García Linera anunció que la autorización del proceso contra el expresidente no se tratará en esta legislatura y lo conminó a que diga de frente que quiere ser candidato. El vocero marítimo, en cambio, reivindicó la votación del 21 de febrero de 2016

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27 de julio de 2018, 4:00 AM
27 de julio de 2018, 4:00 AM

Álvaro García Linera le dio un giro a esta historia. Sin dejar de lado el tono acusador contra el expresidente Carlos de Mesa por el caso Quiborax, ayer el presidente nato de la Asamblea Plurinacional anunció que la autorización para el juicio de responsabilidades contra el exmandatario y vocero de la causa marítima no se tratará en lo que le resta a la legislatura 2015-2020, todo con la explicación de que existe una agenda pendiente que incluye otras 13 peticiones de autorización de juicios de responsabilidades. Así que “si quiere ser candidato, que lo diga de frente, pero que no utilice el juicio para victimizarse”, desafió el vicepresidente en un sorpresivo anuncio que puso freno a la velocidad con que había avanzado el proceso en contra de De Mesa.

“Queremos decir, de manera oficial y de manera terminante, que la Asamblea Legislativa Plurinacional no va a tratar el tema de Carlos de Mesa y el juicio a Quiborax en esta legislatura. Y por una sencilla razón, porque tenemos acumulados un conjunto de pedidos de autorización de juicios de responsabilidad, si no me equivoco más de 13, y el pedido de autorización para un juicio de responsabilidad para Carlos de Mesa tendría que ir como corresponde, al final”, dijo García.

Con ello, la cúpula oficialista pone en la ‘congeladora’ el procesamiento contra De Mesa activado en junio por el procurador general del Estado, Pablo Menacho, quien lo responsabiliza de haber ocasionado la pérdida de los $us 42,6 millones que Bolivia pagó este año a los concesionarios mineros Quiborax-Non Metallic Minerals-Allan Fosk, después de que ellos llevaron al Estado a un arbitraje internacional por la forma en que revocaron sus concesiones de ulexita por orden de Carlos de Mesa, en junio de 2004.

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Por su parte, el exmandatario, que se ha ratificado en su decisión de expulsar a los concesionarios, ha respondido que tanto la activación del proceso en su contra como su ‘congelamiento’ son formas de presionarlo para que él asuma una candidatura presidencial para 2019 y con un rival opositor en frente, el MAS consiga escapar de la reivindicación ciudadana de los resultados del referéndum del 21 de febrero de 2016 (21-F), cuando la mayoría del electorado (51%) le dijo No a la repostulación del presidente Evo Morales.

Con la expresión del rostro endurecida, el número dos del Gobierno cargó en contra de De Mesa y de su abogado y ex viceministro Carlos Alarcón, de quien dijo que trabajó con una petrolera y que asesora mal. “No puede seguir utilizando como pretexto el juicio de responsabilidades para hacer campaña política”, dijo. Este discurso coincidió ayer con la rueda de prensa que dio en Sucre el magistrado del Tribunal Constitucional, Orlando Ceballos, quien, de oficio y casi en paralelo al vicepresidente, conminó al Órgano Electoral a obedecer la sentencia con la que el MAS consiguió la luz verde para eliminar los límites para la reelección del presidente. Así las cosas, el Gobierno desafiaba a De Mesa a declararse candidato mientras que, casi a la par, el TCP señalaba que la repostulación de Morales es un hecho.

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“Es obvio que hay presión, pero yo no voy a asumir un postura funcional a la estrategia del MAS”, respondió anoche De Mesa. Horas antes, el vocero de la causa marítima había contestado al vicepresidente a través de Twitter: “Y por cierto, vicepresidente, el monopolio de la política no lo tiene su Gobierno. Como ciudadano tengo el derecho de hacer política como y cuando quiera, en el marco de la ley, sobre todo para combatir el autoritarismo de su régimen defendiendo el 21-F”.

En opinión del politólogo Franz Flores, Carlos de Mesa hizo una lectura precisa de la estrategia política del MAS: identificar un rival para ‘electoralizar’ la discusión política y así tratar de escapar del encierro en el que cayó tras ser derrotado el 21-F y enfrentar continuas movilizaciones de grupos ciudadanos que reclaman que Morales respete la consulta y no se presente en 2019.

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Y si en el MAS ya habían comenzado a manifestarse fisuras respecto a cómo se estaba tratando el caso de Carlos de Mesa y de Quiborax con pronunciamientos de dos exministras, en la oposición, el Movimiento Demócrata Social (MDS), partido del gobernador Rubén Costas, arremetió contra el Gobierno acusándolo de replicar una receta venezolana. “Estas decisiones de perseguir, de desconocer la voluntad, de confrontar a la ciudadanía, de sembrar violencia, son las mismas recetas de Venezuela”, expresó el vocero de Costas, Vladimir Peña.

Desde el exterior, acusado en el caso Rósza y de legitimación de ganancias ilícitas, el exministro de Gobierno de Hugo Banzer, Guido Nayar, dijo que le “llamaba la atención cómo es el poder, porque si hay alguien que ayudó a Evo Morales es Carlos de Mesa. Él dictó una ley de amnistía a favor de Evo y promulgó un decreto que le permitía sembrar un cato de coca en el Chapare. Mire todo lo que le dio De Mesa a Evo”, dijo.

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