También buscarán una nueva convocatoria a los líderes de partidos de oposición, movilizaciones para el 21 de enero y analizarán las huelgas y hechos en diciembre

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8 de enero de 2019, 4:00 AM
8 de enero de 2019, 4:00 AM

Con una agenda que incluye un boicot opositor a las elecciones generales si Evo Morales y Álvaro García Linera son parte de la papeleta, los cívicos y opositores ‘civiles’ del país se citaron para hoy a las 10:00 en Cochabamba. Allí, definirán las medidas de presión que se realizarán antes del 27 de enero con la intención de convencer al binomio presidencial de que respete los resultados del referendo del 21-F y deponga su repostulación, más allá de que una sentencia constitucional los hubiese puesto en carrera y que el Tribunal Supremo Electoral los haya aceptado como candidatos.

La convocatoria la hizo conocer Juan Flores, cívico cochabambino, que incluyó entre los puntos el análisis del paro cívico desarrollado en diciembre, las huelgas de hambre que aún se mantienen en algunas ciudades del país y para proyectar algunas medidas. Según el documento, estará sobre la mesa el paro cívico indefinido, además pedir a los opositores que se bajen de la elección, para no compartir papeleta con un binomio que consideran ilegal.

Consultado sobre estas posibilidades, Fernando Cuéllar, presidente cívico de Santa Cruz, explicó que se trata de una propuesta más de las que llevarán todos los representantes cívicos que se darán cita en la Llajta. Explicó que los cruceños irán con tres planteamientos que prefirió no adelantar para tener una discusión interna.

Decisiones

Roberto Balderas, presidente de los comités cívicos provinciales de Chuquisaca, deslizó que la propuesta plasmada por Flores en la convocatoria tenía cierta coordinación con otros comités, pero no debió hacerse pública hasta debatirse en pleno. Cuéllar añadió que habrá representantes de los nueve departamentos, aunque los presidentes cívicos de Trinidad y de Cobija no asistirán, sí lo harán representantes de provincia, como Guayaramerín y Riberalta, y de algunas instituciones pandinas.

Uno de los puntos a analizar, según Balderas, es la efectividad de los paros. No ponen en duda que han sido exitosos en el acatamiento de la población, sino en la respuesta del Gobierno. “Sabemos que este Gobierno no dará el brazo a torcer y todo eso vamos a analizar en Cochabamba”, dijo.

Flores admitió que la realidad no es homogénea en todos los movimientos cívicos departamentales, que en algunas regiones las instituciones tienen intereses cruzados con el gobierno, como los empresarios privados o las centrales obreras. Sin embargo, pese a que el Gobierno no ha retrocedido en reelegir a Morales y García Linea tras los paros y movilizaciones, Flores cree que en algún momento la población “se cansará de tanto atropello. Es solo cuestión de tiempo. Nuestra huelga de hambre no ha sido para que Evo Morales se sensibilice, sino visibilizar nuestra lucha en la comunidad internacional y terminar de sensibilizar al mismo pueblo boliviano”.

Una opinión similar tiene Cuéllar, que asegura que las repercusiones en la prensa internacional de la huelga, hizo que la comunidad internacional vea de otra manera al país.

Flores añade que, hasta antes del paro del 6 de diciembre, el oficialismo había logrado electorizar al país con las primarias, pero que eso consiguió que ahora los partidos las rechacen.

Cuéllar también defiende los paros cívicos, a los que califica de contundentes y exitosos. Recuerda que en una ocasión Evo Morales paralizó al país con 33 días de bloqueos en Chapare, sin conseguir su objetivo. “Muchas veces las medidas no logran los resultados que se esperan, pero consigue que todo el pueblo boliviano se concience de que necesitamos seguir viviendo en democracia”, dijo Cuéllar.

Al parecer, antes de llegar a exigirles a los políticos opositores que renuncien a las elecciones generales, los cívicos intentarán una vez convocarlos a una reunión. Ya lo hicieron -sin éxito- en diciembre pasado, cuando llamaron a una reunión de líderes políticos para la que no se pudo ni establecer una fecha. Tampoco los convencieron de plegarse a las huelgas de hambre. Sin embargo, Flores asegura que esta vez los políticos están dispuestos a plegarse “a la lucha por el 21-F”.

Para las 17:00, se espera que los cívicos hagan públicas sus decisiones, entre las que se perfila un paro cívico para antes del 27 de enero. Lo que falta para definir, según Flores, es la fecha y la duración (24 horas, 48 o indefinido).

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