El español Antonio Martínez Ron es uno de los divulgadores científicos más reconocidos del mundo hispano. Su obra, una genial mezcla de humor, información y ciencia, deja unas cuantas risas y varios aprendizajes. Hablamos con él.

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9 de noviembre de 2018, 14:33 PM
9 de noviembre de 2018, 14:33 PM
Antonio Martínez Ron
BBC
Antonio
Martínez Ron se califica como un periodista tradicional: hace preguntas basado en su curiosidad. (FOTO: Javi Álvarez)

En diciembre de 2010, el divulgador científico español Antonio Martínez Ron se hizo famoso con una broma.

"National Geographic destapa el fraude de Stonehenge", tituló en su blog Fogonazos, donde publicó un artículo sobre un supuesto hallazgo sorprendente: el 90% de las piedras del legendario yacimiento en Inglaterra, al parecer, eran nuevas.

La parodia, publicada el Día de los Inocentes, llegó a las portadas de decenas de sitios de internet, tuvo que ser desmentida por la revista misma y probó, según el autor, que "no debes fiarte de todo lo que lees por muy bien contado que parezca y muchas fuentes que parezcan citar".

Esa mezcla de humor, escepticismo y ciencia está a lo largo de la obra de este madrileño de 42 años: tres libros, dos páginas de internet y un podcast son apenas algunas de las publicaciones del periodista.

Todas hablan de ciencia. Y no por eso son aburridas o complejas.

"En el fondo yo me hago las preguntas que se hace cualquiera, soy un periodista con curiosidad, no soy un científico", le dice a BBC Mundo en vísperas de su charla en el Hay festival de Arequipa (el viernes 9 de noviembre a las 16:00 en la Universidad Nacional San Agustín, sala Mariano Melgar).

Acá algunas preguntas que nos contestó antes de viajar a Perú.

Mujer mira por microscopio
AFP
El
último libro de Martínez Ron se titula El ojo desnudo y trata de la increíble historia del conocimiento de lo que vemos (y no vemos).

¿Somos tremendamente ignorantes o tremendamente sabios del mundo que nos rodea?

Bueno, un poco de ambas cosas, y ese es precisamente el mensaje (del libro ´El ojo desnudo´). Somos seres vivos con unas características sensoriales muy concretas que vemos un trocito muy pequeño del espectro y a partir de ahí hemos sido capaces de trascender esas limitaciones.

Hemos visto, por ejemplo, otras dimensiones de la luz que parecían imaginables. Hemos sido capaces de descubrir planetas simplemente haciendo un cálculo matemático; de descubrir los átomos, la materia oscura, la selección natural y otro montón de cosas que no son nada evidentes a simple vista.

¿Qué nos diferencia de los animales?

Pocas cosas. En general somos mucho menos especiales de lo que pensamos. La curiosidad, por ejemplo, se ha descubierto incluso en seres unicelulares, que tienen la necesidad de explorar su entorno.

La diferencia es que en los seres humanos y los primates esa característica se convirtió en parte esencial de la supervivencia.

Evolucion del hombre
AFP
La
curiosidad es el gran vínculo que los humanos tenemos con los primates y la razón por la cual somos distintos a otras especies, dice el periodista.

¿O sea que somos una especie privilegiada que puede ver más?

Pues a ver: la parte que nosotros podemos captar del espectro electromagnético es muy pequeñita. Para entenderlo, se suele decir que si el espectro fuera una cinta de celuloide de una película que fuera desde Madrid a Moscú, lo que vemos equivaldría a uno solo de los fotogramas. O como si tuviéramos una televisión con un millón de canales y solo sintonizáramos uno.

Ahora, hay especies que pueden ver igual o incluso más porque les resulta más útil ver otras partes del espectro. Las serpientes, por ejemplo, pueden ver más hacia el infrarrojo para poder detectar el calor de sus posibles presas.

Nosotros somos tricrómatas (vemos tres canales de recepción del color), pero los pájaros son cuatricrómatas. Las palomas, que parecen así medio bobas, pueden integrar la información de sus dos ojos que les llega de manera independiente.

¿Las palomas están subvaloradas?

Sí sí, las palomas están infravaloradas y en general los seres humanos nos tenemos muy sobrevalorados a nosotros mismos. Somos muy pretenciosos, pensamos que somos la cúspide de la evolución. Cuando en realidad no funciona así, porque la evolución es un árbol inmenso en el que nosotros somos una ramita con características concretas.

Pero vamos, que hay bichos que tienen capacidades increíbles. El camarón mantis, por ejemplo, tiene 17 tipos de receptores el color; nosotros tenemos tres; no tenemos una remota idea de qué es lo que ven.

Paloma
AFP
Las
palomas tienen capacidad de visión más complejas que las del ser humano.

¿El camarón mantis es superior a nosotros?

No, porque en términos evolutivos no tiene sentido hablar de inferiores o superiores.

No somos especiales, no debemos considerarnos especiales. De hecho, la historia de la ciencia es una historia de la humildad forzada. Primero creímos que éramos el centro del universo y resultó que no. Resultó que el Sol no gira alrededor de nosotros sino que además es simplemente una estrella dentro de una galaxia. Y después resultó que nuestra galaxia es una dentro de miles de millones que hay en el universo y que somos insignificantes.

La ciencia nos ha bajado los humos.

¿Cuál ha sido el invento más importante de la historia?

Obviamente hay muchos, pero a mí me gusta destacar la labor de algunos científicos con papeles más secundarios o menos famosos como Ignaz Semmelweis, el médico que se dio cuenta a mediados del siglo XIX que el simple gesto de lavarse las manos podía reducir la mortalidad de las mujeres que daban a luz y contraían fiebres puerperales.

Esto, en tiempos en que no se sabía cuál era el origen de las enfermedades. Su observación salvó millones de vidas y hoy sigue siendo un factor fundamental para nuestra salud en nuestra vida diaria y en los hospitales.

Cientificos
AFP
El
ser humano ha logrado ir más allá de sus limitaciones perceptivas, dice el periodista. Aún así ve poco.

Y al tiempo he leído que ser tan limpio no es tan bueno, ¿no?

Sí, bueno, te refieres la hipótesis de la higiene. Esto se debe a que recientemente hemos descubierto un universo nuevo que no sabíamos que estaba ahí, que es el universo de las bacterias.

Ahora sabemos que no solo pueden causar enfermedades, sino que tenemos bacterias cuyas funciones resultan casi tan importantes para nosotros como nuestra células vivas. No seríamos capaces de digerir determinados alimentos si no fuera por ellas, por ejemplo. Y se ha descubierto que eliminar algunas bacterias puede estar detrás de muchas alergias y enfermedades autoinmunes.

Una científica muy interesante, llamada Dolores García Bello, está trabajando en analizar y comparar la microbiota de los intestinos en personas que viven en ciudades industrializadas y personas que viven en núcleos de población más pequeños e incluso no contactadas, en el Amazonas. Y se está dando cuenta de que, primero, la microbiota que tenemos en nuestros intestinos depende de lo que comemos, por lo cual es distinta en cada uno de estos grupos. Y segundo que eso condiciona las enfermedades que se tienen.

Es una línea que todavía está en investigación, pero parece ser que un exceso de higiene puede ser perjudicial; que pudimos habernos pasado de rosca con la limpieza. Y por eso es que ahora se le recomienda que dejemos a los niños jugar con la arena, por ejemplo.

Manos
AFP
Así
se ven unas manos limpias y unas sucias. Las bacterias son innumerables. Y si no es por Ignaz Semmelweis lavárselas no se habría convertido en una necesidad.

¿Entonces es verdad que no hay que lavarse con jabón?

Pues es verdad que si te pones mucho te cargas la microbiota.

¿Es acaso un invento de la industria para vender más?

Todo tiene detrás una industria y hay que tener cuidado porque ahora hay una "industriafobia" un poco injustificada. No porque haya un negocio detrás de un producto es necesariamente malo. Hay personas a las que la simple mención de la palabra "industria" les produce urticaria. Y esto no sólo pasa con los jabones: pasa sobre todo con la industria farmacéutica.

Esto nos lleva al tema de las nuevas tendencias que quizá son críticas de la ciencia, en la medicina sobre todo, de las medicinas alternativas. La acupuntura, el reiki. ¿Qué opinas?

Eso de la medicina "alternativa" no existe. En realidad son engaños peligrosos para nuestra salud. Cuando algo funciona pasa a llamarse directamente "medicina".

En el caso de las pseudociencias y pseudoterapias sí que hay una gran "industria" que gana mucho dinero engañando a la gente. Es una cosa que se repite desde hace mucho tiempo, porque es algo muy humano: somos seres supersticiosos. Muchas veces nos controlan nuestras emociones y nos aferramos, cuando estamos en peligro o enfermos, a la última esperanza.

Lo que es problemático es que haya gente que esté dispuesta a usar esa sensibilidad humana para hacer un negocio, como en el caso de la homeopatía, que es agua con azúcar.

Yo creo que estamos viviendo un buen momento el conocimiento científico, pero estamos en riesgo de que la humanidad pierda la referencia. Esto que algunos llaman los tiempos de la posverdad. Algunas personas se están aferrando a modelos que ya estuvieron en el pasado y fracasaron. Como un mundo sin vacunas, por ejemplo.

Reiki
AFP
El
reiki, por ejemplo, es, según Martínez Ron, una costumbre del curanderismo cuya utilidad médica ha sido rebatida por la ciencia.

No necesitamos volver a esos tiempos oscuros en los que reinaba la ignorancia. Creo que deberíamos tener más sensatez en estos temas y sobre todo creo que las instituciones y las autoridades y los medios de comunicación tienen una responsabilidad extra de no dar ideas falsas y contrastar.

No podemos poner en igualdad de condiciones a un tipo que vende un remedio mágico con un científico que lleva años investigando.

Un ejemplo muy interesante lo ponía recientemente el científico español Pedro Miguel Echenique, quien decía que si tú traes al presente a un médico del siglo XIX, este tendría que aprender todo desde cero porque la medicina ha avanzado un montón. Lo mismo pasaría con un físico, y en cualquier rama de la ciencia. Pero si traes un homeópata del siglo XIX no tendría que aprender nada porque se sigue haciendo exactamente lo mismo. La superstición no ha evolucionado.

Y el tema de la alimentación, ¿crees que también la gente que está haciendo negocio con esto de "comer sano"?

Creo que se ha generado un miedo innecesario hacia todo lo que tiene que ver con la alimentación procesada y una especie de idea de que los tiempos anteriores, que nunca existieron, fueron mejores. Porque nunca se comió tan bien como hoy. La gente es más alta, más saludable, hay más expectativa de vida, hay menos muertes, menos enfermedades por alimentación, el agua es más limpia.

Pero en fin. Ese afán de desintoxicarse viene de la idea de que nos están intoxicando con algunos alimentos, sobre todo con eso que algunos llaman genéricamente los "químicos", cosa que es un disparate porque la química lo compone todo. Esa quimiofobia es de los grandes problemas que tenemos en la actualidad.

Camarón mantis
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El
camarón mantis tiene 17 tipos de receptores el color. Los seres humanos tenemos tres.

Hemos hablado de estas nuevas tendencias que cuestionan la ciencia y los descubrimientos que se han logrado a través de tantos años. Pero además está el calentamiento global. Al tiempo, yo encuentro cierto tono optimista en tus textos y en tu trabajo. ¿Eres optimista?

Depende el día en que me pilles. En esto del planeta no soy muy optimista. Tengo amigos científicos que confían en que la humanidad puede ser capaz de salir de ésta; dicen que pasó antes, como cuando nos pusimos de acuerdo para combatir el agujero de ozono.

Pero el momento político en el que nos encontramos creo que está marcado por quienes buscan el beneficio personal. Se vende más la división que la unión.

Aunque ahora las naciones se pusieran de acuerdo para intentar bajar ese grado centígrado que pide la ONU de aquí al 2100, hay científicos atmosféricos que advierten que la dinámica de la atmósfera y la inercia va a causar efectos malos para el clima durante un montón de años.

Entonces si paramos de contaminar ahora, en los siguientes años seguiremos pagando esa factura.

Se puede ser optimista, se puede pensar que por ejemplo desarrollemos por fin una energía nuclear limpia.

Pero, aún así, creo que el problema tiene que ver con el modelo de civilización que hemos creado: somos como una especie de hormiguero frenético e insaciable que no para de expandirse.

Así que vamos a terminar como un hormiguero...

Bueno, ojo que las hormigas no son destructivas y viven en armonía con su entorno, a menos que seas su presa, claro (risas).


Este artículo es parte de la versión digital del Hay Festival Arequipa, un encuentro de escritores y pensadores que se realiza en esa ciudad peruana entre el 8 y 11 de noviembre de 2018.

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