Todos tenían cargos decisivos y renunciaron o fueron despedidos en menos de tres meses. Con los despidos a funcionarios técnicos suman 30 retiros. La presidenta prefiere no comentar el tema

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9 de enero de 2019, 12:00 PM
9 de enero de 2019, 12:00 PM

La presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), María Eugenia Choque, asumió el cargo el 30 de octubre del año pasado y, desde entonces, cuando pasaron menos de tres meses, cambió a casi todos los altos cargos del órgano electoral, a través del despido o la renuncia de hasta 11 funcionarios de puestos clave.

A ello se suma que se repartieron al menos 30 memorandos de despido para funcionarios técnicos, de niveles inferiores, como los que se emitieron la semana pasada para Óscar Flores y Franz Álvarez, exjefes de base de datos y de seguridad tecnológica de infraestructura, respectivamente, que hicieron evidente que hay fuego cruzado al interior del TSE, porque ambos pertenecían al equipo del vicepresidente Antonio Costas, y el retiro se decidió en una Sala Plena en la que ni él ni su colega Dunia Sandoval estuvieron presentes.

Entre los otros altos cargos del órgano que en menos de tres meses dejaron de gozar de la confianza de la nueva presidenta están la exdirectora de comunicación de la sala plena, Sagrario Urgel; el exjefe de recursos humanos, Rafael Veizaga, y el ex director nacional administrativo, Guillermo Holters. Ellos fueron los primeros despedidos.

Después se fueron la ex directora nacional del Sifde, Karina Herrera; el ex director nacional Jurídico, Jorge Fuentes, y la secretaria de Cámara, Miriam Obleas. Tras un mes, quien la reemplazó, Lizzet Sempértegui, se marchó también. Más recientemente dimitieron la exjefa de la unidad de transparencia, Ilsen Arrieta y la exjefa de la unidad de género, Lucía Vargas.

Para corroborar los numerosos retiros, este medio consultó a Choque si la lista que fue proporcionada por fuentes del TSE era correcta. La autoridad electoral prefirió no responder, pero no negó la información. Cuando se conoció, a principios de diciembre, la renuncia de Herrera y Fuentes, comentó: “Son decisiones y voluntades de trabajo, pero todas ellas han sido analizadas en sala plena, porque tenían el rótulo de irrevocable”, dijo la presidenta en conferencia de prensa. El sábado último, Antonio Costas admitió que sospecha que hay algún vocal del TSE que presiona a funcionarios para que dimitan a sus cargos.

Para el politólogo y exvocal de la Corte Nacional Electoral, Jorge Lazarte, los ‘cuoteos’ se han vuelto algo normal en el organismo electoral. “El argumento, creo yo, es que los vocales son nombrados al tribunal, pero no tienen idea de lo que tienen que hacer, y por eso lo que hacen es llevar a su gente”, aseguró.

Recordó que esto ocurrió con el anterior tribunal, con miembros que tuvieron que renunciar porque ya eran simplemente inaceptables para la población y por eso se fueron todos. Complementó que las organizaciones sociales que los apoyan piden ciertas cuotas. “No tienen idea del derecho electoral y de las materias que tienen que ver con la administración de los procesos, entonces se ven obligados a cubrir sus falencias con asesores que para colmo no son profesionales, sino amistades que simpatizan con el Gobierno. Me da la impresión de que las dos cosas se han juntado”, acotó.

La oposición, además de los despidos de funcionarios ‘clave’ en el órgano electoral, apunta a “un fraude gigantesco que está en curso”, con el objetivo de garantizar la reelección del presidente Evo Morales y del vicepresidente, Álvaro García Linera.

Las críticas surgen de distintos sectores. El expresidente y candidato por la agrupación Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, expresó en su cuenta de Twitter que “un padrón electoral seguro y confiable es un instrumento fundamental para la transparencia electoral y la calidad de la democracia. Si es administrado por militantes del partido de Gobierno, los procesos electorales pierden toda credibilidad”.

En una entrevista con el programa No mentirás, de la red PAT, el vicepresidente Álvaro García Linera manifestó que confía plenamente en el trabajo del TSE. “Siento algo de cierta dosis de racismo y de actitudes discriminatorias frente a la mujer, contra la señora María Eugenia Choque, una gran profesional aimara”, insistió el vicepresidente durante esa entrevista televisiva.

Sin embargo, los políticos de oposición no tienen la misma visión. Creen que María Eugenia Choque, Lucy Cruz, Lidia Iriarte e Idelfonso Mamani, que habilitaron al binomio oficialista por encima de la voluntad del referéndum del 21 de febrero de 2016, deben dimitir.

“Cuando el TSE no es garantía de elecciones imparciales, sus integrantes deben irse. Hay que crear las condiciones de un acuerdo político para nombrar vocales idóneos, imparciales e independientes. Mientras la élite política duda, el gobierno del MAS avanza en su fraude pieza por pieza. ¡Más vale tarde que nunca!”, escribió en Twitter el candidato a la presidencia por Unidad Cívica Solidaridad, Víctor Hugo Cárdenas.

El expresidente Jorge Quiroga cree que estos vocales ni siquiera debieran ocupar esos cargos porque “son gente sumisa al MAS”. Añadió que fueron elegidos de manera exprés.

Por su parte, el senador del MAS Efraín Chambi manifestó que la oposición perdió el norte y está desesperada, porque teme una derrota electoral ante el MAS. Por ello, consideró que el sistema electoral es seguro. No lo digo yo, sino instancias internacionales”, dijo el oficialista, en alusión a la auditoría del padrón hecha por la Organización de Estados Americanos.

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