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3 de mayo de 2024, 4:00 AM
3 de mayo de 2024, 4:00 AM

Renzo Gallardo Vidal ​

El origen de las motocicletas data de 1867-69, americanos e ingleses compiten por incorporar un motor a las bicicletas para obtener mayor desplazamiento, ‘más rápidas’ se volvieron muy populares. En EEUU, las ‘Indian’ y sus rivales ‘Harley Davison’ generaron el disparador para su comercialización, que fue calificado por los fabricantes de automóviles como ¡Motos Asesinas! (título pensado para este articulo), pero en mi condición de estudiante de leyes, no debo incurrir en ese error, puesto que, la tipología de los delitos es atribuida a la persona, consecuentemente, una moto no podría convertirse en sujeto pasivo de un hecho (autor) muy diferente, es que, sea considerado el medio para cometer un ilícito.

En un pasado las motos fueron símbolo de la ‘rebeldía de la juventud’ y de peligrosas pandillas en EEUU, en la Colombia de Pablo Escobar, los sicarios utilizaban este medio de transporte para cometer sus crímenes contra ministros, jueces y fiscales. Durante los conflictos sociales-políticos de 2019, en Cochabamba, los sectores movilizados utilizaban las ‘motos’ como medio de transporte, eran el ‘símbolo’ de la protesta, en Santa Cruz se popularizo la Honda Navi. En el ‘paro de 36 días’ por el Censo a finales de 2022 y otros, la única forma de transportarse era la moto, su costo y las facilidades para adquirir a incrementado su presencia en las ciudades capitales y con ella el peligro que representa el tráfico vehicular y peatonal.

Las revoluciones, conflictos armados ‘guerras’ y sociales, todas las ‘crisis’ generan cambios importantes y con ello, emergen otro tipo de problemas. Durante la pandemia, para prevenir y evitar el contagio del Covid19, se incrementó el uso de la Banca por Internet o Móvil, se generó el QR y el uso de aplicaciones para el transporte (Uber/InDrive). Se autorizó la circulación de vehículos militares/policiales/salud. Existía restricción para vehículos particulares, a excepción de motos y bicicletas y es ahí, que, nace otra iniciativa Pedidos Ya y otros, siendo la motocicleta su principal medio de distribución.

El Deber, informó que, el primer trimestre se registraron 1.239 accidentes en motocicletas, con 1.264 personas heridas y 75 fallecidas, liderando Santa Cruz el mayor índice con 885 casos y 52 fallecidos (85%). Las causas y circunstancias son diversas: imprudencia del motociclista que conduce irrespetando las normas de Tránsito, en una ciudad que no corre ¡vuela!

Los conductores de vehículos, salieron tarde al trabajo o a dejar a tus hijos al colegio, pisan el acelerador, no respetan el semáforo, no tienen consideración con el peatón, y si el vehículo que conducen es de alta gama, eso no les da derecho de infringir la norma de tránsito y no respetar el paso que tienen otros motorizados y sobre todo el ciudadano de a pie ¡vivimos a las carreras!

Las competencias ilegales, las ‘piruetas’ en avenidas por jóvenes irresponsables que arriesgan su vida y ponen en peligro a otros, son registradas en videos para presumir en redes sociales, han producidos muchos decesos, sin que exista autoridad judicial o administrativa que sancione estas conductas.

Si se conduce infringiendo las normas de Tránsito y se provoca un hecho en el que fallece una persona y estas sobrio (sin alcohol o sustancia alucinógena) no se aplica la detención preventiva por el ‘quantum de la pena’ Art. 261 Código Penal (1 a 3 años de reclusión). El Ministerio Publico, debería considerar que si el conductor provoca el deceso o lesiones gravísimas por exceder los límites de velocidad, no sería un accidente, porque el protagonista, no está considerando el cumplimiento de la norma y actúa sin considerar el respeto a la vida e integridad de sus congéneres, porque si, se acelera a 60 km., en zonas de 40kmxh, es muy probable que choques, atropelles y matar a alguien “puede que no eso no ocurra” pero existe una alta probabilidad que se produzca el hecho “aun así se acelera” entonces, estaríamos ante la presencia de un ‘dolo eventual’ que debe ser tomado en cuenta, para la aplicación de una sanción, para aquellas conductas que generan un riesgo y peligro latente para la sociedad en su conjunto.

El sistema judicial, debería dar otra adecuación de las conductas de los “rápidos y peligrosos” que traen luto y dolor a muchas familias, para ejercer coerción para el cumplimiento de la norma; que exista mayor control del Organismo Operativo de Tránsito para que los conductores y peatones, conduzcan con precaución y, sobre todo con respeto a la vida. Así también, se debe crear conciencia en el peatón, para que también obedezcan las señales de tránsito (cruzar las calles en el paso de cebra gráficos y/o imaginarios, no cruzar el semáforo en rojo, evitar caminar sobre la calzada o distraídos en los celulares con audífonos, que dificultan la realidad del entorno en movimiento).

Por otro lado, el Gobierno Municipal, debe normar, registrar y fiscalizar a las asociaciones y empresas que utilizan ‘motocicletas’ para ejercer sus actividades de transporte y distribución de producto o servicios, es necesario, porque, desde hace mucho tiempo que ‘delincuentes’ en moto, cometen robos agravados y secuestros de menores, es necesario poner mayor atención a este ‘fenómeno’. La Gobernación, dio un paso importante al normar y fiscalizar a los servicios de ambulancia privados, que han contribuido con su cuota de sangre, por varios de sus conductores irresponsables (por las comisiones del traslado de heridos).

La única forma de prevenir estos lamentables accidentes, es la reeducación del ciudadano, sea conductor o peatón, no podemos seguir matándonos unos a otros. Caso contrario, el Estado, deberá modificar la norma, incrementar las penas y ejercer su rol punitivo, para evitar más víctimas fatales.

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