Dirigentes indígenas, campesinos y sindicales ven a Carlos Romero como la pieza clave del MAS en Santa Cruz. Su trayectoria intelectual y su cercanía a Evo Morales son el sostén para que el ministro se ratifique como una autoridad fuerte

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12 de mayo de 2019, 15:00 PM
12 de mayo de 2019, 15:00 PM

Es el principal articulador político del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Santa Cruz, pero también es uno de los ministros más destacados por sus logros de gestión y uno de los que conforman el círculo de mayor confianza de Evo Morales. Esos son los tres aspectos que hacen que Carlos Romero Bonifaz, el ministro de Gobierno, sea parte casi indispensable en la estructura del Ejecutivo. Aunque tuvo algunas observaciones de dirigentes sindicales, ahora se voltearon y respaldan a la autoridad. En la oposición insisten en que Romero debe renunciar.

El último escándalo en la Policía Boliviana que vinculó a jefes policiales con el narcotráfico, generó críticas contra Romero. El ministro asegura que fue quien denunció el hecho. El espaldarazo lo dio el presidente Evo Morales, quien señaló que no está en debate la permanencia de Romero en el gabinete.

Su trabajo político en Santa Cruz y los logros de gestión, hacen que Romero sea parte clave en la estructura gubernamental. Es un buen negociador de conflictos, incluso cuando estos no corresponden a su ministerio. Además, es un interlocutor entre el empresariado cruceño y Evo Morales.

El diputado oficialista Édgar Montaño ve en el ministro un 'intelectual' con mucha visión en el campo de los movimientos sociales y pueblos indígenas, lo que hace que sea un articulador político con esos sectores. Pero además, tiene buena relación con la clase media y alta del oriente boliviano.

“El ministro Carlos Romero es una pieza clave en Santa Cruz. Tiene mucha experiencia en el trabajo político y mostró los logros en gestión”, dijo Montaño.

Su trayectoria

Romero inició su carrera política en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) de La Paz; allí fue dirigente universitario y luego de titularse en Derecho se trasladó al oriente. Trabajó como responsable del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (Cejis) en Trinidad, Beni. Luego fue director nacional de esa ONG y es ahí donde conoció la realidad de los pueblos indígenas de tierras bajas.

Esa vinculación le sirvió en épocas de autoridad. Es uno de los mediadores naturales que tiene el Gobierno para resolver cualquier tipo de conflicto.

El presidente de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (Cidob), Pedro Vare, ve en Romero una persona capaz de articular las demandas de la organización con la política del MAS. El dirigente resalta que el ministro tiene contacto permanente con la dirigencia indígena para conocer sus necesidades.

“Él (Romero) tiene demasiada experiencia en la temática indígena. Trabajó varios años y eso es favorable porque conoce nuestras necesidades. Gracias a su ayuda mejoró nuestra organización. Es un nexo con el presidente Evo Morales y tiene mucha capacidad política”, destacó Vare.

La Policía Boliviana atraviesa una crisis institucional. El último escándalo que vincula a jefes policiales con el narcotráfico puso en duda -según dirigentes sindicales- la continuidad de Romero en el gabinete. Evo Morales nunca pensó en removerlo.

El exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) Gonzalo Medina cayó por los nexos con el narcotráfico. El excoronel expresó que era cercano a Romero. Por eso, la oposición pidió la renuncia del ministro.

El senador y candidato presidencial de Bolivia Dice No, Óscar Ortiz, criticó la decisión de Morales de mantener a Romero al frente del ministerio de Gobierno. El opositor señaló que el escándalo de corrupción dañó la imagen de la Policía Boliviana y ve un fracaso en la lucha antidroga.

“Presidente Morales, asuma su responsabilidad y dé la cara ante la opinión pública para explicarle qué va a hacer frente a este nuevo escándalo de infiltración del narcotráfico en la Policía Nacional. La seguridad de las familias bolivianas y del propio Estado está amenazada”, detalló Ortiz.

El expresidente Jorge Quiroga pidió la renuncia de Romero y consideró que el presidente Morales puede ser cómplice en caso de mantener al ministro.

En la estructura del MAS no hay vuelta atrás. Su vicepresidente, Gerardo García, no pone en duda la continuidad de Romero y remarcó que su experiencia política es primordial en la coyuntura electoral. “Es una persona muy cercana al hermano presidente, quien tiene la decisión de mantener o alejar a un ministro. Pero Romero demostró capacidad política y logros de gestión en su carrera”, destacó.

Su trabajo en Santa Cruz

En el MAS-Santa Cruz el apoyo a Romero no declinó. El dirigente campesino Demetrio Zeballos no pone en duda la capacidad de Romero y ve en el ministro una persona que aglutina a todos los sectores sociales.

El hermano Romero no solo trabaja con los pueblos indígenas, lo hace también con nuestro sector campesino. Además, hace un trabajo con la clase media. Entonces, es vital para el trabajo político en Santa Cruz”, remarcó el dirigente Zeballos.

Ese trabajo también es destacado por el dirigente masista Darwin Choquerive, quien ve a Romero como un “articulador” y la persona encargada de la campaña electoral en Santa Cruz. “Hizo mucho trabajo de gestión durante varios años, pero además es muy importante en Santa Cruz para el partido, ya que es capaz de unir a varios sectores y trabajar a favor de nuestro hermano presidente”, resaltó.

El ministro agradeció la confianza del presidente y recordó que trabajó a favor de los pueblos indígenas antes de que exista el MAS como partido. “Yo soy más antiguo que el MAS. Se hicieron varios intentos para consolidar la personería jurídica del Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (IPSP) pero la Corte Electoral rechazaba esto bajo cualquier argumento, mi firma fue anulada varias veces”, detalló.

Además, Romero está consciente de su capacidad para resolver conflictos. “Conozco la lógica de los movimientos sociales porque trabajé con ellos. Me ha tocado intervenir tanto desde el punto de vista académico como desde el punto de vista profesional, justo en los temas que constituyen la agenda nacional; es decir, autonomía, constitución, tierras, derechos indígenas, hidrocarburos y minería”, dijo.

Por ahora, Romero priorizó su trabajo en la búsqueda del narcotraficante Pedro Montenegro y su siguiente misión es reestructurar a la Policía Boliviana, misión que le encomendó el presidente Morales. De la oposición, prefiere no hablar. Solo les pide proyectos.

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