En la era Trump, las relaciones raciales se han vuelto más tensas en Estados Unidos. Muchos afroestadounidenses exigen que a ellos también se les reconozcan los derechos constitucionales de portar armas.

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12 de febrero de 2018, 14:16 PM
12 de febrero de 2018, 14:16 PM
Samantha Sorillo
BBC
Samantha Sorillo le dijo a BBC Mundo que ella quiere combatir los estereotipos que persiguen a los negros con armas en EE.UU.

El derecho de los ciudadanos a tener armas es una de las piedras angulares de la cultura política en Estados Unidos.

Lo sabemos quienes hemos visto con asombro cómo los estadounidenses compran, guardan, exhiben y, por supuesto, disparan toda clase de armamento de manera perfectamente legal, con una tranquilidad difícil de entender en muchas otras partes del mundo.

Pero hay quienes se preguntan si ese derecho se extiende también en la práctica a los afroestadounidenses.

Pese a que obviamente están cubiertos por las mismas garantías legales, muchos negros estadounidenses sienten que la realidad les impide gozar de ese mismo privilegio.

Aalegan que cuando portan armas son vistos como una amenaza por la policía o por el resto del público.

Y por eso muchos afroestadounidenses dicen que están organizándose para garantizar que ellos también puedan participar en el romance con las armas que ha caracterizado a este país desde su fundación.

Representación

Travis Campbell vive cerca de Miami. Fundó el club Black Arms (Armas Negras) el capítulo local de la Asociación Nacional de Propietarios Afroestadounidenses de Armas (NAAGA, por sus siglas en inglés).

Campbell le explica a BBC Mundo la razón por la que fundó un club dedicado a personas de raza negra que se reúnen a disparar y a aprender del mundo de las armas:

"No hay suficiente representación dentro de la cultura de las armas para los afroestadounidenses. Nos sentimos medio excluidos. Tiene que haber una organización que llene el vacío para este tipo de gente".

La llegada al poder de Donald Trump, y la creciente tensión racial que se vive en el país, ha aumentado el interés por estas asociaciones en muchas partes de Estados Unidos.

La NAAGA indicó en abril de 2017 que, desde la elección de Trump, su número de miembros se duplicó.

Y los vendedores de armas reportan también en muchas partes del país un aumento de las compras por parte de las minorías étnicas.

Campbell considera que "en la atmósfera que existe en este país, hay gente que siente la necesidad de tomar su protección en sus propias manos, y hay una necesidad de educar a la gente sobre la manera respetuosa y legal de ser un propietario de armamento".

NRA
Getty Images
En las conferencias de los grupos de aficionados a las armas como la NRA (Asociación Nacional del Rifle) queda en evidencia la variedad de armamento que circula en Estados Unidos. (Foto de archivo)

Él sabe que la historia le ha hecho difícil a los negros estadounidenses ejercer este derecho. Cree que en muchos casos, la Segunda Enmienda de la Constitución, que garantiza el derecho de los ciudadanos a portar armas, "ha sido un ideal ajeno" para la comunidad negra.

"A veces Estados Unidos se ha sentido incómodo (con los afroestadounidenses como propietarios de armas) por la herencia de la esclavitud, de las leyes racistas", le recuerda a BBC Mundo.

Abundancia apabullante

La abundancia de armas en Estados Unidos es apabullante.

Según el medio estadounidense Quartz, pese a representar solo el 5% de la población mundial, los estadounidenses son dueños de cerca de la mitad de las armas que hay en el planeta.

El Centro Pew, un organismo independiente de investigación en ciencias sociales, estimaba en 2013 que había entre 270 y 310 millones de armas en el país.

Pero no están distribuidas de manera homogénea. La mayoría de las armas son de propiedad de blancos.

Según el sitio web de NAAGA, hoy el 19% de los afroestadounidenses son propietarios de armas, comparado con 36% para los blancos y cerca del 30% para la población del país en su conjunto.

Víctimas de las armas

Doctora Tanya Zakrison
BBC
Tanya Zakrison, una médica de cuidados intensivos en Miami, advierte que los afroestadounidenses son víctimas de la violencia de las armas de una manera desproporcionada.

Claramente, no todos creen que es una ventaja tener una población tan armada. Hay quienes piensan que el aumento de la circulación de armas entre los afroestadounidenses puede ser un riesgo de salud pública para ellos mismos, pues la población negra es víctima de la violencia armada en el país más que cualquier otro grupo.

La doctora Tanya Zakrison trabaja en la unidad de cuidados intensivos del hospital Jackson Memorial, el principal hospital público de Miami. Está acostumbrada a ver pacientes afroestadounidenses llegando con heridas graves de bala y ha efectuado estudios de salud pública sobre el aspecto racial de la violencia de las armas en esa ciudad.

"La población de Miami es 20% afroestadounidense. Pero representan 65% de los que llegan al hospital por violencia relacionada con las armas", le recuerda a BBC Mundo.

Parte del problema, argumenta, puede ser que es demasiado fácil conseguir un arma. "Si vas a un almacén Walmart, es a veces más fácil comprar un arma que sacar una licencia de conducir", asegura.

Percepción de los medios

Sin embargo, los miembros del club Black Arms de Miami están convencidos que es una buena idea tener una pistola o un fusil. Eso sí, entrenándose sobre cómo usarlos de manera responsable.

Tienen clases frecuentes sobre la seguridad en el manejo de las armas.

Seguidor armado de Trump.
Getty Images
La llegada al poder de Trump ha atizado las controversias raciales.

También dedican sesiones a discutir el protocolo que deben seguir si se encuentran con la policía en revisiones de rutina en la calle, para indicar rápidamente a los oficiales que ellos son propietarios legales de las armas que llevan consigo, y que no representan un peligro para las autoridades.

Tampoco quieren ser vistos como un riesgo para la sociedad. Samantha Sorillo es la vicepresidenta del club Black Arms. Es una mujer de voz suave pero elocuente.

Entiende que hay estereotipos que juegan en la percepción que tiene el estadounidense del común cuando se encuentra con un negro armado.

"Siento que cuando otras personas me ven como un peligro es porque no han sido bien educados sobre el tema. Muchas veces los medios nos retratan de manera negativa. Por eso esta asociación es importante, para que entiendan que como afroestadounidenses estamos ejercitando nuestros derechos de la Segunda Enmienda de la Constitución, somos ciudadanos que respetamos la ley y es importante que tengamos visibilidad".

"Le voy a dar a mi objetivo"

En cualquier caso, más allá de las discusiones acerca de derechos constitucionales, están hablando de usar armas letales y eso lo tienen claro.

El día de la entrevista con este medio, Samantha llegó al polígono de tiro y sacó del baúl de su automovil su fusil AR-15, el mismo modelo que usan las fuerzas armadas de muchos países.

Foto de archivo, mujer afroestadounidense armada.
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Muchos afroestadounidenses exigen que también se les reconozca el derecho constitucional a llevar armas, característico de la sociedad estadounidense. (Foto de archivo)

Lo cargó con esmero. Lo conoce a la perfección.

No es la única arma que tiene. En su casa guarda otras tres pistolas. "También tengo una Glock 43, una nueve milimetros, y otra Canik", cuenta con naturalidad.

"Con todo lo que pasa hoy en día, yo soy una mujer sola. Necesito protegerme, estar entrenada en caso de un evento en el que tenga que reaccionar", le dice a BBC Mundo.

"Si tengo que defenderme, no lo dudes, le voy a pegar a mi objetivo".

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