Sectores del Pacto de Unidad tienen el objetivo claro y trazan dos prioridades: mantener el apoyo a Evo en el campo y recuperar al votante urbano. La oposición entregará a la CIDH el cómputo del referendo del 21 de febrero de 2016

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14 de mayo de 2018, 3:22 AM
14 de mayo de 2018, 3:22 AM

No quieren dejar nada a la improvisación. Las organizaciones afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) quieren a Evo Morales hasta 2025 en Palacio Quemado. Con esa premisa alistan la estrategia de campaña que incluye dos ejes primordiales: el trabajo mediático en el área rural e intentar reconquistar a la clase media. Mientras, la oposición insiste en recurrir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), esta vez para mostrar el cómputo del referendo del 21 de febrero de 2016.    

El Pacto de Unidad y la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam), en coordinación con gobiernos subnacionales afines al MAS, alistan el plan Evo-2025, que está al margen de la campaña de marketing político que ejecutará el oficialismo. 

“Nosotros hacemos un trabajo político y trabajaremos para que nuestro presidente (Morales) siga liderando este proceso. No hay duda, el plan está casi listo y se hará un trabajo con las bases en el campo”, detalló Segundina Flores, ejecutiva nacional de las mujeres Bartolina Sisa.

La dirigente es consciente de que se necesita votación en las ciudades capitales y adelantó que se trabajará para reconquistar a la clase media. “No dejaremos nada, trabajaremos para que el hermano Evo siga”, aseguró.    

Campo y ciudad

El movimiento campesino tiene sus bases en el campo y es en ese espacio donde se asentará la estrategia de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos (Csutcb). Su líder, Jacinto Herrera, tiene claro el panorama: “Evo va como candidato y para asegurar la victoria haremos un arduo trabajo de campo”, detalló el dirigente.  

Herrera también ve a una clase media alejada del MAS y será –consideró– un reto volver a tenerla entre sus filas. “Ahora existe de todo, hay también compañeros intelectuales que nos apoyan, aunque no lo digan en público”, enfatizó.

Y es en esa visión que el MAS tendrá dos prioridades: no soltar el apoyo del campo y recuperar el voto urbano. El diputado oficialista Víctor Borda consideró que varios factores desgastaron la imagen de Evo en las ciudades. Uno de ellos –dijo– es el caso de Gabriela Zapata. “Con esa semejante mentira se montó toda una estrategia, que al final tuvo resultados y la imagen del hermano presidente se desgastó. Pero el reto es trabajar para recapturar ese apoyo”, afirmó.  

El plan opositor
En medio de la idea oficialista, la oposición insiste en acudir a la CIDH para evitar la repostulación de Morales, que en 2019 sería la cuarta consecutiva. El diputado Wilson Santamaría, jefe de bancada de Unidad Demócrata (UD), informó que se presentará ante el organismo el cómputo final del referendo del 21 de febrero de 2016 y que negó una nueva repostulación de Evo Morales.  

“Vamos a entregar el acta de cómputo del 21-F, lo presentaremos en la vía complementaria para acelerar un poco los plazos de admisión (de la demanda) y lograr que finalmente la CIDH pueda tratar el asunto”, argumentó Santamaría.