La industria del libro argentina ha sufrido el severo ajuste fiscal emprendido por el ultraliberal Milei desde diciembre para contener una inflación anual de casi 290%

3 de mayo de 2024, 17:44 PM
3 de mayo de 2024, 17:44 PM


Termómetro de la situación de la cultura en Argentina, la Feria del Libro de Buenos Aires está marcada este año por el declive de la industria editorial debido a la crisis económica y una polémica por un "show" finalmente cancelado del presidente Javier Milei.

La emblemática industria del libro argentina ha sufrido el severo ajuste fiscal emprendido por el ultraliberal Milei desde diciembre para contener una inflación anual de casi 290%, en momentos en que la mitad de la población cae bajo la línea de pobreza.

"En enero las librerías nos hablaban de un descenso interanual en las ventas del 20%, en febrero ya era 25% y en marzo casi un 40%", dijo a la AFP Juan Pampín, presidente de la Cámara Argentina del Libro y director de la editorial Corregidor.

Federico Giménez, de la editorial Ciccus, recordó que la devaluación de 50% del peso en diciembre encareció el precio del papel, que está dolarizado y manejado únicamente por dos empresas, lo que contribuyó al aumento de los precios.

En el sector de la venta al público el panorama es similar y los comerciantes maniobran entre los aumentos para intentar mantener la clientela incluso en los barrios más caros de Buenos Aires.

"Bajaron un montón las ventas, hay clientes que antes venían más seguido. Ahora preguntan pero no llevan", comentó a la AFP Santiago Martínez, dueño de la librería El Gato y la Luna en el acomodado barrio de Núñez, Buenos Aires.

Los libros cuestan cerca de 20 dólares, frente a un salario mínimo de unos 200.000 pesos (225 dólares). 

- Disputa -

Además de la estrepitosa caída de las ventas, los organizadores de la Feria del Libro acusaron al gobierno de atacar la cultura y desfinanciar la 48ª edición de esta cita anual.

Alejandro Vaccaro, presidente de la Fundación El Libro que organiza la Feria, criticó en la inauguración el 25 de abril el "ataque despiadado contra la cultura" de parte del gobierno de Milei, mientras la escritora Liliana Heker se preguntaba en el discurso de apertura: "¿Tiene sentido celebrar esta nueva edición de la Feria del Libro en un país en el que día a día crece la pobreza y la indigencia?".

Uno de los puntos destacados este año era la presentación del decimoctavo libro de Milei, "Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica" (Planeta), en un evento multitudinario con pantallas gigantes como un concierto.

Pero el presidente canceló el miércoles su espectáculo previsto para el 12 de mayo y acusó a los organizadores de "hostilidad" y de "intentos de sabotear" su acto.

En respuesta, Vaccaro dijo el jueves a Radio 10 que la cancelación se debía en realidad a la imposibilidad de cumplir los pedidos desmedidos que hacía el presidente: "Nos pidieron 5.000 entradas gratuitas". La Presidencia desestimó esta aseveración y una diputada oficialista calificó a la feria de "zurda" (izquierdista).

Las rispideces entre la Feria del Libro y el gobierno comenzaron cuando este decidió no instalar el habitual puesto de la secretaría de Cultura en el evento, argumentando recortes de gastos.

Milei postergó la presentación de su libro para el 22 de mayo en el estadio Luna Park, con capacidad para unas 8.000 personas.

- Tradición literaria -

Ezequiel Martínez, director general de la Fundación El Libro, dijo a la AFP que los organizadores no están en condiciones "de asumir la seguridad y todo lo que implica la visita de un presidente". "Es la primera vez que un presidente en ejercicio iba a venir a presentar un libro", precisó.

Sin embargo, "la feria no depende de que Milei venga a presentar su libro", añadió el organizador del encuentro al que asisten 1.500 expositores de 40 países.

La Feria del Libro de Buenos Aires, que termina el 13 de mayo, es uno de los eventos libreros más importantes del mundo cultural hispanohablante.

"La industria argentina fue la primera en Latinoamérica en empezar a hacer traducciones, lo que generó que, por ejemplo, se deje de usar el neutro en las ediciones y se incorporen términos más latinoamericanos", detalló Pampín, quien remarcó la importancia regional del sector. 

"Esto después fue copiado, en el mejor de los sentidos y enhorabuena, por Chile, México y Colombia, entre otros países", continuó Pampín.

"Argentina tiene, por lejos, la mayor cantidad de librerías por habitante de Latinoamérica", aseguró el librero, al estimar que en la ciudad de Buenos Aires hay entre 1.000 y 1.200.