El Tribunal Supremo Electoral hará saber las reglas del juego para el 20 de octubre. El oficialismo lucha contra el 21-F y la desinstitucionalización. La oposición, contra el desconocimiento y la falta de un programa alternativo

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26 de mayo de 2019, 4:00 AM
26 de mayo de 2019, 4:00 AM

Cuando mañana el Tribuna Supremo Electoral convoque oficialmente a las elecciones generales del 20 octubre, la carrera por saber quién será el próximo inquilino de la Casa Grade del Pueblo habrá iniciado oficialmente. Sin embargo, con un proceso que se inició en noviembre del año pasado, los nueve candidatos ya tienen una base sobre la cual moverse. Tres analistas políticos hicieron un análisis de sus fortalezas y debilidades. Así, del oficialista Evo Morales se puede decir que parte con la ventaja de manejar la nave del Estado aún en las elecciones y goza con las fortalezas de un voto duro consolidado alrededor del 35%, un programa de Gobierno y una estructura partidaria que lo hace llegar a todo el país. En contra, tiene el irrespeto al referendo del 21-F, la imposibilidad de renovar su relato para seducir al electorado y el desgaste lógico de haber gobernado durante 14 años.

Por el lado opositor, las ventajas dependen de cada candidato, pero hay desafíos generales: presupuesto para hacer campaña, estructura política y, sobre todo, un programa alternativo al del Movimiento Al Socialismo.

De momento, hay tres fuerzas que visiblemente ya comenzaron su campaña: el Movimiento Al Socialismo, Bolivia Dice No y Comunidad Ciudadana. En un punto intermedio se encuentra el Movimiento Nacionalista Revolucionario, mientras que el resto de las fuerzas están en diferentes posiciones: Víctor Hugo Cárdenas (UCS) esperará la respuesta del Tribunal Supremo Electoral al ultimátum cívico para que renuncie hasta el 31 de mayo; Ruth Nina (PanBol), inicia su campaña el 1 de junio en Sucre; Félix Patzi (MTS) está en Buenos Aires armando su estructura en Argentina, Jaime Paz Zamora (PDC) busca recursos para hacer proselitismo, al igual que Israel Rodríguez, que está en fase de conformación de estructuras..

Los retos

Para Yerko Ilijic, abogado y politólogo, el mayor reto de Morales es que hace dos o tres años tiene una intención de voto del 30% y una credibilidad de alrededor del 25%. Cree que pasó su tiempo en el que el electorado lo concebía como excepcional. Para Daniel Valverde, director del Observatorio Político Nacional, Evo tendrá que remar contra la corriente del resultado del 21-F y afrontar las críticas contra su gestión en justicia y salud. Franz Flores, doctor en Ciencias Políticas, ve que el presidente puede pagar el desgaste de 14 años de Gobierno y la pérdida de institucionalidad del Estado, amén del irrespeto a la carrera del funcionario público. Como fortalezas le ve el desarrollo económico y la disminución de la desigualdad. Coincide Valverde, que cree que Morales hará campaña con sus logros de gestión, aunque tiene que actualizar su relato.

Sobre Mesa, Ilijic asegura que su mayor debilidad es que idealiza demasiado el poder por el poder, además de la necesidad de convencer a la gente que no renunciará ante las grandes contradicciones que se le presentarán si gana las elecciones, porque coexistirá con un masismo aún fuerte. A eso, Valverde le llama la capacidad para resistir tsunamis y coincide con Flores es que tampoco goza de una estructura partidaria que le garantice quedarse con los votos que conquite. Tampoco le ubican un programa alternativo al MAS. ¿Sus fortalezas? Honestidad, conocimiento de la historia y falta de pasado partidario.

Sobre Ortiz, Flores no le ve un programa alternativo al MAS y no se irradia más allá del oriente. Ilijic le reclama que sepa cuándo frenar y saber cuál sería su lugar en la historia en un proceso de transición. Valverde, por su lado, cree que representa a un modelo de libre mercado al que el país aún no está dispuesto a volver. Como fortalezas le apuntan la estructura de Demócratas, haber elegido bien a su acompañante de fórmula para que lo acerque al voto occidental y que representa la audacia y la pujanza cruceña.

A Paz Zamora lo ven como una figura del pasado que no sabido despertar la izquierda liberal dormida; a Cárdenas como prisionero de un discurso de extrema derecha, sensacionalista que contradice su trayectoria y origen; a Patzi como una persona poco dada a escuchar y que encima le quiere disputar el núcleo de votación al MAS, algo que parece sólido. Virginio Lema, Ruth Nina e Israel Rodríguez comparten la debilidad que son poco conocidos por el electorado y muy difícilmente serán figuras relevantes para la presente elección. Sin embargo, esto recién comienza y faltan casi cinco meses para enderezar el rumbo.