La exautoridad enfrenta cuatro procesos por acoso laboral, que se encuentran en la Dirección Jurídica del Ministerio de Transparencia

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1 de febrero de 2018, 10:31 AM
1 de febrero de 2018, 10:31 AM

La exviceministra de Gestión Comunicacional, Carmen Miranda Castillo, quien el martes renunció al cargo, llegó a ordenar por escrito, mediante memorándums e instructivos, a funcionarios, directores  y jefes de unidad dependientes del Ministerio de Comunicación que le informen “vía telefónica o por whatsapp”, todas las instrucciones que emitía la ministra de comunicación.

Así lo denunció a EL DEBER el director general de medios del Estado, Mauricio Carrasco, quien destacó que la ministra de comunicación Gísela López intervino en defensa de sus trabajadores en varios episodios. 

Este medio intentó comunicarse con la exviceministra para ofrecerle contraparte, a través de su celular y el Facebook, pero no contestó. 

La exautoridad enfrenta cuatro procesos por acoso laboral, que se encuentran en la Dirección Jurídica del ministerio de transparencia, a la espera de la contratación de un consultor externo para emitir un fallo, que si es contrario a ella, iría a la Contraloría y la inhabilitaría de acceder a otros cargos públicos e incluso tiene un proceso por discriminación en el viceministro de descolinización.

Carrasco señaló que “es un alivio para muchas personas que trabajaban en el Viceministerio, bajo la dependencia de Carmen Miranda, porque ella cometió abuso de poder. Envió al menos un centenar de memorándums de llamada de atención, sin justificación”.

En ese marco mostró el instructivo 0030/2017 “en el que me prohibía hablar con mi máxima autoridad ejecutiva, la ministra Gísela López, sin que ella esté enterada”. 

Precisamente, Carrasco inició dos procesos. Uno por acoso laboral, porque cuando ejercía la jefatura de redacción del periódico Cambio, descalificó su trabajo en público, lo que le restó autoridad con el equipo de trabajo. 

Relató que ella le ordenó cambiar la portada del martes 19 de septiembre de 2017. Carrasco había propuesto como titular principal “Presentan recurso para repostular autoridades electas”, y ella cambió a “Evo convoca a la ONU a defender la igualdad soberana de los Estados”. 

“El propio presidente la convocó para reclamarle, porque todos los medios habían abierto sus ediciones con el recurso, y ella, en lugar de asumir y enfrentar su decisión, dijo que yo había sido quien definió la portada”, complementó. Eso le costó el cargo en el periódico. Sin embargo, gracias a una gestión de la ministra Gísela López, tras seis días y luego de confirmar lo ocurrido, Carrasco fue promovido a su cargo actual.

También él fue quien denunció a Miranda por discriminación ante el viceministro de Descolonización, porque lo acusó de ser un agente de la embajada americana por tener una relación familiar con una persona que trabajaba en esa delegación diplomática. 

El director de medios denunció también el caso del periodista Javier Prado, “quien trabajó conmigo en El Diario. Llegó a Cambio cuando yo era jefe de redacción el 2011. Renuncié poco después y cuando regresé el año pasado lo encontré nuevamente, pero repartiendo periódicos a las 3:00 de la madrugada”.

Lo que había ocurrido es que la exviceministra instruyó que se publique una nota, surgió otro error y ella se lo atribuyó a Prado, según Carrasco. “Pese a que él tenía inamovilidad laboral porque tiene una hija con discapacidad profunda, procesó su despido. El periodista acudió a las instancias que correspondían, ganó un amparo constitucional que obligó a la viceministra a restituirlo en su cargo, y lejos de eso, lo que ella hizo fue llevarlo a repartir periódicos, y estuvo ahí por casi un año hasta que yo llegué como jefe de redacción”.

Luego de gestiones realizadas por el director y otra vez la ministra, volvió a la redacción del diario, pero “nuevamente la viceministra le inició otro proceso, acusándolo de no poder hacer notas de prensa para la página web del periódico en cinco minutos, lo cual es un despropósito. Fue muy difícil trabajar con Carmen Miranda. Considero que su salida se debió a la presión de los directores de medios estatales, de periodistas, que derivaron en su renuncia. No se podía hacer gestión”, concluyó.