Opinión

Renuncia a la Presidencia y deja vacío de poder

11 de noviembre de 2019, 3:10 AM
11 de noviembre de 2019, 3:10 AM


Quien gobernó Bolivia por 14 años decidió irse denunciando un golpe, se fue sin autocrítica y sin aceptar la auditoría a las elecciones que realizó la OEA.

No solo eso. Evo Morales decide renunciar a la Presidencia dejando un vacío de poder. Junto a él, comunicó su dimisión Álvaro García Linera; también lo hizo la presidenta del Senado y el de Diputados. En este momento, no hay quién convoque a sesión de la Asamblea Legislativa, que es el poder del Estado que debe aceptar o rechazar la renuncia de Morales.

El artículo 169 de la Constitución Política del Estado dice: En caso de impedimento o ausencia definitiva del presidente, será reemplazado en el cargo por el vicepresidente y, a falta de éste, por la presidenta del Senado, y a falta de esta por el presidente de la Cámara de Diputados. En este último caso, se convocarán nuevas elecciones en el plazo máximo de noventa días”.

En cambio, en las calles, grupos de seguidores del MAS generaron enfrentamientos. Anoche atacaron a quienes festejaban la renuncia de Evo Morales en las calles de Yapacaní y se produjeron enfrentamientos, además de saqueos en La Paz y El Alto. Quienes dirigen la protesta ciudadana que pedía la renuncia de Morales piden no dejar la movilización, hasta que la salida se consolide en el marco de la Constitución

Lo que no se puede soslayar es que Evo Morales renunció el mismo día que los expertos de la OEA dieron a conocer el informe preliminar de la auditoría que realizan a las elecciones del 20 de octubre. Este documento pone en papel señales de que se cometió un fraude en Bolivia. Por ejemplo, la intervención de un servidor ajeno al sistema electoral, desde donde se introdujo información de actas (sin que ese procedimiento esté monitoreado por los técnicos del TSE), hasta adulteración de actas de sufragio, falsificación de firmas y variación sospechosa del cómputo en el último 5% de los datos.

La OEA recomendó nuevas elecciones con nuevos miembros del Tribunal Supremo Electoral. La presidenta del Órgano Electoral ya fue detenida, al igual que el exvicepresidente Antonio Costas, junto a otros miembros de los entes departamentales. No obstante, la OEA certificó irregularidades que favorecieron al MAS. Hasta ahora no se habla de identificar a los autores intelectuales del fraude. Evo Morales cuestionó el informe y consideró que es político y no técnico.

La renuncia de Evo Morales llegó después de una noche de terror, con ataques en El Alto, con sus seguidores gritando “guerra civil” y destrozando la antena de un canal de televisión. Ni Morales ni García Linera se refirieron a los muertos a manos de los seguidores del MAS ni de los destrozos en la urbe alteña.

El vacío de poder que queda es altamente peligroso. Anoche siguieron los ataques y se teme que continúen. La Policía y las FFAA están llamadas a restablecer el orden y la seguridad de los bolivianos ante los desbordes delincuenciales que se registran.

Los dirigentes cívicos plantean una renuncia colectiva en los tres poderes del Estado y la conformación de un gobierno transitorio, pero no se plantea una salida en el marco de la Constitución, lo que complica la solución definitiva para el país.

Este país merece respeto y no más manipulación. Si el presidente renunció, debe formalizarse esa decisión, para dar curso a la sucesión constitucional y a la vía democrática en aras de la pacificación y retorno a la normalidad.

 



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