Croacia logra dramática clasificación a la final del Mundial de Rusia 2018 al vencer a Inglaterra en tiempo suplementario
Liderados por un magistral Luka Modric, Croacia se convirtió en el país con menos población en jugar el partido decisivo de un Mundial desde que Uruguay venciera a Brasil en 1950.
Mario Mandzukic aprovechó un error de la defensa inglesa para completar la remontada en el minuto 109 de la prórroga y convertir a Croacia, de poco más de 4 millones de habitantes, en el país con menos población en jugar el partido decisivo de un Mundial desde que lo hiciera Uruguay en 1950 en Brasil.
Croacia estuvo liderado magistralmente por Luka Modric, quien asumió la responsabilidad, se apoderó del balón en el centro del campo y guió una histórica remontada.
Fue una muestra de carácter después de comenzar perdiendo desde el minuto cinco de la primera parte tras el espectacular gol de tiro libre de Kieran Trippier.
No hubo ni tiempo para que los equipos se asentaran en el campo cuando Inglaterra robó un balón en la mitad de la cancha.
Henderson combinó rápido con Dele Alli quien tras abrirse camino por el centro del campo hacia el área recibió una falta por parte de Luka Modric justo en el semicírculo.
Desde ahí fue que Trippier envió la pelota por encima de la barrera hasta el fondo de la red.
El gol dejó aturdida a Croacia que estuvo a merced de Inglaterra, pero la selección de los tres leones no supo sentenciar el partido con una gran ocasión que tuvo Harry Kane al quedar solo frente a Subasic.
Pero el disparo del máximo goleador del Mundial fue detenido por el portero croata y en su segundo intento remató al poste.
El fútbol de Inglaterra fue perdiendo intensidad con el paso de los minutos y el partido se concentró en el centro del campo, sin ocasiones de verdadero peligro en ninguna de las áreas.
Tras el descanso Croacia cambió radicalmente su planteamiento y activó la conexión de Luka Modric e Ivan Rakitic para adueñarse de la pelota.
Eso hizo que Inglaterra retrocediera metros en defensa y se produjera un cortocircuito en su fútbol.
No fue extraño que después de dos avisos por parte de Rebic y Perisic, el delantero del Inter de Milán encontrara el gol del empate en el minuto 68 de partido.
Sime Vrsaljko envió un preciso centro al área y Perisic definió con el exterior del pie adelantándose a la defensa inglesa.
Croacia creció aún más después del gol y puso contra las cuerdas a una Inglaterra nerviosa que fue cometiendo un error tras otro.
El mismo Perisic tuvo la oportunidad de completar la remontada, pero su disparo cruzado pegó en la base del poste izquierdo de la portería defendida por Pickford.
Fue la mejor oportunidad para Croacia que no supo como noquear a Inglaterra.
El juego se volvió a emparejar en un pulso que se mantuvo hasta el final de los 90 minutos reglamentarios.
En el tiempo suplementario Inglaterra salió mejor y pudo adelantarse con un cabezazo de John Stones que sacó sobre la línea Vrsaljko.
Croacia también tuvo su ocasión en la primera parte de la prórroga cuando Perisic envió un preciso centro a la espalda de la defensa inglesa que remató Mandzukic en el área pequeña pero Pickford logró desviar con su rodilla.
Fue el aviso de "Súper" Mario quien no desperdició la segunda oportunidad que se le presentó en el minuto 109 cuando fue el único en reaccionar para buscar un balón que cabeceó al área Perisic y que con un disparo cruzado quebró la resistencia del portero inglés.
El histórico gol selló la victoria croata y la clasificación para su primera final de la historia en una Copa del Mundo.
De poco importa que en sus piernas sientan el gasto de haber jugador tres prórrogas y que su rival será Francia, selección a la que nunca le ha podido ganar.
El domingo Croacia estará en la final junto a la ilusión de sus cuatro millones de habitantes de ser campeones del mundo.
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