Jefes de Estado y altos ejecutivos de negocios se reúnen como desde hace cuatro décadas en Davos para participar en el Foro Económico Mundial. Pero la pequeña población de Suiza tenía actividades muy diferentes hace un siglo, como los tratamientos de tuberculosis con terapias que incluían aire puro, vino y siestas.

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23 de enero de 2019, 7:01 AM
23 de enero de 2019, 7:01 AM
Vista de Davos, Suiza
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Davos
pasa de unas 11.000 personas a más de 30.000 durante las reuniones del Foro Económico Mundial.

Se le conoce solo como el "Foro de Davos", pero su nombre oficial es "Reunión Anual del Foro Económico Mundial".

La cumbre que cada año congrega a jefes de Estado, ministros, altos ejecutivos de empresas y hombres de negocios (solo 20% de los participantes son mujeres) es una de las reuniones de política y economía más importantes del mundo.

Lo organiza el Foro Económico Mundial (FEM), una ONG dedicada al análisis de la economía global, y su sede, de la que toma el nombre, es Davos.

Davos es un pueblo del este de Suiza que en invierno se convierte en una perfecta postal navideña con sus enormes montañas nevadas y que se ha convertido en sinónimo de poder económico global,

Lo que ahora son resorts de esquí, hoteles lujosos y restaurantes exclusivos, muchos años antes era un destino mucho más discreto.

De hecho, era el sitio en el que se ubicaron múltiples sanatorios para el tratamiento de enfermedades como la tuberculosis.

Vista de Davos, Suiza
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La
época invernal es la de mayor actividad en Davos, Suiza.

Y también fue el lugar que acogió una inusual mezcla de miembros del nazismo, combatientes estadounidenses de la Segunda Guerra Mundial e incluso refugiados de los campos de concentración.

Todo, hasta que el FEM se estableció ahí como una lujosa capital de la economía y la política global.

Davos para la tuberculosis

La historia de Davos se remonta al siglo XIII, pero empezó a hablarse en Europa de este lugar desde mediados del siglo XIX.

Médicos establecieron sanatorios en Davos para combatir el "mal aliento de las ciudades" y ayudar a curar enfermedades, en particular la tuberculosis, según relata Simon Bradley en "El lado oscuro de la montaña mágica de Davos".

Los tratamientos incluían caminatas por la montaña para respirar aire limpio, siestas al aire libre, "suntuosas" comidas, así como mucho vino y leche.

Los tratamientos se prolongaron durante las primeras tres décadas del siglo XX.

Carruajes se dirigen a Davos
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Davos
rápidamente atrajo a miles de visitantes por sus tratamientos médicos experimentales.

"Los médicos no sabían cómo tratar la enfermedad, solo la podían contener. Había un lado simbólico en todo esto, una especie de pureza: aire fresco alpino, carne roja, vino tinto y leche blanca", dice la cineasta suiza Danielle Jaeggi citada por Bradley.

Jaeggi filmó un documental basado en el descubrimiento de cartas escritas por su padre quien fue un estudiante de medicina de Lausana (Suiza) que padeció tuberculosis.

El hombre pasó mucho tiempo entre 1930 y 1950 en el sanatorio Schatzalp de Davos y vivió de primera mano lo que pasaba en las montañas de ahí.

Mezcla de enfermos y ricos

Gracias a las cartas de su padre, Jaeggi supo que muchas veces había desenlaces fatales para los pacientes.

"Los muertos eran evacuados por la noche a través de túneles subterráneos y toboganes", según supo.

Greta Jones, autora de "La historia de la tuberculosis", afirma que para la década de 1930 en Davos había hasta 6.000 visitantes enfermos que eran atendidos en 16 sanatorios y 40 pensiones en invierno.

Una calle de Davos en 1920
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La
población de Davos ha aumentado por temporadas desde inicios del siglo XX.

Por aquellos años, en Davos también comenzaron a prosperar espacios y actividades propias de los resorts europeos que atraían a las personas adineradas.

Eso generaba una inusual mezcla de ricos y enfermos en las calles de la pequeña población.

"Había eventos teatrales y musicales, exhibiciones de arte deportes invernales y cursos de extensión universitaria", describe Jones.

El descubrimiento de la penicilina (1928) y su posterior desarrollo dieron pie a una cura efectiva de la tuberculosis, por lo que poco a poco los sanatorios comenzaron a perder visitantes.

Pero la atractiva vida turística y de descanso siguió floreciendo.

Nazis, estadounidenses y refugiados

Con el ascenso de Adolf Hitler en la vecina Alemania, miembros del nazismo tomaron el control de Davos en la Suiza que permanecía fuera de las beligerancias previas a la Segunda Guerra Mundial (SGM).

Wilhelm Gustloff fue el fundador en 1932 del grupo local del Partido Nazi en Davos, pero fue asesinado cuatro años después por el activista judío David Frankfurter.

Un letrero vandalizado en Davos
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"Asesino" fue escrito en un cartel que indicaba cuál era la sede del nazismo de Davos establecida por Wilhelm Gustloff.

Pero uno de los momentos más extraños para Davos vino tras el fin de la II Guerra Mundial.

Entonces se dio allí una extraña mezcla de oficiales nazis, pilotos estadounidenses que cayeron en Suiza y hasta refugiados procedentes de campos de concentración, indica Bradley.

"El antiguo edificio de la sede nazi en Davos se convirtió rápidamente en un hotel", explica.

Funeral de Wilhelm Gustloff
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El
funeral de Wilhelm Gustloff congregó a muchos miembros del nazismo.

El Foro Económico Mundial

Tiempo después de la guerra apareció en 1971 la primera reunión de lo que posteriormente sería el FEM en la pequeña población de Davos.

Entonces no se llamaba así, sino el Simposio de Administración Europeo fundado por Klaus Schwab, y continuó así hasta 1987 cuando adoptó su nombre actual.

Personas afuera de la sede del FEM
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La
reunión anual de Davos se ha realizado durante 48 años consecutivos.

El FEM en realidad es una organización sin fines de lucros, no solo una convención de líderes políticos y económicos mundiales.

Su misión, afirma la ONG, es "mejorar el estado del mundo mediante el análisis del panorama internacional y la identificación de retos, desafíos y oportunidades".

"Para ello, el Foro Económico Mundial cuenta con la colaboración de personas influyentes de muy alto prestigio internacional, tanto del ámbito público como privado", añade.

Klaus Schwab
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Schwab
se ha mantenido al frente del FEM desde su fundación en 1971.

Schwab era entonces un profesor de negocios alemán quien con 33 años ya contaba con cinco títulos académicos en ingeniería mecánica y economía.

Hasta la actualidad sigue encabezando el FEM que se realiza cada año en enero en Davos, la pequeña población donde se trataba la tuberculosis y ahora acoge líderes de casi todo el mundo.


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