Cuando faltan ocho meses para la salida de Reino Unido de la UE, la Comisión Europea advirtió a gobiernos, empresas y ciudadanos que deben prepararse para un proceso que les puede causar "perturbaciones significativas".

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20 de julio de 2018, 17:08 PM
20 de julio de 2018, 17:08 PM
Hablando de Brexit, el mejor escenario será difícil y complejo. El peor, impredecible. Y el reloj ya está descontando las horas.

El 29 de marzo de 2019 se cumple el plazo para la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), proceso conocido como Brexit, lo que pondrá fin a su membresía durante los últimos 45 años en este mecanismo de integración regional.

El proceso es engorroso pues, entre otras cosas, implica que dejarán de aplicarse en relación con este país las cuatro libertades fundamentales de la UE: circulación de personas, bienes, servicios y capitales.

En la práctica esto significa que podrá verse afectada una cantidad innumerable de personas y compañías en toda Europa.

En la actualidad hay un proceso de negociación en marcha entre Londres y Bruselas para tratar de llegar a un acuerdo para un Brexit ordenado, que incluya un periodo transitorio amplio para tratar de minimizar los impactos indeseados.

Theresa May.
La primera ministra británica, Theresa May, ha enfrentado disidencias dentro de su propio gobierno acerca de la mejor manera para ejecutar el Brexit | Getty Images
 

Pese a ello, la Comisión Europea encendió las alarmas el jueves pasado para advertir a los gobiernos, empresas e individuos que deben prepararse para la posibilidad de que Reino Unido salga de la UE sin que se haya alcanzado un acuerdo.

Una perspectiva que muchos creen que puede derivar en una suerte de caos, al punto que ha sido bautizada como "Brexit al borde del abismo".

"Perturbación significativa"

"El 30 de marzo de 2019, Reino Unido abandonará la UE. Independientemente del escenario previsto, esto causará una perturbación significativa para los ciudadanos, empresas y gobiernos europeos", señaló la Comisión Europea en un documento de 16 páginas en el que recoge las medidas a tomarse según se acerca la fecha límite.

Michel Barnier, jefe negociador de la UE para el Brexit.
Michel Barnier es el jefe negociador de la UE para el Brexit | Getty Images

El texto destaca que se está trabajando "duro" para lograr un acuerdo para una salida ordenada y que su logro es el objetivo preferido por la UE.

"Sin embargo, no hay certeza de que se alcanzará un acuerdo. E, incluso si se logra, la relación de Reino Unido con la Unión Europea no será de la un estado miembro y, por tanto, habrá una situación fundamentalmente distinta", señala.

Si las negociaciones dieran frutos, se establecerá un periodo de transición hasta el 31 de diciembre de 2020, durante el cual las normas de la UE seguirán vigentes para Reino Unido, lo que dará más tiempo a las empresas, personas y gobiernos para prepararse para el nuevo tipo de relación.

Sin embargo, si no hay acuerdo, el Brexit se hará una realidad de forma abrupta.

"Al borde del abismo"

Aunque el documento de la Comisión Europea señala que hay medidas que deben tomarse con independencia de la posibilidad de que haya o no un acuerdo, su principal énfasis es puesto en la posibilidad de que este no se produzca.

"Las preparaciones deben ser intensificadas inmediatamente en todos los niveles y tomando en cuenta todos los resultados posible. Todos los pasos posibles y necesarios deben ser tomados para asegurar que haya una respuesta planificada y que los riegos pueden ser mitigados", agrega el texto.

Puesto de control aduanal en un aeropuerto de Reino Unido.
El Brexit sin acuerdo pondría fin abrupto a la libre circulación de personas entre Reino Unido y el resto de países de la Unión Europea | Getty Images

Pero, ¿qué consecuencias tendría la falta de un acuerdo?

En este caso, la Comisión Europea afirma, por ejemplo, que no habría un arreglo sobre la situación de los ciudadanos de la UE que residen en Reino Unido ni sobre los británicos que residen en la UE.

Señala que la reimposición de los controles en las fronteras "podría causar significativos retrasos, por ejemplo, en el transporte por carretera, y dificultades para los puertos", donde habría largas filas de vehículos esperando a cumplir con los trámites aduanales".

Además, advierte que Reino Unido se convertiría en un país tercero en lo relativo a temas de comercio y regulatorios, lo que "representa un retroceso significativo en comparación con el nivel actual de integración de mercado".

También recuerda que, aunque desde las instituciones de la UE pueden tomarse muchas medidas, los gobiernos nacionales, regionales y locales también deben acelerar su preparación para "mitigar los peores impactos de un potencial escenario al borde del abismo".

"Aunque la salida de Reino Unido puede parecer que ocurre en niveles altos y más bien abstractos entre Reino Unido y la UE, sus consecuencias serán muy reales para los ciudadanos, profesionales y empresas", resalta.

En ese sentido, indica que ya hay varios gobiernos, como los de Irlanda y Holanda, que han creado plataformas en línea para ayudar a sus empresas a prepararse para distintos escenarios del Brexit.

Barco mercante en un puerto de Reino Unido.
La Comisión Europea advirtió a las empresas que comercian productos con o desde Reino Unido que deben tomar previsiones pues puede haber retrasos significativos en las aduanas | Getty Images

Entre las medidas adoptadas por Irlanda, se incluye la contratación de unos 1.000 agentes aduanales para reforzar los puertos y aeropuertos del país. Holanda está reclutando un número similar de funcionarios.

En su texto, la Comisión Europea recuerda que hasta ahora ha publicado 68 documentos distintos sobre las preparaciones que se pueden tomar en sectores concretos de la economía, incluyendo seguridad alimentaria, servicios financieros, aduanas, transporte y derecho de sociedades.

Además, exponen aspectos legales y técnicos que las empresas y los gobiernos deben tomar en cuenta para estar bien preparados y que permiten vislumbrar las complejidades que entraña el Brexit.

"Los actores privados, las empresas y los profesionales necesitan asumir la responsabilidad por su situación individual, valorar los impactos potenciales de un escenario al borde del abismo sobre su modelo de negocio, tomar las decisiones económicas y concluir todas las gestiones administrativas antes del 30 de marzo", afirma.

"El retiro (de Reino Unido) cambiará la relación y tendrá efectos significativos para los ciudadanos y las empresas de los 27 países (restantes) miembros de la UE, algunos de los cuales no tendrán remedio", concluye.


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