La Policía confirmó el deceso de dos pobladores de La Asunta. El viernes asesinaron a un oficial en la zona. Dicen que los muertos eran francotiradores y que atacaron entre 30 personas. Los cocaleros ven un montaje

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30 de agosto de 2018, 5:00 AM
30 de agosto de 2018, 5:00 AM

El episodio recuerda la represión en Chapare en los 90. En solo seis días, un segundo choque armado sumó ayer dos fallecidos más al conflicto del Estado con los cocaleros de Yungas de La Paz. Y La Asunta vive jornadas de luto. Después de que el viernes el Gobierno informara de la muerte del oficial Daynor Sandóval en tareas de erradicación, ayer la Policía confirmó el deceso de dos personas, a quienes identificó como “francotiradores” que, supuestamente, atacaron a la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC). La dirigencia cocalera de Yungas desmintió que los difuntos hubiesen sido parte de un grupo criminal y acusan a los uniformados de usar armamento de guerra en contra de la población.

El conflicto creció como una bola de nieve. Ya la pasada semana el ministro de Gobierno, Carlos Romero, acusaba a la dirigencia cocalera de La Asunta de recibir instrucción de colombianos. Incluso habló de extranjeros que radican en la zona ubicada a 228 kilómetros de la sede de Gobierno.

Ayer, el comandante nacional de la Policía, general Faustino Mendoza, aseguró que en La Asunta actúa un “grupo irregular” de 30 personas. Dos de ellos, según él, eran francotiradores.

“A las 9:00, cuando el contingente se aproximaba al puente de San Antonio, hemos sufrido una segunda emboscada desde las alturas por parte de estos grupos irregulares armados que están operando en la zona. Han hecho uso de dinamita y armas de fuego; se identificó a unos 30 miembros que hostigaron por unas cinco horas a las fuerzas del orden”, detalló Mendoza.

La versión de la dirigencia cocalera es muy distinta. El dirigente Freddy Quispe, ejecutivo cocalero de La Asunta, relató que fueron los efectivos policiales quienes abrieron fuego a un grupo de personas que hacían vigilia por la detención del líder cocalero de Yungas, Franclin Gutiérrez, recluido en la cárcel de San Pedro de La Paz.

Cruce de versiones

“La Policía no ingresó a la zona con la intención de erradicar la hoja de coca: ellos ingresaron con la intención de atacar. Un grupo de personas, donde estaban los dos fallecidos, estaba en la vigilia y la Policía abrió fuego contra ellos”, explicó Quispe, que hace poco halló sin vida a su hijo en un río.

Ayer, Quispe estaba en el entierro de su niño mientras la Policía ingresó al área. “Ellos quizá aprovecharon que la población estaba en el entierro de mi hijo. Por eso atacaron”, explicó.

Por su parte, Mendoza acotó que se arrestó a dos personas que supuestamente estaban dentro del grupo de 30 atacantes. Dijo que se secuestró un fusil Mauser que usaban los ahora arrestados.

“Se ha hecho uso de armas de fuego para neutralizar el embate de este grupo organizado que está al margen de la normativa constitucional”, acusó el general.

Este segundo conflicto armado se da cinco días después de que otro contingente policial-militar de la FTC fuera emboscado, según denunciaron el Gobierno y la Policía, por productores de la hoja de coca que se oponen a la erradicación. En esa acción con armas siete policías resultaron heridos y un efectivo muerto: el teniente Daynor Sandóval Ortiz.

El ministro Carlos Romero acusó a la dirigencia de Yungas de tener vinculación con sospechosos de nacionalidad colombiana. El Ministerio Público, por su parte, señaló que Gutiérrez viajó a Colombia y lo imputó por traficar armas desde ese país vecino.

“Habrían sido internados colombianos para enseñar la utilización de armas de fuego, a fin de enseñar a estructurar grupos armados, enseñar a activar armas y disparar proyectiles de manera selectiva. Se continúa investigando, todavía no se ha podido confirmar plenamente esa hipótesis; sin embargo, tenemos varios testimonios de lugareños”, acusaba el lunes Romero.

Felipe Yujra es otro dirigente cocalero. Él en cambio acusó a la Policía de ingresar a La Asunta “atacando” a la población que hacía vigilia por los hechos sucedidos en esa zona en la última semana.

“Los compañeros se defendieron máximo con petardos, no con armas. Las autoridades policiales están poniendo armas a los fallecidos, están mostrando armas junto a los detenidos. Están montando pruebas para justificar sus ataques. Ellos matan a nuestra gente y ahora tomaron el puente San Antonio, que era la única vía de abastecimiento para nosotros”, reprochó Yujra.

La Policía seguirá

La dirigencia cocalera informó ayer que uno de los fallecidos fue identificado como Elio Choque, que vivía en la comunidad Puerto Aroma de La Asunta. El otro difunto sería de la misma población. Uno de los muertos tenía 41 años de edad. El otro, 45.

En La Paz se instaló otra vigilia en la sede de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) por la reclusión de Gutiérrez y se declararon en alerta por el deceso de dos cocaleros. El dirigente Gregorio Chamizo anunció que hoy marcharán en la sede de Gobierno.

A su turno, Mendoza señaló que la Policía seguirá actuando en La Asunta con el objetivo de erradicar la hoja de coca excedentaria. Por ahora, esa población vive una ‘tensa calma’. Aunque Chamizo remarcó que los pobladores están “con miedo” por la acción de los policías y militares de la FTC.