El paro ciudadano de la Llajta fue contundente y tuvo similitudes al cruceño. Los presidentes de comités se reúnen hoy. Hubo protestas en varias ciudades y hoy hay un paro en Trinidad, con un clima más hostil 

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17 de enero de 2018, 4:00 AM
17 de enero de 2018, 4:00 AM

Esta vez, el paro en Cochabamba fue contundente. La gente de la Llajta sacó sus sillas a la calle, el transporte cerró las avenidas y el cochabambino -a diferencia del martes anterior- se unió para protestar contra el Código Penal y la repostulación del presidente Evo Morales a través de la Sentencia Constitucional del TCP. “Ni en la guerra del agua había visto tanta unidad en el pueblo cochabambino”, sentenció Álex Contreras, secretario Ejecutivo de la Alcaldía opositora de Cochabamba y exvocero de Evo Morales. “Este paro no es de los cívicos ni de los políticos, es de la ciudadanía y está bien que así sea”, dijo Juan Flores, presidente cívico, eufórico aún, no solo por el éxito del paro, sino por la marcha que juntó a miles de personas entre la Plaza de las Banderas y la 14 de Septiembre. 

Se vivieron escenas vecinales muy parecidas a las que se vieron en Santa Cruz el último viernes y, al igual que sucedió con la protesta cruceña, desde el Gobierno hubo polifonía de posiciones. “No es un paro como realmente se pretendía, tenemos las imágenes, sobre todo porque  es un paro político”, dijo Jacqueline Pozo, presidenta de la Asamblea Departamental. Leonilda Zurita, asambleísta y una de las mujeres fuertes del MAS, criticó el bloqueo. “Solamente fue de cintas”, dijo la chapareña a ABI.  “Nosotros denunciamos, repudiamos, rechazamos las actitudes de la conspiración contra el pueblo, contra el presidente Evo Morales y contra nuestro proceso de cambio”, sostuvo. 

Otra vez, la mirada más serena del Gobierno vino desde el Ministerio de Gobierno. Carlos Romero admitió que la medida de protesta había logrado paralizar Cochabamba. Eso sí, no le dio los méritos a los cívicos, sino al transporte federado, que se plegó a las movilizaciones bloqueando las calles y dejando al pueblo sin poder llegar a sus fuentes laborales. “Fue un paro de transporte al que los cívicos se plegaron”, dijo y Flores estuvo muy de acuerdo. El presidente cívico cochabambino está muy agradecido al sector federado y a los camiones. Asegura que una de sus acciones en el comité fue darle su espacio y que ahora, no son los políticos, cívicos, empresarios ni gremios los que comanda a las movilizaciones, sino es el ciudadano. 

Cochabamba no fue la única región en la que hubo protestas contra el Código Penal. Mientras los movimientos sociales afines al Gobierno hacían escuchar sus voces en medios oficiales y desde el Ministerio de la Presidencia se hablaba de intereses golpistas, en Sucre, Oruro, Potosí y La Paz había marchas y bloqueos que no tuvieron la contundencia de Cochabamba, pero que muestran descontento.

“Lo que nos preocupa es que estos escenarios, esta lectura de radicalidades, esté invitándonos a la apertura de hechos de violencia. En su radicalidad más desesperada, la intención de buscar víctimas. Ojalá no haya vidas humanas de por medio, porque eso les permitiría hacer una suerte de justificación de sus movilizaciones”, dijo Martínez en una entrevista con la radio Patria Nueva.

“Es un malestar generalizado de la población, que por culpa del Gobierno ha ido creciendo y expandiéndose muy rápidamente. El fallo del Tribunal Constitucional más la aprobación inconsulta del Código Penal han sido los detonantes de esta disconformidad”, resumió Contreras, otrora comunicador de Morales, hoy mano derecha de José María Leyes, alcalde opositor de Cochabamba. 
 
Beni y después ...

Hoy en Trinidad hay una convocatoria al paro que no la hace el Comité Cívico, sino la Coordinadora de Defensa de la Democracia, que dice representar a la mayoría de las instituciones benianas.  El primero en oponerse a la medida fue el gobernador Álex Ferrier, que asegura que es una acción política camuflada en plataformas. “Si es tan mal presidente Evo, ¿por qué se preocupan tanto; por qué le temen tanto? !Que le ganen pues en las urnas”, dijo a ABI. 

Oscar Saavedra, vocero de la coordinadora, asegura que el paro busca conservar las libertades en Bolivia y pidió a los benianos no responder a posibles provocaciones y que protesten de manera pacífica.
 
Sin cerco 

Ante la escalada de manifestaciones, surgieron amenazas de dirigentes masistas de hacer un cerco a Santa Cruz. El ministro Romero lo descartó. Asegura que desde el Gobierno se ha pedido a los movimientos sociales afines no hacer movilizaciones sectoriales sino coordinadas.

Los que también quieren aunar esfuerzos son los cívicos. Por ello hoy, mientras sus pares trinitarios intentarán unirse a Santa Cruz y Cochabamba con un paro exitoso, los otros dirigentes convergerán en Cochabamba para planear un paro a escala nacional. Fernando Cuéllar, presidente cívico cruceño, cree que puede ser el 21-F. Flores lo ve muy lejos. Romero ve que esto pasó de cívico a político, que ahora las demandas no son por el código sino por la reelección y asegura que la respuesta será política. Así, las movilizaciones se volverán parte del cotidiano vivir.