La Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU pidió una investigación "independiente" sobre las circunstancias de la muerte de Morsi y las condiciones de sus casis seis años de detención.

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18 de junio de 2019, 16:30 PM
18 de junio de 2019, 16:30 PM
"Está claro que debe haber una investigación independiente exhaustiva sobre las circunstancias de la muerte del señor Morsi, incluidas las condiciones de su detención".

La Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas destacó este martes las incógnitas que rodean a la repentina muerte del expresidente de Egipto, Mohamed Morsi.

Morsi, de 67 años y quien fue depuesto por el Ejército en 2013, falleció este lunes tras desmayarse en el tribunal después de una sesión donde enfrentaba cargos de espionaje.

"Dado que el ex presidente Mohamed Morsi estaba bajo la custodia de las autoridades egipcias en el momento de su muerte, el Estado es responsable de garantizar que fuera tratado con humanidad y de que se respetara su derecho a la vida y la salud", recordó la ONU en un comunicado.

Del mismo modo, el organismo reconoce "preocupaciones" respecto a las condiciones en las que Morsi estuvo detenido durante sus casi seis años de custodia, "incluido el acceso a una atención médica adecuada, así como un acceso suficiente a sus abogados y familiares".

Policia en el funeral de Morsi
Reuters
El funeral de Morsi fue celebrado pocas horas después de su fallecimiento este lunes, con presencia policial en el cementerio donde fue enterrado.

Por ello, la ONU pidió que la investigación, que debería llevarse a cabo "por un organismo independiente", abarque también "todos los aspectos del trato que las autoridades han dado al señor Morsi para determinar si las condiciones de su detención tuvieron un impacto en su muerte".

Diversas organizaciones de derechos humanos ya habían denunciado en el pasado las condiciones en que se encontraba Morsi como el tiempo que permanecía en régimen de aislamiento.

Su funeral se celebró pocas horas después de su repentina muerte. Su hijo, Abdullah Morsi, le dijo a la agencia Reuteras que las autoridades egipcias habían negado una petición de la familia para celebrar un funeral público en su ciudad natal.

Sólo cuatro personas asistieron al entierro: su esposa, sus dos hijos y un abogado.

Morsi fue derrocado tras protestas masivas un año después de asumir su cargo como el primer presidente elegido democráticamente en Egipto.

Posteriormente, las autoridades iniciaron una ofensiva contra sus partidarios y el movimiento islamista al que pertenecía, los ahora proscritos Hermanos Musulmanes.


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