aferra a que no hubo una derrota de Bolivia en La Haya pues, para él, eso se habría dado solo si la Corte Internacional de Justicia hubiese sentenciado que el Tratado de 1904, firmado entre ambos países, resolvió el problema. Sin embargo, ese es un asunto diferente al meollo de la causa boliviana: se buscó establecer que Chile tenía la obligación de negociar una salida soberana al mar a partir de una serie de compromisos del vecino país, sin tocar el Tratado de 1904.

El jueves, el vocero de la causa marítima también tomó distancia. Para él, el Gobierno de Bolivia debe ser consecuente y aceptar el resultado independientemente de la adversidad que representa su contenido, pues no tiene sentido objetar dicha decisión cuando, semanas atrás, era la administración de Morales la que conminaba a La Moneda a acatar el fallo y respetar los instrumentos de derecho y de resolución pacífica de conflictos.

Para el presidente, el fallo resalta que “ni tratados ni acuerdos internacionales ni tribunales han resuelto (el diferendo bilateral), (que) hay un tema pendiente, por lo tanto ni el Tratado de 1904 ha resuelto (el lío), se sigue negociando”.

Corifeos de la oligarquía chilena

El ministro de Gobierno quiso ponerle más condimento a la estrategia de comunicación del Gobierno para defender al presidente y su administración. “Son corifeos de la oligarquía chilena”, dijo ayer Carlos Romero, al referirse a los políticos de la oposición boliviana, que, supuestamente, consideran al presidente Morales como un “problema” para llevar adelante negociaciones con el vecino país. El miércoles, el ex presidente mapochino Eduardo Frei, al ver las reacciones de Morales, sugirió que su país esperará a un nuevo Gobierno para retomar conversaciones.

A su turno, el abogado Gustavo Pedraza, exministro de De Mesa, cree que el MAS busca encontrar eco en la opinión pública con su lógica de ‘amigo/enemigo’ frente a Chile y el fallo, lo cual para él es un error, pues eso solo politiza más la discusión de un tema que necesita una nueva estrategia de Estado.

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